Detrás De Los Relatos No Solo Hay Enseñanzas
Enviado por hillary1 • 14 de Mayo de 2013 • 1.078 Palabras (5 Páginas) • 338 Visitas
La meta no es llegar al final, la verdadera meta es aprender mientras haces el recorrido". El libro del Conde Lucanor, se desarrolla con un modelo social dominante propiamente feudal. La obra es escrita en el siglo XIV, donde encontramos grandes diferencias sociales. Existían dos estamentos: uno era el privilegiado y otro el popular. En el estamento privilegiado se encontraba el rey, la nobleza y el clero y en el estamento popular estaban los artesanos, comerciantes y campesinos.
El personaje creado por don Juan Manuel, es un miembro de la nobleza. En muchas ocasiones los señores feudales eran incluso más poderosos que el propio rey.
En el libro del conde Lucanor se tratan diversos temas. Para mi uno de los más destacados es el honor, porque para el conde Lucanor eran lo más importante y perderlo para él supone toda una odisea, aunque no solo para él. Recordemos que estamos hablando del siglo XIV es decir la baja edad media, donde tanto hombres como mujeres buscaban conservar su honor y con ello el de su familia.
El carácter religioso de la obra se da a relucir en muchas ocasiones, puesto que, como el conde era un noble, participó en numerosas guerras, por lo que manifiesta en algunas ocasiones ese miedo a llegada del día que tuviera que compadecer ante Dios. Un ejemplo bien claro de la influencia religiosa en la obra es el comienzo del prólogo: “En el nombre de Dios. Amén.” Este carácter religioso no solo viene por parte del conde sino de todas las personas en aquella época, ya que el teocentrismo en España estuvo desde el siglo V hasta el siglo XVI. Esta obra supone el arranque de la prosa castellana.
Uno de los cuentos que más me ha llamado la atención es el del sabio que comía altramuces y se quejaba por ello hasta que vio a otro detrás que comía las cáscaras que tiraba al suelo; este cuento se ha hecho famoso por la décima de Calderón de la Barca que se encuentra en la obra “La vida es sueño”.
Si se compara El conde Lucanor, obra del XIV, con el Mío Cid del siglo XII, se ve que la literatura castellana ha avanzado mucho en lo que se refiere a como se capta la realidad. En efecto, aunque el Mío Cid refleja con fidelidad la vida del guerrero, solo nos permite ver este trozo de realidad que puede percibirse desde el ángulo heroico, mientras que El conde Lucanor enciende la realidad española de la época en toda su riqueza y su complejidad, ya que sus páginas nos presentan personajes más variados, además de los muchos animales que hablan en sus fábulas y de los personajes históricos, que son españoles como Ricardo Corazón de León, el emperador Federico y Paladino, héroe de sus cuentos. Este realismo gótico, mucho mayor del que se ve dentro del románico, se distingue, igual que en el realismo barroco, del cultivado en el XIX, en que apenas daba lugar a la descripción de tipos y paisajes. Por eso uno de los cuentos más significativos es aquel en el don Allan, el mago de Toledo, que ve el alma del deán de Santiago y de lo que puede esperarse de sus promesas, doble vista que don Juan Manuel trata de desarrollar en sus lectores.
En algunas ocasiones esta
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