Investigación Como Base De La Enseñanza.
Enviado por sancherigenas • 16 de Mayo de 2013 • 1.624 Palabras (7 Páginas) • 266 Visitas
investigación como base de la enseñanza.
La mejora de la enseñanza vendrá, pues, por el desarrollo del "arte" del profesor y por el reforzamiento de su juicio, que partirá tomando la acción educativa como hipotética y experimental, para pasar a comprobar su validez en la práctica diaria.
Cierto es que las ciencias sociales pueden colaborar con la educación brindándole generalizaciones que esclarezcan las reglas de acción. Pero no pueden proporcionarle una tecnología que oriente al profesor de manera fiable para todos los grupos o casos.
La investigación, para resultarle útil al educador, exige que éste compruebe en el aula las implicaciones teóricas de la ciencia; dado que la misma sólo puede brindar información sobre el contexto para realizar predicciones que luego deberán ser puestas a prueba.
De esta manera, el docente se transforma en un investigador que, mediante una indagación crítica, sistemática y sostenida realiza comprobaciones empíricas en donde éstas resulten adecuadas. Por encima de todo, la acción educativa debe ser concebida como hipotética y su rango de conocimiento debe ser sometido a constante revisión, por poseer carácter provisional.
Stenhouse (1987: 42) asegura que toda comprobación debe ser obra de una acción sustantiva. Es decir, que debe llevarse a cabo dentro de un proyecto de enseñanza determinado, para optimizar la práctica. ésta es la diferencia sustancial entre la investigación científica y la educativa.
La distinción eficaz no reside entre científicos sociales y docentes, sino entre un acto de investigación y un acto sustantivo. Un acto de investigación es una acción para impulsar una indagación […] Un acto sustantivo se halla justificado por algún cambio en el mundo o en otras personas que se juzgue como deseable […] En educación los actos sustantivos se hallan concebidos para ayudar a las personas a aprender. (Stenhouse, 1987: 88)
Ya en 1946, Kurt Lewin definió a la investigación - acción como un procedimiento experimental indicado para dar respuestas a diferentes problemáticas del contexto. El mismo, debe ser justificado como un acto en un campo sustantivo de la acción. Esto quiere decir que, su principal característica, es su imposibilidad de estandarización, dado que trabaja sobre acciones significativas consideradas particulares de un momento y de un grupo. Por lo tanto, sería un error aplicar masivamente en el aula las generalizaciones de la psicología o de la sociología, ya que eso conlleva la uniformidad en el tratamiento de todas las escuelas. La enseñanza requiere, por el contrario, la vigilancia del aprendizaje en cada caso.
Siguiendo las premisas del mismo autor, la investigación permite el desarrollo profesional, por un lado, porque ofrece hipótesis posibles de comprobar en el quehacer cotidiano; y, por otro, porque aporta descripciones ricas en detalles para desarrollar un contexto comparativo con los propios casos. Claro está que, para que todo esto sea efectivo, se hace imprescindible un cambio de paradigma en la concepción de enseñanza- aprendizaje ymayores conocimientos teóricos por parte de los educadores.
Es sabido que, muchas veces, no concuerda lo que ocurre en el aula con lo que se plasma por escrito en un proyecto. Es por eso que Stenhouse (1984, 1987) acuñó el término de curriculum hipotético, como algo que puede ser modificable y perfectible. Es imperioso que dejemos de considerar al mismo como algo cerrado, acabado y dogmático, y que comencemos a emplearlo como herramienta útil para estimular las capacidades activas de aprendizaje, no sólo del alumno, sino también del profesor. Con una estructura sistemática de tales procedimientos, la indagación hará numerosos aportes en el laboratorio del aula. Así, surgirá un perfeccionamiento simultáneo y enmarcado en el modelo de currículum como proceso (Stenhouse, 1987). Lo que debe caracterizar a todo aprendizaje es la existencia de la duda compartida, porque las certezas no nos llevan a buscar respuestas, ni a conseguir nuevos conocimientos.
Desde esta perspectiva, el autor sostiene que es posible adecuar la enseñanza/aprendizaje al ritmo de cada alumno, adaptándonos a cada grupo o centro escolar. Esto llevará al educador a alcanzar la autonomía de juicio a través de un proceso que redefinirá la relación entre el docente, lo enseñado y el conocimiento. Este enfoque permite que el conocimiento se torne problemático, liberando a los educandos para que se animen a la exploración, en lugar de esperar sentados a que se les diga qué deben hacer o en qué deben creer.
La llamada tradición iluminativa, asociada al estudio de casos en lugar de muestras, fue la que orientó la investigación hacia la apelación descubriendo, así, una poderosa vía para el fortalecimiento del juicio del profesional y del desarrollo de su quehacer. A través del estudio de casos es posible, además, registrar experiencias que, aunque no ofrezcan leyes generales, sirven para compararlas con nuevas situaciones a través de la reflexión. Al permitir la comparación entre un grupo experimental y uno de control, se alcanza el gran beneficio de obtener formulaciones acerca del efecto provocado por el experimento.
Es aquí en donde surge la importancia del curriculum, en tanto que es el medio a través del cual resulta comunicado
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