Modelos De Evaluación

Modelos de evaluación

Existen dos modelos básicos de evaluación:

Modelo tradicional: se caracteriza por concebir a la evaluación como la medición de productos de aprendizaje para calificar a los alumnos. En este modelo, la función central de la evaluación es la calificación del alumno: se lo califica con una nota y, de esta forma, se acreditan los supuestos saberes que el estudiante tiene o no tiene.

Las evaluaciones realizadas sobre los frutos del aprendizaje son:

Evaluaciones sumativas: tienen como objetivo apreciar el grado de apropiación de los contenidos por parte de los estudiantes, es decir que se emite un juicio sobre los resultados del aprendizaje.

La calificación o el examen se aplican sobre el desempeño del alumno, en una relación de poder desigual, concentrado en el juicio evaluativo del docente. Quien evalúa siempre es el docente; el evaluado siempre es el alumno.

El docente, en este modelo, no comparte la responsabilidad ante el posible fracaso del alumno. No se analizan los errores de la evaluación, ni tampoco la pertinencia de las estrategias de aprendizaje utilizadas.

Los instrumentos para evaluar son las pruebas escritas y las de multiple choice (elección múltiple), cuyo resultado se plasma luego e otro instrumento de poder, como lo es el boletín de calificaciones.

Si bien no es una evaluación que generalmente sea continua, adquiere esta cualidad cuando se la utiliza como sanción. La evaluación tiene una función de control: se comprueban los contenidos que el alumno logró para calificarlo, y se castigan o controlan los actos de indisciplina.

Los estándares a cumplir son estipulados por el maestro, y la evaluación se realiza en función de un desempeño modelo.

En este patrón, el docente valora y emite un juicio, pero no explica las causas que llevaron al alumno a dicho desempeño independientemente de que apruebe o no el examen.

Según Edith Litwin, manifiesta que, en el modelo tradicional de evaluación, el alumno no tiene interés por aprender, por conocer, sino que su real interés está en aprobar. Pero a ello contribuye la actitud del docente, que cuando está enseñando un tema nodal resalta la importancia del mismo advirtiendo que será un contenido a evaluar; de esta forma, va estructurando toda la situación de enseñanza para la futura evaluación

Modelo alternativo: La evaluación debe ser una instancia de reflexión y análisis y no solo un instrumento para comprobar, calificar y controlar a los alumnos.

Las pruebas escritas o de elección múltiple no brindan al docente la información suficiente para analizar posibles cambios en las estrategias de enseñanza o en la mejora del currículum. Cabe aquí plantearse, entonces, pensar en la utilización creativa y critica de otros posibles instrumentos de evaluación.

En este enfoque, evaluar no es simplemente poner

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