Cien años De Soledad

Cien años de soledad es una novela maravillosa que permite el descubrimiento de una identidad latinoamericana a través del reconocimiento de las características de los personajes. Esta novela es en sí un microcosmos de Colombia y de América Latina ya que el mundo de Macondo es un mundo que, aunque tiene un gran componente mítico, refleja la realidad de nuestra cultura y nuestra historia. García Márquez genera un espacio de simultaneidad donde paralelamente se desarrollan dos espacios; por un lado la historia de la familia Buendía y de los habitantes de Macondo en sí, y por el otro lado la historia que vivió el país en esos años de guerras y soledad.

A lo largo de la novela se ve una constante tensión entre Utopía y Mito. La fundación de Macondo por José Arcadio Buendía representa la fundación de la Utopía y aquí vemos intertextualidad con la concepción de los europeos en la que veían el Nuevo Mundo como una Utopía. Cuando se funda Macondo se tenía la concepción de que este era un paraíso terrenal, la tierra prometida. Pero desde su fundación van a prevalecer tres rasgos fundamentales; el miedo al incesto ya que constantemente Úrsula se ve aquejada por la preocupación de que al ser prima de José Arcadio sus hijos nazcan con cola de cerdo, la preeminencia del esquema patriarcal ya que en toda la novela se ve que la mujeres están rezagadas al cuidado del hogar aunque también juegan un papel muy decisivo a lo largo de la novela, y el claro origen español de los fundadores debido a las creencias y cultura de estos aunque también tienen rasgos de la cultura indígena.

Los fundadores utópicos no veían la necesidad de apelar a la escritura ya que les bastaba con lo pre-establecido, con señalar las cosas con el dedo para nombrarlas, con usar el arte de la adivinación. Más adelante José Arcadio abandona este arte por la ciencia, al pasar del conocimiento sagrado al ejercicio hipotético, creando la necesidad de un segundo lenguaje. Pero Macondo permanece el mismo, aquel lugar donde todo es posible, un lugar de realidades mágicas donde el tiempo parece no pasar, que se ve afectado cuando llega el mal representado por las guerras civiles y la fiebre del banano. Es en este punto donde entra el componente mítico y comprendemos que el carácter del tiempo no es lineal sino cíclico y que todo estaba ya previsto. Los pergaminos de Melquiades los cuales sustentan la organización de la aldea por medio de los criterios culturales de José Arcadio Buendía y la historia que se desarrollara más adelante, dan muestra del realismo mágico que está íntimamente ligado a la novela.

La cuestión de vigencia o eternidad es explorada en varios marcos incluso en el de la existencia moral. En este marco vemos que los actos de los personajes están intencionados a satisfacer sus propias necesidades, lujuria e instinto animal, lo que nos da a entender que la humanidad siempre ha estado en un círculo repetitivo de actos que atentan contra la justicia y la moral. Es por esto que el acto de incesto entre José Arcadio y Úrsula va a suponer la repetición del mismo acto de incesto y aprovechamiento de la tierra y la carne en las generaciones futuras. Es en esta medida que el matrimonio y la unión entre parejas juegan un rol importante en la novela ya que crean una segunda naturaleza en la que el hombre tiene la capacidad de influir y decidir. El amor carnal entre los fundadores va a desencadenar una maldición en las siguientes generaciones que se verán condenadas a vivir en soledad y a repetir los errores de sus antecesores, reflejando lo errores de la humanidad a lo largo de la historia.

También respecto al marco moral se puede ver como Cien años de soledad representa una metáfora del abandono y miedo del hombre sobre la tierra, del abandono y miedo de regresar a la naturaleza inhumana e iniciar el regreso a la nada o en otras palabras al origen absoluto. Un testigo constante de este miedo es el pueblo de Macondo quien presencia la felicidad, la tristeza, la fortuna y la desdicha que vivieron los Buendía por más de cien años caracterizados por las relaciones de pasión-amor-odio entre familiares impregnados por la superstición, la religión y la soledad.

El tiempo es otro concepto de gran importancia para García Márquez quien creara un encuentro triple de este simbolizado en pasado, presente y futuro y lo manipulara

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