El “Transgresor” del Honor

Jimena Vallejo

Español 140E

Eduardo Ruiz

Diciembre 11, 2015  

El “Transgresor” del Honor  

En la literatura española se han encontrado obras que han marcado los ideales de una sociedad tradicional en donde sus principios son influidos por la religión, el poder político y la misma tradición española.  Una de las obras más destacadas fue escrita por Tirso de Molina, “El Burlador de Sevilla.” En esta obra, el personaje Don Juan Tenorio es fuente de crítica a los estándares tradicionales de la percepción del honor del mundo jerárquico. Es decir que Don Juan es una representación de trasgresión hacia la moral y los ideales de una reputación tradicionalista que todo noble debía mantener ante la sociedad soberana. Así también cada personaje entre ellos, El Rey, Don Diego Tenorio, Mota, Doña Ana e Isabella contribuye a la crítica social que Tirso de Molina proyecta al exponer como todos los seres que rodean al personaje principal, don Juan, tienen una percepción contradictoria del honor.

         Don Juan con su porte encantador, caballeroso, varonil y actos de audaz seducción no solo corrompe los ideales del honor hacia las mujeres si no también los ideales hacia el poder jerárquico de la España medieval. De tras de Don Juan Tenorio hay un gran simbolismo de transgresión. Tal como lo podemos ver en dos de sus burlas con lsabella y Ana, en donde la burla no solo ha sido hecha hacia el honor de la mujer, sino al mismo ideal del honor que una mujer debía mantener. En otras palabras, al burlase de estas dos mujeres Don Juan Tenorio, Tirso de Molina construye su crítica a la paradójica idea del honor que la mujer debía mantener. Un claro ejemplo en la obra es con la primera burla, Doña Isabella, en donde Juan tenorio se encarga de manchar su honor, .Quiero sacar una luz. Pues, ¿para qué? Para que el alma dé fe del bien que llego a gozar. Mataréte la luz yo. ¡Ah, cielo! ¿Quién eres, hombre?  […] ¿Quién soy? Un hombre sin nombre.” (Molina, 2)  En este diálogo entre Isabella y Don Juan podemos ver que Isabella se dejó llevar por los placeres sexuales, por la lujuria y por el pecado.  El hecho que Isabella se haya entregado a Don Juan es imperdonable ante los ojos de la sociedad. Una mujer para mantear su honor debe cuidar su virginidad, sin embargo, en el caso de Isabela no fue así. “¿Aquél era del duque Octavio? Sí, señor […] a esa mujer llevad presa a una torre, y con secreto haced que al duque le prendan; que quiero hacer que le cumpla la palabra, o la promesa.” (Molina, 7) Justamente esta burla nos lleva a entender como Tirso de Molina critica los estándares del honor de una mujer. Es decir que para una sociedad, la mujer era símbolo pureza y castidad. No obstante, aquí el honor es sinónimo de burla hacia la misma sociedad porque Isabella y el rey mienten para mantener el honor. En este caso encubrir el honor con las mentiras es la crítica que Tirso de Molina nos muestra, ya que para mantener una buena imagen era necesario engañar a los demás.

La tiranía y la hipocresía eran aspectos muy vistos para mantener el honor no solo del hombre pero también de la mujer. Es necesario recalcar como esta sociedad moldeaba sus propias definiciones de lo que era el honor. Tanto como el rey e Isabella caen a la errónea  idea del honor. La honra y la honestidad para definir el honor son aspectos claves, pero el rey e Isabella hacen lo contrario para mantener la reputación de su “intachable” honor.

           Al mismo tiempo, podemos encontrar varios ejemplos que demuestran la crítica del honor en la sociedad española. Tirso de Molina, también critica el honor entre los caballeros de alto linaje. Consiguientemente, Mota le habla a Don Juan de Ana y de su amor por ella. De tal modo al saber que Ana es una bella doncella, Don Juan trama su engaño para hacerla  suya llevando la capa roja que pertenecía a Mota. Pretender ser Mota, y engañar tanto a su amigo Mota como a Ana, Don Juan reafirma la transgresión del honor. Tal como Tirso de Molina expresa, Don Juan es un aclara representación de la transgresión del honor no solo a la mujer sino al hombre caballeroso de esa época. Como era de esperarse, Don Juan es reconocido y mata a Don Gonzalo y sale huyendo nuevamente acompañado de su criado. La cobardía que Don Juan presenta en este acto y en todos los demás, es sinónimo de la burla del honor que él comete.  Así mismo,  Tirso de Molina no muestra otra cara de la moneda, es decir que todo transgresor del honor es claro ejemplo de corrupción social.

...