Memorial
Enviado por nfponce22 • 6 de Octubre de 2013 • Informe • 1.924 Palabras (8 Páginas) • 388 Visitas
"Muy poderosos y soberanos señores: el obispo que fue de Chiapas besa á V.A. las manos y suplica tenga por bien con atención oir cómo ha muchos años que ando en esta real corte y ante este Real Consejo de las Indias, negociando y procurando el remedio de las gentes y naturales de las que llamamos Indias, y que cesen los estra¬gos y matanzas que en ellos se hacen contra toda razón y justicia; y puesto que la voluntad de los reyes ha sido proveerlos de Justicia y conservarlos en ella, y no consentir que les fuesen hechos daños y agravios y así lo han mostrado por sus muchas leyes⁷, pero llegadas allí no se han cumplido, porque los unos y los otros siempre han engañado a los reyes. Dos especies de tiranía con que han asolado aquellas tan innumerables repúbli¬cas: la una en nuestra primera entrada, que llama-ron conquista. La otra fue y es la tiránica goberna¬ción a la que pusieron con nombre repar-timientos o encomiendas, por la cual a los reyes naturales habemos violentamente, contra toda razón y justicia, despojado a los señores y súbditos de su libertad y de las vidas."
Memorial⁸ de Fray Bartolomé de Las Casas al Consejo de Indias, 1562-1563.
TS El Consejo de las Indias se creó en 1524, en tiempos de Carlos I. En realidad, se trata-ba de un tribunal de apelación superior. Tenía también funciones administrativas y legislativas (previa consulta al rey) y regulaba los asuntos en materia eclesiástica. Fue suprimido definitivamente en 1834.
La encomienda o repartimiento consistía en repartir a los indios a cada co-lono español, bajo cuya protección o encomienda se ponían dichos indios. El encomendero podía exigirles el pago de un tributo en trabajo o en especies, posterior-mente también en dinero, a cambio de darles instrucción religiosa. Aunque hubo varias declaraciones reales en las que se reiteraba el principio de libertad religiosa de los indios, en la práctica eran tratados como esclavos.
Bartolomé de Las Casas[[#_ftn9|[9]]] (1484-1566) fue un encomendero que tras abando-nar sus tierras se hizo clérigo dominico. Denunció los abusos de los encomenderos contra los indios. Inicialmente propuso reemplazar la mano de obra indígena con esclavos negros, pero luego se desdijo. Según él, las bulas pontificias sólo concedían a los reyes el derecho a predicar el evangelio a los indios, pero sin tener un poder directo sobre ellos. Sostenía que los indios eran libres y que sólo podía convencérseles pacíficamente. Una vez convertidos voluntariamente al cristianismo estarían sometidos al rey de Castilla. Por eso, todas las guerras contra ellos eran injustas.
TS La polémica de los justos títulos
Lorenzo Losada Bueno y José Flores Téllez, Profesores del I.E.S. Carolina Coronado de Almendralejo y Santa Eulalia de Mérida, respectivamente
Al poco tiempo de iniciarse la conquista surgió la pregunta de si era legítima o no la pre-sencia castellana en Indias. El inicio de este interrogante se había debido al sermón pro-nunciado por el dominico Fray Antonio de Montesinos el cuarto domingo de Adviento de 1511 en la isla de La Española; Montesinos denunciaba los abusos y excesos que los es-pañoles estaban cometiendo con los nativos, tratándolos como si no fueran hombres. La reacción de los conquistadores fue la denuncia de las palabras pronunciadas por el fraile dominico, por ver en ellas la negación del derecho de España a conquistar y dominar los territorios ultramarinos recién descubiertos y a someter a sus habitantes. Se había iniciado la controversia sobre si era legítima la presencia castellana en el Nuevo Mundo. La cuestión planteada inquietó a la corona y se estudió y reflexionó de forma profunda en las aulas uni-versitarias. El problema de los “justos títulos” llevó a adoptar diversas posturas doctrinales favorables o contrarias a la conquista.
En 1512, a instancias del rey Fernando, se reunía en Burgos una junta de políticos, teólogos y juristas con el fin de dictaminar si los títulos aducidos por España para la con-quista y colonización de las Indias eran justos o no. Entre los convocados por el rey católico destacaron el profesor de Teología de la Universidad de Salamanca, el dominico Matías de Paz y el jurista Palacios Rubios. Las tesis que defendían se resumían en lo siguiente: primero, sólo en el Papa, como Vicario de Cristo y cabeza de la Iglesia, reside el poder sobre los infieles; segundo,todos los reinos están obligados a acatar la soberanía del Papa; tercero, la Iglesia por sí misma, o a través de algún príncipe católico, puede hacer la guerra a los infieles y dominarlos si no se acepta la autoridad del papado; los reyes de España, gracias a las bulas alejandrinas, tenían el derecho de dominar, esclavizar y exigir todo tipo de servidumbres y bienes a los infieles indios. Así pues, este planteamiento justifica el derecho de los reyes castellanos sobre América, por delega-ción de la autoridad papal. La Junta convocada en Valladolid en 1513 acordó que para la realización de nuevas conquistas con autorización del Papa, sería suficiente saber que sus habitantes eran idólatras; la licitud de la guerra vendría dada por la lectura previa del “Requerimiento”, que pedía a los indios que obedecieran al Papa como representante de Cristo, y se sometieran al rey español; si los indios se resistían se les podía hacer esclavos y disponer de sus bienes. El uso del “Requerimiento” empezó a recaer a partir de 1526, pues se buscaban nuevos títulos que justificaran el derecho del Emperador Carlos V sobre la Indias; así, desde 1530 de justifican las nuevas conquistas porque de esta manera aumen-tarán los súbditos cristianos del emperador; también se justifica la guerra contra los paganos que rechazaban el Evangelio y la Iglesia.
Frente a este planteamiento legitimador, se alzará la postura radicalmente opuesta de fray Bartolomé de Las Casas (1484-1566), encomendero que abandonó sus tierras, se hizo clérigo dominico y llegó a ser obispo
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