El jinete sin cabeza
Enviado por ALBERTOJACKY • 14 de Febrero de 2013 • Tesis • 1.432 Palabras (6 Páginas) • 861 Visitas
El jinete sin cabeza
En un pueblo muy lejano se hablaba de un jinete que acostumbraba a hacer su recorrido por las noches en un caballo, la gente muy extrañada se preguntaba ¿por qué hace eso?, ya que no era muy común que alguien saliera por las noches a hacer esos recorridos.
En una noche muy oscura y con fuertes relámpagos desapareció del lugar, sin dar señas de su desaparición. Pasaron los años y la gente ya se había olvidado de esa persona, y fue en una noche igual a la que desapareció que se escuchó nuevamente la cabalgata de aquel caballo. Por la curiosidad muchas personas se asomaron, y vieron un jinete cabalgar por las calles, fue cuando un relámpago cayó e iluminó al jinete y lo que vieron fue que ese jinete no tenía cabeza. La gente horrorizada se metió a sus casas y no se explicaban lo que habían visto.
Cuentan también que el jinete fue decapitado en uno de sus recorridos nocturnos y que vaga todas las noches en busca de su cabeza y decapitando a cualquiera que se encuentre en su camino.
MAL DE OJO
Es costumbre extendida y mito, entre la población rural, el considerar que en numerosas ocasiones en que el niño enferma es provocado porque le “han hecho mal de ojo”.
Esto significa que el niño no tiene ninguna enfermedad orgánica, sino que sus problemas (llanto, pérdida de apetito, vómitos, decaimiento, etc), se deben exclusivamente a que alguna persona ha ejercido sobre este pequeño personaje su influencia mágica y maligna, de tal modo que el bebé o chico mayor comienza a alterarse y presentar una sintomatología rara, que en algunas ocasiones y según creencia, puede llegar hasta ocasionarle la muerte.
Hay remedio para acabar con la influencia de este maléfico poder, y por ello se ponen manos a la obra, aquellas mujeres que saben “cortar el mal de ojo”, porque tienen “gracia” (han nacido en Viernes Santo) o porque lo han aprendido de los mayores, los cuáles le transmiten los textos que hay que rezar y los mecanismos a hacer para dejar al niño libre de esos influjos.
Para evitar estos problemas se le colocan a los niños, prendidos a la ropa, o en el cochecito o cuna, un lazo rojo o bien una cruz de Caravaca o diversos tipos de escapularios.
LAS SIRENAS
Las sirenas eran compañeras de Perséfone y cuando Hades la raptó, no pudieron salvarla y la diosa Deméter (madre de Perséfone), las convirtió en criaturas híbridas como venganza.
Estas criaturas vivían en la isla de Artemisa, tenían forma de mujer de la cabeza a la cintura y la parte inferior, era una cola de pescado. Su canto melodioso como el de un ave, atraía a los marineros anunciándoles los placeres del mundo subterráneo engañosamente, para hacerlos zozobrar y poder comer sus cuerpos.
En la Odisea, cuenta Homero que cuando el barco de Odiseo (Ulises) pasó frente a la isla de las sirenas, hizo que la tripulación sellara sus oídos con cera, para que no escucharan el canto de las criaturas. Pero Odiseo tenía gran curiosidad por oír su voz, para lo que ideó un plan, se hizo atar al mástil del barco y exigió que no le permitieran soltarse, sin importar lo que pasara. Ante el fracaso sufrido, las sirenas se lanzaron al mar y murieron ahogadas.
Fuera de la ficción, tenemos testimonios de navegantes que afirman haberse encontrado con estos seres mitológicos, entre ellos, Cristóbal Colón, quien testimonia en un escrito de 1493, que había visto una sirena frente a las costas de lo que actualmente es la Florida. En su testimonio comenta que las sirenas no son tan hermosas como cuenta la mitología y que sus rostros tenían formas de hombre.
El explorador John Smith declaró haber visto a uno de estos seres cuando se sumergía en las aguas del mar Caribe y que tenía el cabello largo de color verde y que era atractiva, tanto como para cautivar a cualquier hombre.
Mito la Caja de Pandora
Llegó un momento en que los mortales e inmortales se separaron. Mediante un engaño, Prometeo logró que cuando los hombres hicieran sacrificios a los dioses, los hombres se quedaran con los huesos y los inmortales pudieran disfrutar de la carne y los órganos. Zeus, en venganza, le quitó el fuego a los hombres. Sin embargo, nuevamente Prometeo se las arregló para devolvérselos.
Zeus se puso furioso, y ordenó
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