Evaluacion pedagógica

La función pedagógica más importante de la evaluación es la motivación y el aprendizaje que pueda producir en el estudiante. Las investigaciones actuales han arrojado que “la evaluación se puede tomar como una buena forma de fomentar el aprendizaje y que los estudiantes se involucren activamente en el proceso de evaluación” (Stiggins, 2011). Las formas en las cuales la evaluación puede afectar la motivación y la autoestima de los estudiantes, así como los beneficios que implica comprometerlos en la autoevaluación, sugieren que ambos merecen mucha atención.

Los estudiantes podrán evaluarse a sí mismos cuando tienen una imagen clara de los objetivos y expectativas que se tienen de ellos y de las materias que están aprendiendo, muchos estudiantes no poseen esa imagen. Si a los educandos se les entregan solo notas o calificaciones, ellos no se beneficiarán de la retroalimentación de su trabajo. En este caso se menciona que “cuando a los estudiantes se les da una nota final en una tarea junto con comentarios formativos, es altamente probable que ellos atiendan sólo la nota y no tomen en serio los comentarios” (Butler, 1988; citado por Moreno, 2007).

Muchos de los profesores en ejercicio actualmente hemos crecido en salas de clases en las que los profesores creían que la forma de fomentar el aprendizaje era propiciar la ansiedad, además, la evaluación siempre tenía que ser la forma de presionar al estudiante para que se porte bien y realice las actividades, esto se basaba en sus propias experiencias exitosas en ascender a posiciones de liderazgo y autoridad, la mayoría de los políticos y líderes escolares aprendieron que el camino para el éxito, cuando se enfrentan con un fuerte desafío, es redoblar sus esfuerzos. Es decir, ellos consideran que la forma de provocar que los estudiantes aprendan más es enfrentarlos con un reto más difícil. Esto provocará que dupliquen sus esfuerzos, con lo que aprenderán más, sus puntuaciones en las pruebas subirán y las escuelas serán más efectivas.

Afortunadamente, en el último tiempo existe un gran iteres con todo lo relacionado con la evaluación con una visión mas global, evaluación que no incluye solamente al estudiante, sino que incluye también al profesorado y a los establecimientos educativos, en su conjunto. Considero que la evaluación de los aprendizajes no debe ser el final en la relación enseñanza-aprendizaje, sino más bien un vehículo para ayudar a los estudiantes a aprender. Se debe ver a la evaluación como el factor más influyente en el aprendizaje de los estudiantes. Los procesos de evaluación, al determinar cómo organiza el educando su aprendizaje, se convierten ineludiblemente en una parte integral del proceso de aprendizaje y en el mejor vehículo para ayudar a los estudiantes a aprender.

Efectivamente como se plantea en el texto de Santos Guerra, la evaluación, aun sigue siendo un proceso

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