Lengua, Pensamiento Y Realidad
Enviado por JSCMiranda • 14 de Marzo de 2015 • 1.792 Palabras (8 Páginas) • 221 Visitas
Pensamiento
A menudo se entiende por pensamiento lo mismo que por pensar. En otras ocasiones se distingue entre ambos, pero se reconoce que los significados de los dos términos se hallan estrechamente relacionados entre sí. Aquí vamos a mantener la distinción con el objeto de diferenciar entre la actividad de pensar y los objetos obtenidos mediante dicha actividad. Así, denominaremos pensar al proceso mental mediante el que los seres humanos, en contacto con la realidad material y social, elaboran conceptos, los relacionan entre sí y adquieren nuevos conocimientos. Y, denominaremos pensamiento al contenido de ese proceso mental. Dicho contenido puede ser una imagen, un concepto, una proposición... pero en todo caso debe ser distinguible del acto de pensarlo. No es menester que sea una realidad independiente de todo pensar, pero es indispensable que sea algo comunicable o expresable, por lo pronto expresable al mismo sujeto que piensa, pero también a otros sujetos. Un pensamiento es, pues, equiparable a una construcción mental. Los pensamientos son designata de ciertos términos.
El Pensamiento como actividad: pensar
La tradición filosófica ha considerado que la actividad mediante la cual se elaboran los contenidos del pensamiento es la abstracción. La abstracción es una operación de la mente que tiene por objeto separar, de los objetos percibidos por los sentidos, una característica, esencial o accidental, que no existe independientemente del todo de donde se ha separado, pero que representa o bien la naturaleza de un objeto o una propiedad suya, o bien lo que de común hay entre varios objetos, y por cuyo medio decimos que entendemos qué son aquellas cosas. El resultado de la abstracción (lo abstraído o lo abstracto) es el concepto o la idea en sentido tradicional; aquello de donde se abstrae es el objeto o los objetos percibidos por los sentidos.
La cuestión de cómo los procesos cognoscitivos superiores logran sus representaciones cuenta con una larga tradición filosófica, que ha entendido la abstracción de dos maneras principales: como un poder del entendimiento y como una operación mental.
a) Como un poder del entendimiento, con el que se capta la naturaleza de una cosa. Esta manera de entender la abstracción la hallamos en Aristóteles (quien la opone a la intuición de las esencias o captación directa de las ideas por la mente -posición de Platón); puesto que toda idea o todo concepto universal de la ciencia debe provenir de la experiencia, los conceptos universales se obtienen a partir de la inducción, esto es, observando lo que hay de común o semejante en varios individuos, o bien son resultado de la actividad iluminadora del entendimiento agente, que capta la esencia del objeto en lo que llama imagen sensible (realismo).
b) Como una operación mental, con la que se dejan de lado las características individuales de varias cosas para tomar en consideración sólo lo que es común a todas ellas. Este modo de entender la abstracción es propio de la tradición empirista. Las ideas tomadas de las cosas particulares representan a todas las cosas de la misma clase, con lo que abstraer consiste en otorgar un mismo nombre a todo lo que se asemeja (nominalismo).
En ambos casos, el resultado de la abstracción es algo general, común a muchos objetos, que suele denominarse concepto.
¿Qué es “pensar”? La Psicología actual entiende el pensar como resolución de problemas. Entre las cuestiones que se han investigado, entre los problemas que se han debatido respecto al “pensar” figura el de su relación con otras actividades psíquicas o mentales. A este respecto se han elaborado las siguientes opiniones:
● El pensar va siempre acompañado de otras representaciones psíquicas, en particular de imágenes (opinión tradicional que siguen la mayoría de las escuelas psicológicas).
● El pensar carece de contenido sensorial: es un "pensar sin imágenes" (opinión de la Escuela de Würzburgo).
● El pensar va acompañado de representaciones concomitantes (fenómenos volitivos, emotivos, imágenes, etc.), pero no puede ser reducido a ninguna de ellas (opinión intermedia entre las dos anteriores).
Pensamiento como objeto: pensamiento
Las formas básicas de pensamiento que contempla la lógica tradicional son el concepto, el enunciado y el razonamiento. Aquí sólo nos vamos a ocupar del concepto.
En un sentido amplio, “concepto” equivale a “idea general” o “idea abstracta”. Para la filosofía tradicional, el concepto es el resultado del proceso de abstracción, mediante el cual el sujeto (que conoce) logra una representación mental del objeto (conocido) de un modo general y abstracto. Un concepto se distingue de una imagen en que ésta posee características concretas comunes con algún objeto determinado, mientras que el concepto sólo contiene características generales, esenciales y definitorias, obtenidas por abstracción. La imagen mental de una montaña contiene la forma de alguna montaña, mientras que el concepto sólo posee las características definitorias que se aplican necesariamente a cualquier montaña: “cumbres elevadas”, por ejemplo.
Pero los conceptos no sólo son resultado de un proceso cognoscitivo, sino que, además, en tanto que representaciones mentales, son necesarios para pensar las cosas, en el sentido de que sólo el concepto posee la suficiente determinación que hace posible el reconocimiento y comprensión de lo percibido por los sentidos. Así, el concepto de “flor” se obtiene, evidentemente, por abstracción de la experiencia de muchas flores observadas; pero, una vez en la mente, es también el conjunto de características mentales con el que puede decidirse si el objeto contemplado es, pongamos por caso, una flor, un fruto o las hojas de una planta; o el criterio que utilizamos para aplicar los nombres a las cosas.
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