DISCURSO SOBRE SER MAESTRO

“La educación es la llave para el éxito en la vida, y los maestros tienen un impacto duradero en la vida de sus estudiantes.”

-Solomon Ortiz.

Hoy me encuentro ante ustedes para hablarles un poco sobre la profesión a la que deseo aspirar. Desde pequeña me han preguntado qué es lo que quiero ser cuando sea grande a lo que yo hasta la fecha siempre he respondido: quiero ser maestra. Aunque he de decir qué durante un tiempo quise cambiar de opinión e intenté que me gustará otra carrera pero siempre volvía a querer ser maestra pues trabajar para los demás es la labor más loable y ennoblecedora del espíritu a la que se puede aspirar, más cuando esa tarea tiene como meta generar conocimiento en las demás personas.

Muchas personas erróneamente se auto designan como “Maestros”, cuando dicho título no lo otorga. Tampoco se es Maestro sólo por ostentar presuntuosamente grados académicos enfrente de un aula de estudiantes. No, no es Maestro aquella persona que simplemente se presenta al frente de un grupo de estudiantes y repite mecánicamente los conceptos contenidos en un libro o en unos apuntes sin darle él mismo su propia interpretación. Y jamás será un verdadero Maestro esa persona quien prefiere tomar las calles antes que trabajar las aulas, que recurre a la violencia y a la imposición de ideas sin entrar a un diálogo, que cobra un sueldo sin dedicar un minuto para educar a la infancia; esa gente denigra la verdadera vocación magisterial.

Pero el verdadero Maestro sabe que la mejor paga a su labor no está reflejada en un cheque al final de la quincena sino en la gratitud que le devuelven sus alumnos al finalizar el curso. En efecto, el verdadero Maestro tiene una vocación de servicio hacia sus alumnos, pues sabe que el conocimiento que con ellos comparta será la clave para que los estudiantes generen sus propias conclusiones e ideas que el día de mañana transformen para bien a la sociedad en la que vivimos, porque el Maestro tiene la capacidad de fomentar el diálogo reflexivo y de coordinar las opiniones que muevan a un país. Ya lo decía Nelson Mandela “La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo.”

Espero ser la generación de maestros que estemos dispuestos a cambiar el sistema educativo que está hoy en día, quiero ser de los maestros que cambien la visión de los alumnos a la escuela, que los alumnos estén dispuestos a ir a la escuela a estudiar y no a sufrir mentalmente como actualmente es.

Esa vocación exige una entrega desmedida en la capacitación continua por ser mejor docente, en el estudio constante de la materia que imparten y de todas aquellas disciplinas que enriquecen su temario, en saber entender que el alumno es una persona que confía en su conocimiento por lo que debe ser capaz de ponerse en su lugar para transmitir mejor los conceptos.

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