La Historia Del Castellano
Enviado por FabiolaG • 27 de Enero de 2014 • 3.086 Palabras (13 Páginas) • 197 Visitas
La Historia del Castellano
En la formación del español cabe distinguir tres grandes periodos: el medieval, también denominado del castellano antiguo, fechado entre los siglos X al XV; el español moderno, que evolucionó desde el siglo XVI a finales del XVII, y el contemporáneo, desde la fundación de la Real Academia Española hasta nuestros días.
El castellano medieval
El nombre de la lengua procede de la tierra de castillos que la configuró, Castilla, y antes del siglo X no puede hablarse de ella. Por entonces existían cuatro grandes dominios lingüísticos en la Península.
El castellano fue tan innovador en la evolución del latín como lo fueron los habitantes de Castilla en lo político.
En el sur, bajo dominio árabe, hablaban mozárabe las comunidades hispanas que vivían en este territorio y conservaron su lengua heredada de épocas anteriores. La mantuvieron sin grandes alteraciones, bien por afirmación cultural que marcara la diferencia con las comunidades judía y árabe, bien por falta de contacto con las evoluciones que se estaban desarrollando en los territorios cristianos. En esta lengua se escriben algunos de los primeros poemas líricos romances: las jarchas, composiciones escritas en alfabeto árabe o hebreo, pero que transcritas corresponden a una lengua arábigo-andaluza.
El primer paso para convertir el castellano en la lengua oficial del reino de Castilla y León lo dio en el siglo XIII Alfonso X, que mandó componer en romance, y no en latín, las grandes obras históricas, astronómicas y legales. El castellano medieval desarrolló una serie de fonemas que hoy han desaparecido.
Desde el punto de vista gramatical ya habían desaparecido las declinaciones del latín y eran las preposiciones las que señalaban la función de las palabras en la oración. Los adjetivos posesivos iban precedidos de artículo.
El español del siglo XII ya era la lengua de los documentos notariales y de la Biblia que mandó traducir Alfonso X.
El castellano moderno
La publicación de la primera gramática castellana de Elio Antonio de Nebrija en 1492, fecha del descubrimiento de América y de la toma de Granada por los Reyes Católicos, establece la fecha inicial de la segunda gran etapa de conformación y consolidación del idioma.
A esta época pertenece el cambio de las consonantes que altera y consolida definitivamente el sistema fonológico del español.
Desde el punto de vista del léxico adquirió una gran cantidad de neologismos, pues a estos momentos correspondió la expansión de Castilla y, por lo tanto, el contacto con otras culturas. Consiguió consolidarse como lengua dominante frente a otros dialectos peninsulares al llevarse a cabo la unidad política de Castilla y Aragón y ser el castellano la lengua de los documentos legales, de la política exterior y la que llegó a América de la mano de la gran empresa realizada por la Corona de Castilla, ya fijada en la gramática normativa de Nebrija.
En Francia, Italia e Inglaterra se editaban gramáticas y diccionarios para aprender español, que fue la lengua diplomática hasta la primera mitad del siglo XVIII. En esta etapa de la lengua se llegó al esplendor literario que representan los autores del siglo de oro. El léxico incorpora palabras originarias de tantas lenguas como contactos políticos tenía el imperio. Del italiano entran en el español desde el siglo XV al XVII los nombres de la métrica y preceptiva literaria.
Los americanismos, que comienzan a entrar en el siglo XVI, ofrecen una lista referida a las realidades que en Europa no se conocían y que son españolismos tomados por las lenguas europeas que proceden del quechua y el guaraní. Los términos más antiguos, proceden de los arawak.
El español contemporáneo
En el año 1713 se fundó la Real Academia Española. Su primera tarea fue la de fijar el idioma y sancionar los cambios que de su idioma habían hecho los hablantes a lo largo de los siglos. En esta época se había terminado el cambio fonético y morfológico y el sistema verbal de tiempos simples y compuestos era el mismo que ha estado vigente hasta la primera mitad del siglo XX.
Los pronombres átonos ya no se combinaban con las formas de participio y, gracias a la variación morfológica, los elementos de la oración se pueden ordenar de formas muy diversas con una gran variedad de los estilos literarios.
La romanización.
Debemos entender por romanización el proceso de implantación de la ciudad como hábitat y la conversión de un individuo, más o menos tribal, en ciudadano. Este proceso se iniciaba de forma automática una vez pacificado un nuevo territorio y tenía como fin último la imposición de la organización política, social, cultural y económica del colonizador. En la mayor parte de la península la influencia romana caló muy pronto en las estructuras sociales; en las regiones septentrionales, con un nivel de desarrollo muy primitivo, los romanos no consiguieron desarrollar una vida urbana que era antes de la conquista inexistente, y cuyas formas de vida se contraponían radicalmente a las romanas. Esto explica tanto la resistencia de estos pueblos a los conquistadores como la supervivencia de la cultura prerromana que continúa viva y aflorará, siglos más tarde y casi intacta, para comenzar la Reconquista.
Parece obvio que los romanos no buscaban fundar importantes ciudades en
territorio cántabro y astur, sino aprovechar la riqueza minera y agropecuaria de la zona, de suerte que la principal arma romanizadora – fundación de colonias y ciudades – no fue aplicada en nuestros territorios. Las vías de romanización van a ser aquí muy distintas, pues la consecución de sus objetivos no va a precisar la disolución de las estructuras sociales indígenas, y tampoco se produce la fusión cultural que aconteció en el resto de la península. Durante siglos van a coexistir ambas culturas, aunque podemos citar tres elementos básicos de romanización:
1.- El latín. Fue, con mucho, el principal triunfo romano en estas tierras y hoy es indudable que su asimilación fue mayoritaria y muy temprana. La lengua de los conquistadores se extendió como una mancha por toda la península, y es seguro que antes de las guerras cántabras los pobladores del norte ya lo conocían gracias al contacto con los pueblos mesetarios. A partir de entonces su uso fue generalizado durante siglos (hemos visto un claro ejemplo en la epigrafía vadiniense), sustituyendo el primitivo lenguaje de origen celta de los cántabros del que apenas conocemos nada.
2.- El ejército. Ya la famosa frase del poeta Horacio, Cantabrum indoctum iuga ferre nostra (El cántabro, no enseñado a llevar nuestro yugo), hablaba bien a las claras de la naturaleza guerrera de este pueblo, cuya capacidad
...