Discurso Religioso
Enviado por cata7777 • 29 de Julio de 2012 • 410 Palabras (2 Páginas) • 1.049 Visitas
Discurso religioso
Hermanos para celebrar dignamente estos sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados. Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra y obra. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos, que nos perdones por mí ante Dios nuestro Señor. Dios todo poderos tenga misericordia de nosotros y perdone nuestros pecados y errores. Tú Señor que nos sanas cuando estamos enfermos. Señor ten piedad. Tú que perdonas a los pecadores. Cristo ten piedad. Tu que estas sentado a la derecha del Padre viéndonos. Señor ten piedad y perdónanos de nuestros actos.
Te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias Dios celestial. Cordero de Dios tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica. Oremos. De pie por favor.
Primera lectura ante todos aquí presentes leeremos Salmos de David/138/1-8
“te alabaré con todo mi corazón; delante de los dioses te cantaré salmos. Me postraré hacia tu santo templo, Y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad; porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas. ”Palabra del señor.
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Amén.
Bendito seas, Señor, Dios del Universo, por este pan, fruto de la tierra y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos: él será para nosotros pan de vida.
El agua unida al vino sea signo de nuestra participación en la vida divina de quien ha querido compartir nuestra condición humana
Tomad y comed todos de el, porque esto es mi cuerpo, que será entregado por vosotros.
Y porque este es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna. Haced esto en conmemoración mía. Acepta, Señor, nuestro corazón y nuestro espíritu humilde, que éste sea hoy nuestro sacrificio.
El Señor esté con vosotros.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros. Amén.
Retírense en paz.
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