Octavio Paz y Carlos Fuentes
Enviado por herake • 15 de Septiembre de 2021 • Ensayo • 778 Palabras (4 Páginas) • 144 Visitas
Clásicos de la Literatura Mundial
Nombre: Karen Elizabeth López Cusme
Comparación entre el laberinto de la soledad de Octavio Paz y El espejo enterrado de Carlos Fuentes
En el camino del prestigioso laberinto, el intentar desenterrar el espejo para encontrarse resulta tentador e inclusive asonante, conlleva a cuestionar la identidad que se puede encontrar en este paseo solitario. Además, con suerte y buen gusto se puede intentar guiar una continuación para ver y todavía aún mejor verse tal cual, la realidad o proyección, en el espejo. En esta maraña la virtud se desentierra y la identidad busca su camino de salida en silencio, fielmente arraigada a la historia que marca, sella y expone. Octavio Paz y su ensayo “el laberinto de la soledad”; que estremece desde principio a fin, se verá relacionado en el presente ensayo con Carlos Fuentes y “El espejo enterrado”, para notar la relatividad en las obras de dos indiscutibles grandes figuras literarias de la literatura mexicana del siglo XX.
En el laberinto de la soledad Octavio Paz explica que “La historia de México […] contiene la respuesta a todas las preguntas. Las circunstancias históricas explican nuestro carácter en la medida que nuestro carácter también las explica a ellas” (Paz, 1950, pág. 64). Con esto Paz manifiesta la significancia que tienen para él los sucesos más importantes de la historia de México. En El espejo enterrado, aunque Fuentes inicia con una introducción sobre Cristóbal Colón y el descubrimiento del Nuevo Mundo; y como Colón pinta y ofrece un paraíso hermoso a España, visualizando una sociedad perfecta y la felicidad del hombre, sin discordias ni injusticias, pero después niega todo y llega a esclavizar a los habitantes; lo cual forma parte de la historia de Latinoamérica y también de México, luego trata sobre México previo a la conquista, al presentar al imperio Azteca, que era el más grande, presenta las creencias de dioses, sacerdotes y guerreros, y en general la cultura mesoamericana, que al tenerse que enfrentar con los españoles consideran que son difíciles de afrontar por las armas que poseían y se les da oro y objetos preciosos, e incluso a Hernán Cortés, confundido con Quetzalcóatl, se le ofrece a La Malinche, la traidora de los indios, como se le reconoció. Como así lo manifiesta Fuentes en el Espejo enterrado: “La intérprete, pero también la amante, la mujer de Cortés, la Malinche estableció el hecho central de nuestra civilización multirracial, mezclando el sexo con el lenguaje.” (Fuentes, 1993, pág. 72). Razonablemente, la Malinche para Paz es el símbolo del nacimiento del México moderno, ya que representa la violación de las indígenas, perpetradas por los españoles figurados por Cortés.
Entonces la esencia del mexicano se ha moldeado con la ayuda de la historia de México, y lo que esta ha implicado, Paz en su ensayo repasa principalmente la nación e identidad mexicana, presentando en los primeros capítulos los rituales, símbolos, modales y movimientos de la cultura y también su transformación, confiando sobre la solidez de que el mexicano se instituye en la soledad como imagen histórica. Porque también se debe tener en cuenta lo que manifiesta Paz: “el tiempo no era sucesión y tránsito, sino manar continuo de un presente fijo, en el que estaban contenidos todos los tiempos el pasado y el futuro” (Paz, 1950, pág. 188); con esto se puede afianzar más la tesis de que la identidad mexicana esta arraigada a la historia. Así mismo, y aunque no particularmente para México, pero si en relación; Fuentes en el Espejo enterrado vislumbra la historia como forma de lo que es hoy el americano como lo sustenta Grenni Montiel y Héctor Raúl “España no se puede entender sin América, y América no se concibe sin España. América fue la utopía para España; España es una posibilidad para América. Como dos espejos, frente a frente” (Montiel & Raúl, 2013).
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