Informe Brunner
Enviado por jamigog • 15 de Junio de 2014 • 3.566 Palabras (15 Páginas) • 193 Visitas
Detenerse, reflexionar y pensar, son acciones que por tiempo siempre quedan para otro momento. Desde esta perspectiva, escribir sobre un “algo”, es una tarea aún más postergada y compleja, pues requiere de las acciones anteriores y también de un trabajo creativo. Cuando pensamos y compartimos nuestras experiencias como estudiantes, recordamos asignaturas, Profesores, Directores, algunos compañeros y también a aquellos que se convirtieron en los amigos de la vida. La escuela fue un lugar donde aprendimos contenidos, donde descubrimos nuestra vocación, donde recordamos algún mal rato, pero pareciera que no nos preparó para detenernos, reflexionar y pensar.
Hoy en nuestro quehacer como docentes, la escuela es un espacio donde podemos generar diálogo, discusión, evaluar procesos, gestionar y liderar procesos de aprendizaje que nos permitirán ser “exitosos”, pero estamos preparando a nuestros estudiantes para detenerse, pensar y reflexionar, lo anterior porque para nosotros calidad educativa, es sinónimo de adecuación al conocimiento, de ser capaces de generar nuevas ideas, de intercambio de opiniones, de ser gestores de la vida, pero eso es para nosotros. Este es el punto, cuándo y por qué somos exitosos, que entendemos en nuestra escuela o Liceo por CALIDAD… a través de la lectura del texto “Los desafíos de la educación chilena frente al siglo 21” queremos descubrir el concepto de Calidad que presenta este texto y analizar si coincide o se acerca en alguna medida a nuestra visión de CALIDAD.
De acuerdo a la Unesco “la Educación de calidad para todos, es aquella entendida como un bien público y un derecho humano fundamental que los Estados tienen la obligación de respetar, promover y proteger, con el fin de asegurar la igualdad de oportunidades en el acceso al conocimiento, la calidad de la oferta educativa y los resultados de aprendizaje de toda la población” (MINEDUC – OCDE – UNESCO, 2010).
La LEGE dice que la “Calidad de la educación debe propender a asegurar que todos los alumnos y alumnas, independientemente de sus condiciones y circunstancias, alcancen los objetivos generales y los estándares de aprendizaje que se definan en la forma que establezca la ley (LEGE, 2011, Articulo 3, letras b y c).
Mario Waissbluth (2010) nos da una mirada diferente más integradora, “calidad en la educación, es que todos los niños logren un estándar adecuado de la lectoescritura y aritmética, de habilidad para plantearse y resolver un problema, de aprender a aprender, del importantísimo rigor de hacer bien las cosas, de no aceptar conocimientos acríticamente y sin explicaciones de fondo, de confianza en sí mismos, y de principios esenciales de trabajo en equipo, solidaridad, respeto por los derechos de los demás, y ejercicio de la democracia. Es decir aprender a convivir”.
Claramente el concepto de calidad ha cambiado a través del tiempo, de acuerdo a los cambios que ha experimentado el mundo.
El informe Brunner surge a mediados de la década de los 90. Los ´90 serán años de profundos cambios, en cada una de las estructuras de la Sociedad Chilena. Estos cambios responden a la transformación social y política que vive nuestro país, es decir, de tener una política dictatorial a vivir una política democrática. Los desafíos eran ingentes y debían adecuarse a los cambios mundiales que se experimentaban.
Los cambios experimentados a nivel mundial, corresponden a cambios de paradigma: “En el último cuarto del siglo XX, una revolución tecnológica, centrada en torno a la información, transformó nuestro modo de pensar, de producir, de consumir, de comerciar, de gestionar, de comunicar, de vivir, de morir, de hacer la guerra y de hacer el amor”, (Castells, 2006). Pasamos de ser una sociedad industrializada, entendiendo por industrialismo “un modo de desarrollo en el que las principales fuentes de la productividad son el aumento cuantitativo de los factores de producción (trabajo, capital y recursos naturales)”, (Castells, 2006) a vivir en una sociedad en donde la tecnología de la información o informacionalismo “modo de desarrollo en que la principal fuente de la productividad es la capacidad cualitativa para optimizar la combinación y el uso de los factores de la producción basándose en el conocimiento y la información”, (Castells, 2006) transforma nuestra realidad, nos vemos obligados a incorporar y adaptarnos a nuevas palabras en nuestro vocabulario: como globalización, internet, web, conceptos desconocidos, se vuelven parte del cotidiano en un corto plazo, a nuevas formas de relación, a un mundo que se acelera y se vuelve más pequeño, gracias a la era digital.
El mundo se transforma, los totalitarismos dan paso a democracias que deben adecuar su desarrollo a las nuevas exigencias de la sociedad del conocimiento, es necesario comprender los procesos, interpretarlos y nuestro país sabe que para aspirar al desarrollo debe cambiar drásticamente la Educación, sin embargo, la nueva sociedad depende de la LOCE, ley promulgada el último día del gobierno dictatorial de Pinochet.
Inmediatamente el foco de la Educación son las Instituciones educativas, “se diseñan programas en función de características especiales, por ejemplo, el Programa de las 900 escuelas, el Programa de Educación Básica rural, el Proyecto Montegrande y el Programa Liceo Para todos” (Cox, 2005). Estos programas pretenden adecuar, nivelar el retraso de nuestra educación en relación a los cambios vertiginosos que ha provocado a nivel mundial la sociedad del conocimiento. Lo primero es lograr tener una visión sobre cómo funcionan las escuelas, recordemos que durante los años ´80 se genera una descentralización desde el Ministerio a los Municipios y a los particulares, otorgando facultades de acuerdo a los recursos y las capacidades que posean quienes son designados como alcaldes y quienes asumen la tarea de sostenedores. A pesar de que en esta década se pretende evaluar la educación básica, a través primero de la evaluación PER y luego el SIMCE, los resultados de estas mediciones no son dadas a conocer. El supuesto de que la competencia que se generaría entre los establecimientos de “calidad”, por adquirir estudiantes (pago de subvención por asistencia) queda en eso, un supuesto, no hay evidencias de las diferencias y de los progresos de los establecimientos, ni municipales ni particulares subvencionados. Urge asignar recursos a aquellas Instituciones educativas con mayores complejidades. La OCDE, en 1991 indica los siguientes como algunas de las características que poseen las escuelas con altos rendimientos: Proyecto Educativo, Director, Organización escolar, Los Profesores, Pedagogía y curriculum, entre otros. Es indispensable una evaluación del trabajo realizado, de compartirlo, de compararse y de hacer partícipes
...