LA COMUNICACION
Enviado por enlys • 19 de Octubre de 2014 • 2.129 Palabras (9 Páginas) • 218 Visitas
El valor de saber escuchar desde la perspectiva del quinto acuerdo:
"Se necesita coraje para pararse y hablar. Pero mucho más para sentarse y escuchar". Winston Churchill.
La comunicación es descrita como una función interactiva entre las personas, que implica saber escuchar. Conversar es entender con la cabeza lo que la otra persona me este diciendo, pero la verdadera comunicación es cuando escuchas con el corazón, actualmente se están fomentando valores desde la perspectiva individual de tal manera que se refleje en los buenos resultados de una organización.
Podemos enumerar algunos sectores donde la comunicación es imprescindible, dependiendo del grado de aplicación es como se logra el éxito.
La primera gran empresa donde debemos evaluar la comunicación es el hogar, diariamente convivimos con los miembros de nuestra familia y nos damos cuenta que somos diferentes, en edades, gustos, formas de vestir, de hablar, etc., lo que genera que en ocasiones se eviten temas específicos como el área dinero, familia política, entre otros porque en lugar de escuchar nos hacemos juicios generando conflictos.
En las organizaciones la misión, visión y valores, están dando énfasis al crecimiento de la misma, generando en los trabajadores motivación y entusiasmo, sin embargo saber escuchar es una tarea nada fácil al nivel gerencial, pero cuando lo desarrollas te convierte en un excelente comunicador en la organización; en muchas revistas especializadas del mundo empresarial, se encuentran reportajes, entrevistas, homenajes a diversas personas que desempeñan o han desempeñado un puesto directivo o gerencial, esas son personas exitosas que han puesto al servicio de los demás una de las habilidades más exitosas, “saber escuchar”.
Saber escuchar, entonces es una habilidad que trae beneficios a quien transmite y a quien recepciona el mensaje, ciertamente se corre el riesgo de volverte vulnerable al transmitir pensamientos o sentimientos, pero bien vale la pena arriesgarse cuando el objetivo es mejorar las relaciones interpersonales.
Saber Escuchar el desarrollo del presente ensayo tiene un enfoque en la filosofía tolteca del quinto acuerdo, sin embargo para obtener una mayor claridad analizaremos brevemente otras obras que nos permiten conocer más acerca de saber escuchar.
La escucha empática S. Covey en su libro “los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva” (1) dice:
Procure primero comprender y después ser comprendido.
Plantea los Principios de comunicación empática de la siguiente forma: Cuando se aprende a escuchar profundamente a otras personas, se descubren diferencias enormes en la percepción. También se empieza a apreciar el efecto que estas diferencias pueden determinar cuando las personas tratan de trabajar conjuntamente en situaciones de interdependencia.
“Tenemos tendencia a precipitarnos, a arreglar las cosas con un buen consejo. Pero a menudo no nos tomamos el tiempo necesario para diagnosticar, para empezar a comprender profunda y realmente el problema
Este principio es la clave de la comunicación interpersonal efectiva, la aptitud para la comunicación es la más importante de la vida. Dedicamos a la comunicación la mayor parte de nuestras horas de vigilia, pasamos años aprendiendo a leer y a escribir, a aprender a hablar. ¿Y a escuchar? ¿Qué adiestramiento o educación nos permite escuchar de tal modo que comprendamos real y profundamente a otro ser humano en los términos de su propio marco de referencia individual? Lo que S. Covey, nos ilustra con lo anterior es que: cuando una persona habla, por lo general, la escuchamos en uno de los cuatro niveles siguientes:
Podemos estar ignorándola, no escucharla en absoluto
Podemos fingir. “Sí. Ya, Correcto”
Podemos practicar la escucha selectiva, oyendo sólo ciertas partes de la conversación
Finalmente, podemos brindar una escucha atenta, prestando atención y centrando toda nuestra energía en las palabras que se pronuncian. Pero, muy pocos nos situamos en el quinto nivel, la forma más alta de escuchar, la escucha empática, que este autor indica como “escuchar con la intención de comprender”.
También nos ilustra que “empatía no es simpatía”; simpatía es una forma de acuerdo o juicio, que a en ocasiones somos más emocionales Por todo lo anterior, puedo concluir que escuchar no es estar precisamente de acuerdo con lo que la otra persona nos transmite, lo que S. Covey nos confirma es que escuchar es poner nuestros sentimientos al servicio de la otra persona, porque a menudo estamos pensando que lo que le sucede a los demás también nosotros lo hemos pasado y terminamos haciendo consejos que no corresponden a la realidad
Alexis Codina Jiménez en su libro; Saber Escuchar, un intangible valioso (2) nos señala que hay problemas en la práctica de la escucha que tenemos que superar, siendo estos:
No interrumpir al interlocutor
Poner más atención cuando nos hablan
Concentrarnos más en lo que nos dicen, escuchar palabras y gestos Ser escuchados nos satisface, debemos ser consecuentes con esto y tener más disposición para escuchar a los demás.
Parafrasear lo que dice el otro (repetirlo, resumirlo) para verificar que hemos comprendido
Evitar barreras, no hacer suposiciones previas
Evitar tener la “mente en blanco”, cuando nos hablan
No identificar la acción de escuchar como una actitud de sumisión
Demostrarle al otro que le prestamos atención, que nos interesa lo que dice, aunque no coincidamos
Mirar al que habla entre las razones principales por las que la mayoría de nosotros no escuchamos con atención a los demás están: temor a ser influidos por ellos, pensar que somos los poseedores de la verdad, que el otro está equivocado, sentir que cuando uno habla puede ejercer más influencia que cuando escucha.
Sin embargo, en una investigación muy interesante sobre cómo actúan los negociadores exitosos, entre los comportamientos que asumen estos en una negociación se encuentra que “... escuchan mucho más que los negociadores promedio…”. Por eso, un especialista afirma "...quien controla una conversación no es quien más habla sino quien mejor escucha...".
La realidad es que, cuando se nos escucha auténticamente tenemos tendencia a expresar más cosas, y con mayor profundidad y riqueza de detalles que si se nos escucha superficialmente. Esta es la oportunidad que aprovechan los negociadores exitosos. Cuando el interlocutor percibe que lo estamos escuchando con interés, nuestra influencia es mayor.
El análisis que este autor escribe, en mi opinión se refiere a que en ocasiones, manipulamos la conversación y nos convertimos en consejeros, victimas
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