El Valor De Educar
Enviado por Dianin28 • 14 de Junio de 2014 • 1.544 Palabras (7 Páginas) • 241 Visitas
Cuando nace un niño, necesita un largo periodo de tiempo para poder valerse de sí mismo, por el contrario, las crías de chimpancé, casi desde el primer momento están preparadas para valerse por sí mismo. El bebé humano necesita de la atención de sus padres para poder seguir adelante. Sin embargo, con el paso del tiempo, el mono comienza a repetirse, no puede aprender nada nuevo, hace lo que tiene que hacer; en cambio, el ser humano continúa aprendiendo cosas hasta el día de su muerte.
Algo importante en este capítulo es el tema sobre la educación y el aprendizaje del ser humano va ligado de la interacción con los semejantes. Como Savater ejemplifica con Tarzán, éste puede aprender a través de los libros de historia, a leer, matemáticas... pero no habrá recibido un aprendizaje humano hasta que interactúe con sus semejantes; “Lo propio del hombre no es tanto el mero aprender como el aprender de otros hombres, ser enseñado por ellos. Nuestro maestro no es el mundo, las cosas, los sucesos naturales, ni siquiera ese conjunto de técnicas y rituales que llamamos cultura sino la vinculación intersubjetiva con otras conciencias” (Savater, 1997, pág. 15).
Capítulo 2 Los contenidos de la enseñanza
Respecto al capítulo 2 el autor analiza los contenidos de la enseñanza. En primer lugar, expone la figura de los padres como los primeros educadores de la vida. Seguidamente, el autor pasa a explicar el factor principal que influye en la educación de los seres humanos: el tiempo, “el manejo del tiempo es la fuente de nuestra grandeza y el origen de nuestras miserias, y es un componente esencial de nuestros modelos mentales” (Savater, 1997, pág.19). Savater aprovecha esta reflexión para remarcar la necesidad de la figura del educador de haber vivido ante la educación.
Según el autor, debido a nuestra condición humana, cualquiera puede enseñar, como ejemplo presenta la educación entre “propios”, séase la enseñanza de habilidades sociales entre niños de su misma edad; la figura del educador debe estar diferenciada de otras labores por lo que es necesario que la enseñanza sea una dedicación profesional.
Durante un apartado del capítulo establece distinción entre educación e instrucción donde hace referencia a la educación de la Grecia Antigua donde existía la figura del maestro y del pedagogo.
John Passmore maneja el concepto de capacidades abiertas y cerradas. Las capacidades abiertas son infinitas, es decir, no se pueden aprender de forma concreta ni especializarse en ellas; mientras que las cerradas son aquellas capacidades funcionales y útiles como leer o atarse los cordones. La habilidad de aprender es una habilidad abierta, por lo que el autor concluye dándole importancia al hecho de enseñar a aprender (formar fábricas y no almacenes) (Savater,1997, pág.22).
También se habla de la importancia de la formación de la personalidad como uno de los retos de la enseñanza escolar y manifiesta su inconformidad con el currículum oculto que está vigente en la educación actual.
Capítulo 3 El eclipse de la familia
La familia educa desde una perspectiva diferente a la escuela puesto que existe y es un elemento afectivo muy importante que la escuela no puede suplir de ninguna manera en ningún momento. En cierta medida, los padres que se desentienden de la educación de sus hijos, no suelen aceptar su negligencia porque entienden que no tienen ni competencia, ni responsabilidad al respecto.
El autor habla del miedo como una premisa más, desencadenante del aprendizaje. Se rehúye del mismo modo que se rechaza la memorización como forma de aprendizaje, cierto es que memorizar algo, no significa que se ha aprendido, sin embargo la memoria es muy necesaria y un rasgo más de inteligencia que es preciso trabajar y desarrollar. Algo similar ocurre con el miedo. No correcto basar el aprendizaje en un condicionamiento conductista únicamente basado en el temor, comúnmente dividido o de castigo.
Acerca del papel de los medios de comunicación y en concreto de la televisión, se puede concluir que la televisión, tiene un potencial educativo enorme, pero que debido al carácter de sus contenidos, o bien deseduca, de cualquier modo, se encarga de mostrar la vida de forma a veces tan fantástica y otras tan explícita, que termina casi siempre por fulminar la curiosidad epistémica inherente al niño. Se dedica en este capítulo un espacio para la ética, la religión, el sexo, las drogas y la violencia. “la ética se distingue de la religión en su objetivo (la primera quiere una vida mejor y la segunda algo mejor que la vida) y en su método (la primera se basa en la razón y la experiencia, la segunda en la revelación)” (Savater, 1997, pág. 34).
Capítulo 4 La disciplina de la libertad
El objetivo explícito de la enseñanza, hoy en día, es intentar formar individuos “completamente”
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