EL COLTAN
Enviado por lorencito123 • 24 de Abril de 2015 • 1.961 Palabras (8 Páginas) • 239 Visitas
El coltan, una mezcla de dos minerales, columbita y tantalita, que se da de forma rara y escasa en la naturaleza. Una auténtica curiosidad mineralógica que, por supuesto, ahora mismo vale mucho más que el oro, ya que es esencial para el desarrollo de las nuevas tecnologías. La explotación de este material gris, fundamentalmente en la República Democrática del Congo, se encuentra ligada a graves conflictos bélicos y a la destrucción de valiosos ecosistemas, así como a algo que va más allá de la explotación laboral: el esclavismo y la muerte de miles de personas.
El coltan resulta hoy día esencial para el desarrollo de las nuevas tecnologías. Es vital, sobre todo, para la industria aeroespacial y de telecomunicaciones, pero también para tecnología militar: ordenadores portátiles, teléfonos móviles, videojuegos, satélites, estaciones y vehículos espaciales, misiles, armas inteligentes, aceleradores de partículas, trenes magnéticos… Para fabricar todo eso y mucho más se necesita coltan, que incluso es utilizado en cirugía. Por eso no resulta extraño que en los últimos 10 años el coltan se haya convertido en el blanco estratégico de las compañías de explotación minera.
Hace casi un año, los investigadores españoles Rosario Lunar y Jesús Martínez Frías publicaron un esclarecedor artículo en El País: El coltan, un ‘mineral’ estratégico. Así describían las singulares propiedades de este raro material: “Superconductividad, carácter ultrarrefractario (minerales capaces de soportar temperaturas muy elevadas), ser un capacitor (almacena carga eléctrica temporal y la libera cuando se necesita), alta resistencia a la corrosión y a la alteración en general, que incluso le hacen idóneo como material privilegiado para su uso extraterrestre en la Estación Espacial Internacional y en futuras plataformas y bases espaciales”.
El coltan es imprescindible, por ejemplo, para formar aleación con el acero en los oleoductos. Se aplica en la construcción de baterías cada vez más pequeñas, permitiendo que su carga dure mucho más tiempo. Y, como anécdota, decir que, en su día, la compañía japonesa Sony tuvo que aplazar el lanzamiento de su Playstation 2 por no contar con coltan.
Según un informe de la Universidad de Michigan, los principales productores mundiales de coltan son Australia, Brasil, Canadá, China y algunos países africanos, sobre todo la República Democrática del Congo, pero también Ruanda, Burundi y Etiopía. Las reservas base de coltan en estos países, no obstante, no se conocen. Otros países como Rusia también son ricos en este recurso, aunque sus depósitos no han sido explotados todavía, que se sepa. Pero las grandes reservas mundiales de este material —entre el 64 y el 80%, según distintos informes— se encuentran en la República Democrática del Congo.
Allí, los trabajadores son reclutados para extraer coltan en minas a cielo abierto. Trabajan de forma artesanal y en régimen de semiesclavitud. Muchos de ellos son niños.
Esas minas han provocado desastres medioambientales con gravísimas repercusiones en la fauna local de especies protegidas (gorilas, elefantes), en ecosistemas como el Kahuzi Biega National Park o la Reserva de Vida Salvaje de Okapi, reconocidos por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
Pero las minas también producen graves problemas de salud asociados con los arcaicos e infrahumanos métodos de explotación. Además, el coltan puede desprender radioactividad, lo que es causa de enfermedades irreversibles entre los trabajadores.
Y es que, en esos yacimientos, según explican los investigadores Lunar y Martínez Frías, “elementos como el uranio, el torio y el radio, entre otros, pueden aparecer formando fases minerales exóticas, asociadas al coltan, o estar incluso presentes en la propia estructura cristalina de la columbita y tantalita. En el último número de 2007 de la revista Journal of Radiological Protection, científicos del Departamento de Física y del Instituto de Ciencias Nucleares de la Universidad de Nairobi han evidenciado dosis de radiación en los trabajadores congoleños que se dedican de forma artesanal a la extracción de coltan de hasta 18 mSv por año”.
A la mala explotación y comercialización de esta materia prima, y a su peligrosidad en esas condiciones, hay que añadir su tráfico ilegal, el contrabando, la financiación de guerras y guerrillas…
La revista Mundo Negro —una de las pocas publicaciones que ofrecen información sobre lo que sucede en el continente africano— titulaba así su portada de mayo de 2002: Coltan y la guerra de Congo.
¿Por qué se combate y qué intereses juegan en Congo?
La explicación de la interminable guerra civil en la República Democrática del Congo que comenzó el 2 de agosto de 1998 tiene un sólo nombre: coltan. Este material ha despertado la codicia de los países vecinos y distintas facciones armadas han intentado tomar el control sobre su explotación. Ruanda en primer lugar, que tiene de hecho ocupada la región congoleña de Kivu, junto con Uganda, que controla a su vez buena parte del noroeste congoleño. El dinero que se obtiene de la venta del mineral financia las guerrillas.
El ejército ruandés, con el pretexto de proteger a la población tutsi del Congo, invadió el país en 1998. En 1999, un acuerdo lo dividió en dos zonas, una controlada por el gobierno de Kinshasa y otra en manos de grupos ligados a Ruanda.
Tanto Ruanda como Uganda han establecido alianzas comerciales de carácter estratégico y militar con las principales economías de occidente para traficar y procesar minerales del Congo.
El ejército ruandés, por ejemplo, transporta el coltan hasta su país, donde se trata y purifica en la Somirwa (Sociedad Minera de Ruanda), antes de ser exportado. Y desde ahí, lo envía para Europa. Su destino serán las potencias de occidente, principalmente Estados Unidos, Alemania, Holanda, Bélgica y Kazajstán, que también entra en el juego.
En algunas zonas se han cancelado licencias para la explotación del coltan anteriormente concedidas a compañías norteamericanas, y se ha instituido el monopolio de la Sociedad Minera de los Grandes Lagos (Somigl), que es una sociedad integrada por Africom (belga), Prometo (ruandesa) y Congecom (Surafricana).
La ambición por el dominio del mercado del coltan también ha
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