Cuentoo Para Literatura

Había una vez en que mi familia pasaba por un momento muy doloroso pues mi padre avía traicionado ala familia con un engaño muy fuerte, pues mi padre tuvo otra familia, al momento de enterarnos fue un golpe demasiado fuerte pues mi madre cayo en depresión mi hermano se sentía solo y callo en las drogas y mi padre desgraciadamente nos abandonó, entonces comprendí que la vida nos puede jugar muy chueco y tú decides qué camino tomar.

Mi familia era una familia ordinaria teníamos problemas comunes como cualquier otra familia , mi madre llamada María tenía 38 años, no trabajaba y solo se dedicaba al hogar, mi padre llamado Rafael tenía 40 años y trabajaba como contador en una empresa llamada Kalos, mi hermano llamado Andrés tenía 16 años a él le gustaba mucho hacer ejercicio y alimentarse sanamente pues su objetivo era ser un gran futbolista y finalmente estoy yo Mariana en ese entonces tenía tan solo 15 años y mi meta era estudiar psicología, hubo un tiempo en que mi familia vivió una época muy feliz y tranquila salíamos a pasear jugábamos reíamos avía comunicación entre nosotros, todo era perfecto , mi padre siempre habla con nosotros sobre el respeto mutuo y sobre lo importante que es tratar bien aúna persona, sobre todo siempre decía un dicho que siempre lo tengo en mente pues decía “Nunca le agás aúna persona lo que no te gustaría que te hicieran”, ese dicho me sirvió mucho pues tenía mucha razón lo que decía, yo admiraba a mi padre pues para mí era un gran hombre que savia respetar y cuidar a su familia

Pero todo cambio de una manera muy brusca, pues mi padre comenzó a comportarse de una manera muy extraña, peleaba más seguido con mi madre, en veces no llegaba a dormir a casa y nos regañaba más de lo normal, mi madre cansada de lo sucedido empezó a investigar a mi padre para poder saber porque actuaba tan extraño, llego un día lunes mi padre salió al trabajo como normalmente lo hace, mi madre mando a mi hermano Andrés ala prepa como un día normal solo que a mí me dijo que la acompañara a un mandado especial,.Extrañándome que me digiera eso acepte y subí al automóvil, pasaron varios minutos de camino hasta que me di cuenta que mi madre seguía a mi padre sin que él se percatara, de pronto nos dimos cuenta que mi padre agarro otra dirección que no era hacia su trabajo, mi madre estaba un poco temblorosa y le pregunte ¿Qué te pasa madre? Y ella me contesto no es nada hija solo que me siento un poco mal, mi madre siguió persiguiendo a mi padre sin que él se diera cuenta hasta que de pronto mi padre se detuvo en una casa muy bonita mi madre y yo nos quedamos impresionadas de por qué avía llegado a ese lugar nos quedamos unos minutos afuera de aquella casa para ver que sucedía.

En ese momento vimos que de esa casa tan bonita iba saliendo una mujer tan peculiar, con un atuendo muy formal, cuando ambos se vieron se dieron un abrazo muy amoroso, mi madre al ver la acción rápidamente piso el acelerador, en ese momento nos sentíamos muy confundidas pues a mí corta edad, suponía y me daba cuenta de en qué situación nos encontrábamos y nuestras sospechas habían quedado más que claras, ambas nos quedamos en shock sin saber que decir o hacer, sabíamos que no queríamos escuchar ningunapalabra, así que permanecimos calladas, hasta llegar a casa, nos bajamos sin decir ninguna palabra y entramos al hogar, mamá fue a la cocina como a hacer las cosas que tenían pendientes, yo solo subí a mi alcoba con una cabeza llena de emociones dudas y pensamientos ¿Por qué estaría papá con esa mujer? Después de largas horas horas yo tensionada, muy angustia y preocupada por mí madre decidí bajar por las escaleras de mi casa dirigirme a la cocina y preguntarle a aquella mujer que lavaba los trastes lentamente que es mi madre me acerque preguntándole:

- ¿estás bien?

Mi madre un poco distraída y asustada al sentir mi presencia y escuchar mi voz, tratando de comprender la razón de la pregunta, dándose cuenta lo que acaba de presenciar con su hija de apenas 15 años y en lo que como madre la había involucrado, queriendo evadir el tema por mi presencia tan solo respondió un:

- Bien.- dijo con una gran sonrisa como si nada hubiera pasado, fregando traste por traste tan lentamente y distraídamente. Yo quise actuar de la misma manera.

Decidí olvidarme del tema completamente y me dirigí a mi alcoba a realizar todas mis tareas del colegio que tenía pendiente, al poco rato ya había llegado mi hermano no me había dado cuenta del largo tiempo que había pasado y estaba por finalizar toda mi tarea, de algo tenía que distraerme, al acabar entre a internet a ver videos y checar mis redes sociales para desaburrirme un poco, al mirar un poco mi entorno descubrí que ya era de noche, tenía que dormiré ya, pues mañana no me salvaría del colegio.

Al punto de levantar mi cobija para echarme a la cama, pude escuchar los gritos de mis padres que provenían de la cocina, sabía que discutirían muy fuertemente, y más por lo que nuestros ojos habían presenciado en esta tarde. Temblorosa y con miedo me acosté en mi cama y me tape toda, tratando de evadir la discusión que mis padres tenían en la planta baja de nuestra casa, trataba de pensar en demasiadas cosas y trataba de olvidar que mis padres se encontraban a tan solo unos metros discutiendo muy fuertemente y que probablemente esta discusión pueda ponerse un poco pesada.

Se tardó muy poco tiempo en que los gritos se empezaron a elevar, la discusión se había tornado un poco más difícil, escuche algo de vidrio caer al piso y desplomarse, en ese mismo momento escuche a mi hermano Andrés salir de su alcoba azotar la puerta

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