JULIVERT Y EL ÁRBOL CONSEJERO

Universidad Autónoma de Nuevo León

Preparatoria 23

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Unidad de aprendizaje: Literatura

Nombre de la actividad: Integradora

Alumno:                                                            Matrícula:

 Mendoza Ortiz Fabián Gabriel                         1855889

 Navarro Borjón José Carlos                             1858453

Grupo: 324

Semestre: 3

Nombre del maestro: Carolina Guerrero de la Cruz 

Santa Catarina, Nuevo León a 3 de Septiembre  2017

  JULIVERT Y EL ÁRBOL CONSEJERO

En un enero frío de invierno que parecía ser como otro cualquiera, en la preparatoria 23, un estudiante de 4° semestre se sentía muy ansioso, nervioso e inseguro de sí mismo ya que todavía no sabía qué estudiar. Todos los demás alumnos tenían definido qué es lo que iban a ser, algunos seguían sus talentos y otros estudiarían lo que sus familiares les decían que serían de grandes, pero Julivert no tenía idea de lo que él quería ser. Ni siquiera conocía su verdadero potencial, era un alumno que se esforzaba por buenas calificaciones, pero algunas materias no las entendía; pero era muy bueno para cualquier cosa que tuviera relación con las ciencias naturales, ya fueran materias como biología o química; Julivert era muy talentoso para ellas, y aunque las matemáticas no eran su fuerte, él sabía defenderse en esa materia. El semestre estaba yendo para la mitad, y aún sin saber que estudiar. Pero, se le presentaba un problema más, sus padres. Ellos deseaban fervientemente que su único hijo entrara a la carrera de ingeniería mecatrónica y se convirtiera en el nuevo presidente de la empresa de su papá. Un día, cuando Julivert salió de la prepa y llegó a su casa, sus papás al igual que días anteriores le volvieron a insistir sobre la idea de estudiar ingeniería en mecatrónica. Empezaron a discutir hasta que Julivert les dijo: -‘’ Con ustedes no se puede hablar. ¡Son tan tercos como una mula!’’ Entonces se retiró de ahí y se fue a su jardín. Ya que, Julivert disfruta demasiado estar pasando la tarde en el jardín de su casa, le encanta estar en ese espacio. Es su espacio favorito ya que se siente con tanta paz interior más que una persona tan concentrada haciendo yoga. Es donde surge su tranquilidad, alegría, felicidad y las mejores ideas.  Cuando regaba sus hermosas rosas de un color rojo tan intenso como la sangre con la manguera especial que le regaló su abuela, solo pensaba en lo interesante que es la importancia de la naturaleza en el mundo, y en lo feliz y contento que ésta lo pone. Pero en ningún momento, se dio cuenta de que verdaderamente esa es su pasión y lo que más le gusta. Faltando unas cuantas semanas para tomar su decisión, en un día tan nublado y monótono, Julivert se encontraba caminando por un pasillo de la preparatoria cabizbajo, pensativo y un poco triste al seguir sin saber qué era lo que él quería estudiar, observó cómo un grupo de estudiantes arrancaban las hojas y ramas de un árbol ya descuidado. Julivert, al ver como maltrataron el árbol, lo menos que pudo hacer fue regarlo. Y con una gran frustración y deprimido, se sentó a un lado del árbol y empezó a decir en voz alta: -‘’Queda poco tiempo para tomar la decisión y tengo una gran inseguridad, no sé qué es lo que me gusta y no sé qué es lo que quiero estudiar. Mis padres quieren que sea un ingeniero en mecatrónica, pero ni siquiera me llama la atención la ingeniería, mis papás están enojados porque no quiero ser ingeniero, no sé qué hacer’’. Entonces, el árbol escuchó todo lo que Julivert había dicho, y en eso Julivert se retiró hacia su casa. Pasaron varios días y cada día, Julivert regaba el árbol con muchas ganas y con la esperanza de que  floreciera. Hasta que un día, el árbol por fin, tuvo varios retoños y una que otra hoja; eso hizo sentir demasiado feliz a Julivert. En ese momento, el árbol le habló a Julivert, y él tan sorprendido le dijo:

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