Discurso religioso
Enviado por Valentina Paz • 29 de Septiembre de 2015 • Tarea • 892 Palabras (4 Páginas) • 720 Visitas
Discurso de Bienvenida a las jóvenes religiosas por la hermana Valentina.
Bienvenidas, hermanas todas…
Me siento muy agradecida de poder encontrarnos aquí reunidas para iniciar una nueva etapa en la vida de estas jóvenes que desde hoy deciden seguir el camino del Señor.
Es tremendamente reconfortante ver que el Señor ha tocado sus corazones y las ha traído hasta aquí, aquí donde podrán allegarse aún más a él, donde podrán servirle de manera más cercana y poder llevar su obra tanto en la práctica como en la palabra.
Quiero darles la bienvenida y agradecerles su presencia, cada vez hacen falta más manos para nuestro servicio, cada día hay más niños necesitados en las calles, cada día hay más y más personas que pierden la esperanza, no sólo en la vida sino en la humanidad, y la tarea que hoy con alegría todas asumimos al consagrar nuestra vida al Señor nuestro Dios, es ardua, pero cada día al llegar la hora de dormir, nuestros cuerpos estarán probablemente agotados, pero nuestros corazones estarán llenos de regocijo, la satisfacción de la tarea cumplida… y cada día de nuestras vidas aportaremos con un pequeño granito de arena, será una gota, pero todas sabemos que el mar, es un conjunto de millones de gotas y esa es nuestra meta… que cada día las buenas obras sean un mar, un mar que comparta con nuestro prójimo el amor de Dios, sin importar dónde nuestro camino nos lleve.
Muchas de ustedes son muy jóvenes, y al estar aquí demuestran la valentía que sólo poseen los que están dispuestos a seguir las huellas de nuestro salvador, de nuestro amado Jesús, las huellas que los apóstoles han dejado en nuestra tierra para que los que escuchen el llamado y hagan caso de él, sigan.
El camino hacia el Señor es largo, pero parecerá un suspiro para las que su vocación las ha traído a entregarse a la oración, meditación y servicio, porque ya lo dijo el Señor: “He venido aquí a servir, no a ser servido” y es esto lo que debemos cada día llevar a la práctica, debemos esmerarnos cada día por merecer más estar a su lado y en su amor cálido, tibio y luminoso, el camino (como ya dije) es largo y estará lleno de pruebas, pruebas a nuestra vocación, paciencia y ánimo… y ahí es cuando más debemos aferrarnos a nuestra fe, a la que nos ha impulsado a seguir este camino, el camino de ayudar al más necesitado, el camino de amar a nuestro prójimo como a nosotras mismas, el camino de encontrar el rostro del Señor en los más necesitados, el camino de descubrir que la perfección y el amor de nuestro señor se nos muestra cada día en los detalles, en el amanecer de un día luminoso, en los bichitos que viven en las flores y plantas, en el verdor de los prados o en los anaranjados atardecer y para qué decir en el brillo de las estrellas, la perfección está en todo nuestro alrededor.
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