Comunicacion Oral Y Escrita

Los milagros existen

Alejandro Boyle de 19 años culmino sus estudios en la secundaria en el año 2004, donde siempre se destacó por ser un joven juicioso, responsable, inteligente y lleno de sueños por los cuales estaba dispuesto a trabajar y a esforzarse para llegar a cumplirlos.

Empezó a asistir en las mañanas a clases de natación y en las tardes a clases de inglés, cosas por las que se apasionaba enormemente. Sus padres felices y orgullosos por tener un hijo tan dedicado y comprometido con sus responsabilidades, lo apoyaban en lo que el necesitaba.

Un día en la tarde Alejandro como de costumbre salía de sus clases de natación para sus clases de inglés, caminando tranquilamente cruzo una avenida en donde fue arrasado por un camión de basura; en medio del impacto se escucharon gritos y llantos, gente diciendo que llamaran una ambulancia… en menos de dos minutos llego una, ya que cerca se encontraba Prince Georges Hospital Center.

Los paramédicos cumplieron con su labor, tomaron los signos vitales y lo llevaron al hospital cercano, donde le informaron a la madre de Alejandro, que tan solo con un silencio profundo demostró que había quedado en shock, ya que no se explicaba el porqué de lo que le estaba sucediendo a su hijo. Se dirigió al hospital queriendo saber detalles de lo ocurrido; pregunto a una enfermera, ella le pidió los datos de la persona a quien buscaba, la madre asustada se los da, la enfermera la lleva donde el doctor encargado, donde le cuenta lo sucedido y le dice que su hijo no tenía muchas esperanzas de vida, ya que había sufrido varios traumas que le destrozaron las costillas, la clavícula, la pelvis y otros órganos vitales, y además de todo esto perdió más del 60% de sangre dejándolo en coma, sostenido por varios equipos electrónicos que lo mantenían con vida.

La mamá de Alejandro escuchando todo lo que le decía el doctor cogía su cabeza a dos manos desesperada y anonadada sin saber que hacer porque pensaba que su hijo no se merecía lo que le estaba pasando, llamo a su esposo el papá de Alejandro, le conto todo lo sucedido, él tratando de calmarla un poco le hablaba de que Dios estaba con ellos y que Alejandro iba a salir bien librado de esa situación tan tormentosa por la que estaban pasando.

Pasaron dos meses en los que no pasaba ni un solo día en que lo visitaran y oraran para que Alejandro se mejorara y despertara del coma, por más de que los doctores le daban opciones de que lo desconectaran ellos no daban su brazo a torcer porque tenían fe y sabían que él se iba a estar bien. Al tercer mes se vio un progreso en la salud de Alejandro, ya estaba respirando mejor y exactamente al cuarto mes se despertó, felices sus padres lo abrazaban y gritaban de la emoción por que ellos estaban seguros de que tarde o temprano eso iba a pasar, los doctores y las enfermeras no lo podían creer, ya que decían que lo que había pasado era

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