Don Quijote De La Mancha

Introducción

Esta obra titulada como Don Quijote de la Mancha, escrita por el español Miguel de Cervantes Saavedra.

La primera parte fue publicada con el título de "El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha" a comienzos de 1605, esta es una de las obras más destacadas e influyentes de la literatura española y la universal. Sin duda esta es la obra maestra española por excelencia y se comenta que no existe otra obra de ficción igual en todo el mundo.

Para Don Quijote lo leído en los libros de caballerías es mucho más emocionante que su propia vida, por lo que toma la opción de hacer realidad sus fantasías y así se construye una vida coherente en la que él retoma los ideales medievales y trata de implantarlos.

Para las demás personas él está totalmente loco, actuando bajo su forma de ver la realidad, por lo que al ser distinto del resto de personas que lo rodean y por eso lo tachan de sufrir una locura causada por leer tantas novelas de caballerías. Podemos observar que en cada una de sus aventuras nos afirma que él vive su realidad y sus fantasías.

El Quijote una mirada desde la cotidianidad del Barranquillero

En esta obra observamos una retrospectiva entre la realidad y lo ficticio.

Se muestra también la libertad, la justicia, la solidaridad, la honestidad, la tolerancia, la valentía, y respeto a la condición humana. Don Quijote se convierte en un símbolo de la bondad, de la solidaridad y del entusiasmo. Representa la figura del emprendedor que abre nuevos caminos.

Este choque entre lo real y no real viene a ser muy tentativo para nuestro protagonista, nos damos cuenta en estos capítulos que don Quijote es defensor de los ideales de respeto y justicia hacia la gente, él es víctima de las mismas ideas contra las cuales combate.

En nuestra vida cotidiana, podemos observar que las experiencias humanas están compuestas por la imaginación y la realidad, como bien se nota en el episodio de los Molinos de Viento. O es también la exposición que dentro de cada persona pueden existir y convivir perfectamente realidades e ilusiones, y sacar al exterior la que más convenga dependiendo las circunstancias.

Don Quijote tomaba las burlas como elogios y felicitaciones a sus actos, pensaba que hacía siempre el bien defendiendo lo “justos” y condenando lo “injusto”. Incluso a veces era violento en la defensa de su supuesta justicia.

Esto queda claramente establecido cuando los mismos residentes de la venta acuden a burlarse de él. Precisamente empezamos a ver reflejada en esa situación, la parte des virtuosa de una sociedad hacia las personas que la conforman.

Don Quijote lucha

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