El Mejor Discurso

El mejor discurso de todos los tiempos

Reflexión frente al quehacer profesional:

En este discurso del Dr. Salvador Allende se puede observar que durante su presentación su tono de voz varía de acuerdo a la situación correspondiente del tema que está tratando. Es notorio como sube el volumen de su voz a medida que quiere expresar algo con mayor fuerza y hacer contagiar al público de esta euforia emocional, y su voz con un tono un poco más suave cuando quiere mantener al público pasivo y concentrado en cada palabra y argumento expuesto. Además se puede observar la seguridad que transmiten sus expresiones, gestos faciales y postura, así como los movimientos con su mano logrando dominar el público, interesarlo y convencerlo de lo que está comunicando.

Durante el discurso se escuchan las pausas que hace el Dr. Salvador Allende para tomar aire y exponer sus ideas claras y firmes frente a la responsabilidad social que tienen los profesionales de las universidades públicas en aportar al desarrollo humano sostenible, el ritmo trata de mantenerlo para que la gente que está en el auditorio no se pierda durante el discurso.

El mensaje que quiere transmitir Salvador Allende es muy claro, se resumen en una sola palabra, igualdad o equidad y para ello los profesionales hoy deben tener claridad en el rol que cada uno juega como agente de cambio social, teniendo en cuenta que el sistema que ofrece la sociedad esta permeado por la desigualdad, así determinantes vitales para el ser humano como la salud, educación y empleo cada vez son más difíciles de acceder.

Exposición:

Buenos días respetado público

El mejor discurso de todos los tiempos

El Dr Salvador Allende comienza su discurso de la siguiente manera "viva México... viva chile... viva Latinoamérica unida...” En esta frase se evidencia claramente el uso de la palabra viva con un tono exclamativo y una connotación positiva que genera emoción, reflexión e interés. El presidente trata de llegar a lo más profundo de las personas, sensibilizando frente a la corresponsabilidad que tienen no solo los gobiernos sino los profesionales que en su ser, hacer y quehacer deben tener presente que su rol es generar procesos que faciliten el cambio y la transformación social, donde cada ser humano se asuma como sujeto de derechos.

Debido a esto se debe ir más allá del discurso entendiendo que el tema de los derechos no se negocia, independientemente de la religión, política e ideologías, todos los seres humanos desde el momento en que nacen adquieren dichos derechos, por ello los profesionales deben tener claridad en que no se trata de hacer más de lo mismo, sino de generar acciones que produzcan cambios.

Por tanto para asumir el reto de facilitar procesos de cambio, los profesionales deben tener presente la ética, además de reconocer el valor que tienen los otros en cada una de sus profesiones,

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