LOS CONCILIÁMBULOS BLANCOS

LOS CONCILIÁMBULOS BLANCOS

 El ser humano es diferente, ciertamente ha cambiado, ha dejado atrás su salvajismo e impetuosidad; ha renunciado a  su carácter primitivo y se constituyó a partir de la evolución. Con el paso de las generaciones el hombre ha dejado atrás doctrinas, viejos lineamientos e ideales que sólo lo atan, que lo restringen a recordar su pasado y actuar con base al mismo. El hombre ha demostrado ser un ser condicionado.

Está condicionado en la medida que depende de las circunstancias y los sucesos que acontecen en su entorno, tales eventos representados en el influjo sociocultural que es el eje central de la esfera. De esta manera, aspectos como la religión, las costumbres y los ideales, son los factores que definen cómo será el hombre a razón del tiempo y frente a civilizaciones posteriores; en resumen, la cultura es al hombre como el hidrógeno es al agua, esencial.

Así, podemos notar en distintas sociedades cómo y de qué manera son representados estos factores que aunque parecen imperceptibles, siempre se encuentran inmersos en lo que somos. En teoría, todo es simplemente resultado de la adaptación del hombre a la época, un cambio de enfoques, de intereses; tal cual alguna vez sufrimos hace varios siglos atrás al dejar el misticismo y el vitalismo por las corrientes del cristianismo e ir inclinándonos, cada vez más, por el hombre y sus problemas.

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INTRODUCCION

Resulta sumamente necesario, que desde la academia y en general desde toda institución en

la que se dispongan algunos a impartir cátedra, desde la posición del cuerpo docente, y otros a

recibirla, por parte del cuerpo estudiantil, se pretenda e impulse al conocimiento de la realidad

social y el contexto o entorno bajo el cual nos desarrollamos, convivimos y en el que en su

defecto permanecemos por encontrarnos domiciliados en el territorio que lo comprende. Desde el

más docto hasta el más iletrado requiere del conocimiento de su realidad objetiva en tanto de ella

depende la pertenencia del mismo en ésta y la pertinencia del mismo para con las directrices que

está determine.

Así pues, es inevitable para cualquier persona el conocer, reconocer, indagar y pretender

esclarecer los elementos ligados a todo cuanto le rodea al éstos sugerir un abanico de

posibilidades en la medida en que suponen aspectos por comprender y al llevarlo más al plano

personal, interpretar; de esta manera es sencillo observar la esencia de esa pretensión, la misma

que motiva a la investigación y a las ansías por el saber y el conocimiento: la incertidumbre y la

curiosidad. Desde los presocráticos hasta nuestros días el hombre ha buscado el saber y le ha

amado hasta el punto en que éste resulta el principal motivante de sus acciones, la necesidad de

poseerlo y las implicaciones de manipularlo son sinónimos de poder, que en últimas representa la

mayor ambición del hombre.

No obstante, al buscar que al impartir cátedra se busque de una unión con la realidad en

verdad se intenta compaginar ambas situaciones, unir la práctica con la teoría y ver cuáles son

los alcances de las mismas en pro de una educación integral, de calidad y cuyos estándares

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