Limitar Incisos
Enviado por destroyan • 5 de Enero de 2013 • 4.895 Palabras (20 Páginas) • 1.273 Visitas
1. Limitar los incisos
Richaudeau (1978) califica el inciso de pantalla lingüística (écran linguistique), porque corta el flujo natural de la frase. Propone hacer un uso moderado de los incisos, tanto en cantidad como en calidad, y da dos consejos. Primero, reducir los incisos a menos de 15 palabras que, como hemos dicho antes, es la capacidad media de la memoria a corto plazo. Pero si no podemos prescindir de un inciso largo, entonces el autor recomienda —y éste es el segundo consejo que, dicho sea de paso, es una de las estrategias más usadas en el habla—, recomienda refrescar la memoria del lector repitiendo la última palabra de la frase después del inciso, tal como acabo de hacer repitiendo la palabra recomienda. Veamos otro ejemplo:
La Administración Clinton decidió ayer, en lo que parecen ser los preparativos finales para una eventual invasión de Haití y en medio de la creciente oposición popular y de la oposición republicana, enviar a las costas de este país caribeño a dos portaaviones... [El Periódico, 14-9-94] ...y de la oposición republicana, decidió enviar a las costas...
2. Podar lo irrelevante
Hay que comprobar que todas las ramas de la frase aporten información útil. A menudo algunas subordinadas y complementos del nombre (introducidos por de, por, a...) son muletillas o clichés de escaso o nulo significado [pág. 145]. La frase gana claridad si se le poda la hojarasca seca y nos quedamos solamente con las palabras clave, con las hojas verdes y lustrosas:
Un hombre no identificado, al parecer joven, que se cubría el rostro con un capuchón y portaba una pistola, realizó un atraco en las dependencias de la sucursal del banco X, ubicada en la calle Y, de la que consiguió llevarse un botín que asciende a un total de dos millones de pesetas. [La Voz de Galicia, 1992]
Un encapuchado se llevó a punta de pistola dos millones de pesetas de la sucursal del banco X en la calle Y.
Un médico de un gran hospital londinense ha provocado una fuerte polémica al afirmar que está preparado para utilizar un programa de ordenador diseñado para decidir qué pacientes deben ser atendidos prioritariamente en función de sus posibilidades de supervivencia. [ABC, 25-8-94]
Un médico londinense crea polémica al presentar un programa informático que decide qué pacientes deben ser atendidos prioritariamente según sus posibilidades de supervivencia.
Las drogas son sustancias que, si bien antes algunas de ellas se utilizaban para curar, hoy en día, además de ser utilizadas por la medicina, sirven para que algunos individuos, ya sea por vía intravenosa, en pastillas, esnifando o de cualquier otra manera que ellos saben, les produzca, una vez han entrado en la circulación sanguínea y llegan al cerebro, un estado de excitación especial. [Al] Si bien antes las drogas se utilizaban para curar, hoy en día las ingieren algunos individuos, ya sea por vía intravenosa, en pastillas, esnifando o de cualquier otra manera, para conseguir una excitación especial cuando la sustancia llega al cerebro a través de la sangre.
Este estilo vacío de la izquierda, supuestamente formal y culto, sólo consigue dificultar la comunicación. El lector y la lectora tienen que leer más palabras y prestar más atención... ¡y los autores nos complicamos la vida escribiendo frases torturadas!
3. Juntar las palabras relacionadas
El inciso puede estorbar o incluso confundir la lectura, si se inserta torpemente entre dos palabras que deben aparecer juntas. Éste es el caso de algunos incisos que separan, sin motivo, sujeto y verbo, verbo y objeto, o nombre y adjetivos. Debemos situar el inciso en la posición de la frase que resulte menos conflictiva. Ejemplos:
La pasta, si se prepara con imaginación, puede ser, incluso en los banquetes más formales, un plato muy apreciado.
La pasta puede ser un plato muy apreciado, incluso en los banquetes más formales, si se prepara con imaginación.
La vida del tercer conde Godó, actual editor de «La Vanguardia», a quien se acusa de trapicheos con facturas falsas e implicación en espionaje telefónico, del que se declara inocente, tiene, en la tragedia juvenil, un cierto paralelismo con la de su abuelo Ramón. [El Mundo, 28-11-93] La vida del tercer conde Godó, actual editor de «La Vanguardia», tiene un cierto paralelismo con la de su abuelo Ramón en la tragedia juvenil. Se le acusa de trapicheos con facturas falsas e implicación en espionaje telefónico, del que se declara inocente.
Una última cuestión más filosófica sobre los incisos se refiere a las causas que los provocan. Cada persona elige su estilo de escritura y, por lo tanto, parece lícito que alguien se incline por el inciso abundante y el estilo rebuscado. Pero sospecho que a veces no se trata de una elección personal, sino de limitaciones verbales y, al fin y al cabo, de incapacidad para expresar ideas intrincadas una detrás de otra, de manera simple y comprensible. Hay una gran diferencia entre la oración compleja que desarrolla minuciosamente una única idea, con incisos que matizan y complementan la estructura básica; o el chorro de frases brutas, poco elaboradas, en las que los incisos sirven para incluir nuevas ideas, dispersas y distintas, que no se han sabido formular de ninguna otra forma.
Veamos qué puede pasar en la práctica. Nuestro pensamiento corre más deprisa que la mano, apuntando o tecleando, y se nos ocurren ideas paralelas, cuando todavía no hemos terminado de escribir Ja primera. Puesto que no hay tiempo y tampoco encajan sintácticamente, la solución más sencilla consiste en abrir un inciso en la frase que estamos escribiendo (un paréntesis, unos guiones o unas comas) y apuntar la idea nueva; luego lo cerramos y continuamos la frase original con la primera idea, y así sucesivamente. Actuando de esta manera, eludimos la tarea de relacionar las ideas entre sí y de presentarlas ordenadas y claras en el texto. El lector tendrá que suplir el trabajo que el autor descuidó. Leer será mucho más difícil.
Termino este apartado con una cita de otro cantautor catalán. Comparto con Joan Manuel Serrat —¡y quizás estarás de acuerdo con nosotros!— lo de tener algo personal con ciertos tipos: con «los sicarios» que «no pierden ocasión en declarar públicamente su empeño en propiciar un diálogo de franca distensión, que les permita hallar un marco previo que garantice unas premisas mínimas, que contribuyan a crear los resortes que impulsen un punto de partida sólido y capaz, de este a oeste y de sur a norte, donde establecer las bases de un tratado de amistad que contribuya a poner los cimientos de una plataforma donde edificar un hermoso futuro de amor y de paz.
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