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Errores Al Redactar


Enviado por   •  6 de Octubre de 2014  •  2.784 Palabras (12 Páginas)  •  329 Visitas

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Errores al redactar:

Más que un error en sí, es una mala costumbre. Ocurre al escribir las cosas según se le van ocurriendo a uno, sin seguir ningún orden lógico. Esto conlleva otros muchos errores, como son anacolutos, repeticiones innecesarias, omisión de partes importantes, y otras desagradables consecuencias de la falta de previsión. Algunos ejemplos pueden verse en el apartado dedicado a los anacolutos, o en “frases vacías para rellenar espacio”.

Un efecto frecuente y extremo es el texto creado por simple adición. La persona que escribe no piensa en el texto globalmente. Solo escribe una oración a la que añade otra parte, y otra y otra, empleando comas. El resultado es una oración larguísima, confusa e impenetrable. Muestra gran falta de costumbre escritora, y escasa o nula revisión del texto.

Sin duda, esuno de los errores frecuentes más graves en un texto.Otra consecuencia de este vicio en la escritura es la creación de párrafos

oracionales o párrafos-frase. Quienes incurren en este error tienden a escribir largas oraciones que concluyen en un punto y aparte. Puede consultarse la sección sobre cómo escribir párrafos (en este enlace), para corregir este error y aprender a estructurar párrafos adecuadamente.

Los puntos 2.2 y 2.3 contienen errores asociados a esta práctica errónea de la escritura.

En general, estas malas costumbres son fáciles de evitar: consiste en pensar primero, y en escribir después. Cada párrafo debe contener una idea, desglosada en varias oraciones independientes. El empleo de un borrador suele ser el mejor remedio (en el borrador se puede y se debe tachar y reescribir todo lo que a uno le venga en gana). Cuando no hay tiempo para escribir borradores, caso de un examen, lo mejor es tomarse unos minutos para escribir pequeños esquemas al margen, en los que anotemos todo aquello de lo que queremos hablar. Después nos dedicaremos a redactar las ideas recogidas en ese guión. Muchos exámenes podrían mejorar si el alumno no tuviese tanto miedo a que se le olvidasen las cosas, pues las escribe a toda prisa y luego quedan inconexas. Por esta razón, lo mejor es anotarlas al principio y desarrollarlas después. No debe olvidarse una revisión final del ejercicio, para corregir todos aquellos descuidos que se nos pudieran haber pasado. (Si hacemos esquemas o guiones en el examen, conviene avisar al profesor de turno para que no se piense que es una “chuleta”).

NO ESTRUCTURAR LOS TEXTOS

Es una consecuencia de la costumbre mencionada en el punto anterior. Es básico y necesario (y no una especie de “adorno”, como algunos creen) esforzarse por comenzar con una breve introducción todo escrito que emprendamos, así como cerrarlo con una conclusión. Un escrito sin introducción es muy molesto para el lector, que no tiene por qué saber de qué se le va a hablar. Igualmente, la conclusión o cierre de un texto no debe dar la sensación de que el escrito queda “colgado”. La introducción y la conclusión es una mínima cortesía que debemos mostrar con el lector.

ANACOLUTOS BASTANTE BRUTOS

El anacoluto es un error de expresión que consiste en el desorden sintáctico sin motivo, o en la falta de concordancia de los elementos de la oración. Un caso frecuente de anacoluto suele producirse cuando tomamos una idea sobre la que vamos a decir algo, y antes de pensar lo que vamos a decir, la escribimos en primer lugar como comienzo de una frase. Luego resulta que no es el sujeto, y tenemos que dar mil vueltas y revueltas a la oración para darle algún sentido. Ejemplo: un alumno escribe sobre nivel vulgar y se acuerda de haber oído en clase la explicación sobre el dequeísmo. Como le parece importante, comienza enunciándolo, para luego advertir que no debería haberlo hecho, después se hace un lío y sale como puede:

El dequeísmo es, dentro del nivel vulgar, que es el que emplea la gente sin estudios suficientes y que contiene muchas incorrecciones, como ésta del dequeísmo, que es el empleo de “de” ante proposiciones sustantivas que funcionan como complemento directo y no como suplemento o complemento de régimen.

Obsérvese que la primera oración, “El dequeísmo es”, nunca se completa. (La definición del dequeísmo la he apañado un poco, porque tampoco era correcta). El alumno debería haber comenzado hablando del nivel vulgar, y más tarde del dequeísmo, relacionándolo con lo ya expuesto.

— Un caso frecuente y similar al anterior es el de la oración que no se concluye, porque es tan larga que el escritor no recuerda por dónde va y no se molesta en comprobarlo:

La condición de la mujer, que siempre ha sufrido tantas humillaciones a lo largo de la historia, ya que siempre ha dominado el sexo masculino en la educación, la política, la economía, porque siempre las mujeres han estado en su casa, cuidando de sus hijos o como esclavas de sus maridos.

Como observamos, la alumna escritora se ha dejado llevar por la emoción, una cosa le ha llevado a otra, y no ha reparado en que estaba escribiendo algo. Comienza enunciando un sujeto de algún verbo que ya no aparece jamás, porque otras ideas secundarias se van amontonando en el párrafo. Por lo demás, diré que este error suele aparecer en aquellos que escriben “a tirones”, empleando abusivamente las comas. Alargar las oraciones más de lo conveniente, y sin saber qué se quiere decir antes de coger el boli, lleva a disparates como éste.

— También se dan numerosas faltas de concordancia, fruto de las prisas o de la falta de revisión del escrito. Veamos:

*En el nivel vulgar se observa bastante las palabras baúl, que son aquellas que se usan repetidamente y se pierden la utilización de otras palabras

Observemos que el verbo subrayado concuerda con un sujeto imposible, que es el relativo “que” cuyo antecedente es “aquellas”, y que se refiere a “palabras baúl”. Debería ir en singular para expresar impersonalidad, o bien para concordar con “la utilización de otras palabras”, sintagma nominal que sería el sujeto de la construcción en pasiva refleja (consulta tus apuntes sobre este particular). De todos modos, no hace falta pertenecer a la Real Academia para advertir la falta de concordancia. Deberíamos corregirlo de la siguiente manera, y de paso limamos un poco la oración:

En el nivel vulgar abundan las palabras baúl, que son aquellas que se usan repetidamente y a causa de las cuales se pierde la utilización de otras palabras

Otro caso de concordancia incorrecta puede ocurrir con la llamada “concordancia ad sensum”. Se produce cuando hacemos concordar al verbo con el sujeto lógico, y no

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