Cuento Con Valores Para Preescolar

La tortuguita fea

Había una vez una pequeña tortuguita que era súper mágica y maravillosa. Definitivamente era la más lista y amable de las todas las tortugas de su escuela. El único problema era que sus amigas la consideraban una tortuga muy fea y por mucho que se esforzaba en mostrar que era buena y las cualidades que tenía, parecía que todos estaban empeñados en que lo más importante de una tortuga tenía que ser su belleza. En la escuela de tortugas no le hacían caso sus amigas, y cada vez que la tortuga feita iba en rescate o para ayudar a otra tortuguita o cualquier otra animalito en apuros en lo que necesite, antes de poder decirle algo a la persona que iba a ayudar, esta última se asustaba y decía algo similar a:” ¡Auxilio!, ¡no me hagas daño!”. Aunque la tortuguita super poderosa  era feita, su magia era muy poderosa, y muchas veces había pensado en hacer un encantamiento para volverse la más bella de todas las tortugas, pero luego se acordaba de lo que le enseñaba su mamá de pequeña: “Tú, hija mía, tienes una misión y mientras la sepas y creas fervientemente en ella, no importa cómo seas por fuera sino por dentro. No te fijes mucho en la parte externa. Por ello hijita, nunca utilices tus poderes para cambiarte por fuera”.

Un día, las ranas llegaron a la aldea de las tortugas y con hechizos muy poderosos que las tortugas no conocían, lograron hacer que prisioneras a todas las tortuguitas. La tortuga feita por suerte había estado fuera de la aldea cuando ocurrió todo eso. Entonces al enterarse de todo lo que había pasado, se disfrazó de ranita. Entonces llegó a la aldea de las ranas como si fuera una más de ellas y organizó un banquete para celebrar la captura de todas las tortugas. Entonces como la tortuguita feita era muy hábil con la magia, hizo rápidamente muchos hechizos que a las ranas no les quedó duda de que era una de ellas. Entonces le creyeron y aceptaron la invitación para el banquete. Entonces cuando llegó la noche y empezó el banquete, las ranas no se dieron cuenta pero la comida tenía una posima que hizo que todas entren en un estado de sueño profundo, lo cual permitió que la tortuga feita fuera a rescatar a sus amigas rápidamente.

Entonces, cuando todas las tortugas estuvieron liberadas unieron sus fuerzas para realizar un gran hechizo que permitió que se encerrara para siempre a las ranas. Entonces las tortugas muy avergonzadas por cómo habían tratado a la tortuguita feita por su fealdad, le agradecieron llorando y le pidieron perdón. A partir de esa vez, en la aldea de las tortugas no se desprecia ningún defecto físico. A partir de ese día las ranas ya no son soberbias y son muy buenas ahora ellas ayudan a otro animalitos pero sin mostrarse para que los demás no distingan a las que son bonitas de las tortugas que son feitas.

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