CONCESIONES
Enviado por erikin • 3 de Diciembre de 2013 • 1.233 Palabras (5 Páginas) • 329 Visitas
Un problema permanente que se han planteado los hombres es el de cómo se adquiere el conocimiento. Este se ha convertido en uno de los problemas centrales de la filosofía en la Edad Moderna y sigue siendo un problema central en la psicología actual. En este capítulo propongo examinar cuáles han sido las posiciones dominantes para explicar la formación del conocimiento, el empirismo, el innatismo y el constructivismo. Pero también querría examinar una cuestión relacionada, la referente a si el conocimiento se forma individualmente o por la influencia social. Lo primero que debemos tener claro es que el conocimiento es un producto de la actividad social que se produce, se mantiene y se difunde en los intercambios con los otros. Un individuo aislado no puede desarrollarse como ser humano, y los hombres y mujeres dependemos de los demás para la mayor parte de nuestras actividades. Sin vivir en sociedad los hombres no hubieran podido llegar al conocimiento que hoy poseemos. Sin embargo, los conocimientos son producidos por los individuos y están acumulados de alguna forma en lo que puede llamarse la mente de los individuos, pero se generan en los intercambios con los otros, se comunican a los otros y se perfeccionan en el comercio con los demás, en el proceso de compartirlos y contrastarlos con lo que piensan o saben hacer los demás. Los individuos pueden producir conocimientos que antes no existían, dando lugar al progreso cultural, pero la mayoría de los conocimientos los recibimos de los otros o los adquirimos a través de nuestra actividad en los intercambios sociales. En la mayor parte de las sociedades se acumulan también de una forma más permanente mediante ayudas exteriores como son los productos de la actividad cultural, entre los que se cuentan las herramientas, las construcciones, las máquinas, esculturas o dibujos, etc. Pero, además de eso, los humanos han logrado producir en bastantes sociedades sistemas más permanentes de conservación del conocimiento, como el lenguaje escrito y otros sistemas simbólicos que permiten transmitir los conocimientos a individuos con los cuales no resulta necesario tener un contacto directo, de tal forma que podemos aprender de personas que desaparecieron mucho antes de que nosotros naciéramos o que viven en lugares muy alejados y que nunca tendremos oportunidad de encontrar. • Empirismo e innatismo De estas observaciones parece desprenderse que la idea más simple, y aparentemente obvia, acerca de cómo se adquiere el conocimiento es que éste se toma de fuera, está en la sociedad, lo poseen los otros y nos lo transmiten, mientras que nosotros nos apoderamos de él y nos lo incorporamos. Podemos pensar que la mayor parte de la gente no produce conocimientos que sean nuevos para la humanidad y se limita a utilizar conocimientos que otras ya tienen. La palabra aprender que usamos habitualmente para referirnos a la adquisición de saberes, y que proviene del latín apprehendere, transmite la idea de ese proceso mediante el cual cogemoso nos apoderamos de algo que está ahí a nuestra disposición o que los otros nos dan. La acción opuesta a aprender es enseñar, que etimológicamente significa dejar una seña o marca, indicando que al enseñar dejamos una marca en el que aprende. De acuerdo con esta concepción, la actividad educativa consistiría en transmitir los conocimientos al alumno, que los aprendería y quedaría marcado por ellos. La mayor parte de los individuos serían puros consumidores de conocimientos y sólo algunos los fabricarían o producirían. Esta teoría resulta muy acorde con el sentido común y parece explicar bien lo que sucede todos los días delante de nosotros cuando una persona aprende algo que le resulta nuevo. El presupuesto que subyace a esta posición es que el conocimiento está hecho y terminado fuera del sujeto y pasa a su mente;
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