El Valor De Educar
Enviado por diazrj • 21 de Junio de 2014 • 1.943 Palabras (8 Páginas) • 212 Visitas
EL VALOR DE EDUCAR
INTRODUCCIÓN
Fernando Savater, inicia a Guisa de Prólogo, una Carta dirigida a su maestra, mencionando, además, que le llama por “amiga”, y también como “amigo”, pero que opta por el femenino pues considera que, en ese país (España), la enseñanza elemental suele estar mayoritariamente a cargo del sexo femenino; y por una razón intima a quien fue dedicada su obra, a su madre. Señala que en la sociedad se menosprecia la figura del maestro de nivel “inferior”, ya que las inversiones mayores son para la enseñanza superior. Además, reflexiona uniendo los términos de filosofía y educación, donde hace hincapié, que el proyecto mismo de la filosofía, no puede desligarse de la cuestión pedagógica. Hace referencia a que los republicanos progresistas convirtieron a los maestros en protagonistas de la regeneración social que intentaron llevar a cabo, por lo que, consecuentemente, la represión franquista lo cebó; también, menciona que sobre la tarea de educar, el optimismo es de rigor, que no queda más remedio que ser optimista, pues la enseñanza presupone el optimismo tal como la natación exige un medio líquido para ejercitarse. Es decir, que quien no quiera mojarse, debe abandonar la natación; quien sienta repugnancia ante el optimismo que deje la enseñanza y que no pretenda pensar en qué consiste la educación, ya que educar es crecer en la perfectibilidad humana, en la capacidad innata de aprender y en el deseo de saber que la anima, en que hay cosas como los símbolos, técnicas, valores, memorias, hechos… que pueden ser sabidos y que merecen serlo, en que los hombres podemos mejorarnos unos a otros por medio del conocimiento. Finalmente, realiza una explicación del título de su libro, donde habla del valor de educar en el doble sentido de la palabra valor, ya que quiere decir que la educación es valiosa y válida, pero también es un acto de valentía, pero también es un acto de coraje, un paso al frente de la valentía humana, donde los cobardes o recelosos deben abstenerse, y las páginas de su libro es precisamente, acompañar a quienes se lanzan a un mar perplejo de enseñanzas.
CAPÍTULO 1
EL APRENDIZAJE HUMANO
Fernando Savater hace referencia a lo que menciona Graham Greene: “ser humano es también un deber”; relativo a que nacemos humanos pero no basta, sino que tenemos que llegar a serlo, nuestra humanidad biológica necesita de una confirmación posterior y podemos fracasar en el intento o rechazar la ocasión misma de intentarlo. Los humanos nacemos siéndolo ya, pero no lo somos del todo hasta después. Hay que nacer para ser humano, pero solamente llegamos plenamente a serlo cuando los demás nos contagian su humanidad a propósito. Manifiesta, que llegar a ser humano del todo es siempre un arte. Todos los nacimientos humanos son en cierto modo prematuros: nacemos demasiado pequeños hasta para ser crías de mamífero respetable. Nos pone el ejemplo del chimpancé que como otros mamíferos superiores, madura antes que el niño humano, pero también envejece mucho antes, y ya no es capaz de aprender nada nuevo. El humano es hasta el final de sus días inmaduro, tanteantes y falibles pero en cierto sentido juveniles, es decir, abierto a nuevos saberes.
Habla sobre la Neotenia, que significa plasticidad o disponibilidad juvenil, este concepto implica también una trama de relaciones necesarias con otros seres humanos. El niño pasa por dos gestaciones a primera en el útero materno, y la segunda en la matriz social en que se cría sometido a variadísimas determinaciones simbólicas como el lenguaje y a usos y rituales propios de su cultura.
Comenta que el proceso educativo puede ser informal (a través de los padres o de cualquier adulto dispuesto a dar lecciones), o formal, es decir, el efectuado por una persona o grupo de personas socialmente designadas para ello y la titulación requerida para esto es haber vivido: la veteranía siempre es un grado. Los grupos con mayor índice de supervivencia han sido los que han sido capaz de educar y prepara bien a los niños a través de ancianos.Savater, nos habla que la verdadera educación no solo consiste en enseñar a pensar, sino también en aprender a pensar sobre lo que se piensa.
CAPÍTULO 2
LOS CONTENIDOS DE LA ENSEÑANZA
Dice el autor que el aprendizaje a través de la comunicación es un proceso necesario para adquirir una plena estatura humana. La educación transmite que no somos únicos y que no somos los iniciadores de nuestro linaje, que aparecemos en un mundo donde ya está vigente la huella humana.
Indica sobre el manejo del tiempo, el cual es la fuente de nuestra grandeza y el origen de nuestras miserias, y es un componente esencial de nuestros modelos mentales, donde la enseñanza está ligada intrínsecamente al tiempo.
Afirma que la contraposición, educación versus instrucción, resulta hoy ya notablemente engañosa. La educación está orientada a la formación del alma y al cultivo respetuoso de los valores morales y patrióticos.
Para Savater separar educación, de instrucción es imposible, porque no se puede educar o instruir o viceversa.
CAPÍTULO 3
EL ECLIPCE DE LA FAMILIA
Inicia este capítulo diciendo que los niños antes de ponerse en contacto con sus maestros ya han experimentado ampliamente la influencia educativa de su entorno familiar y de su medio social, que sigue siendo determinante, pero no decisivo durante su enseñanza primaria. Con la Socialización primaria el niño se convierte en un miembro más o menos estándar de la sociedad. La sociedad secundaria, en cambio, es la continuidad de la socialización del niño, la cual será más fructífera, porque cuenta con una base sólida sobre la cual asentar conocimientos y enseñanzas. Afirma que las familias están pasando por una crisis en cuanto a su funcionamiento como familia y para que funcione la familia es necesario que alguno de los padres se resigne a ser adulto. Los padre quieren
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