Pedagogia
Enviado por ArceliaMarlen • 10 de Octubre de 2013 • 1.099 Palabras (5 Páginas) • 240 Visitas
¿IMPORTANCIA O RELEVANCIA?, Y EN LA PRIMARIA HISTORIA ¿PARA QUE?Normalmente caemos en la monótona y redundante idea de que enseñar historia en las escuelasprimarias es lo más aburrido que se puede llevar a las aulas, creemos que de todas las asignaturasque nos muestra el Plan de estudios, historia es lo que sale sobrando, historia es lo que debe tenermenos tiempo y que de preferencia no debiese existir en el plan y programas pues solo retomatemas que están en el pasado y que no interesan en la actualidad. Como docentes muchas vecesse olvida que esta asignatura esta hecha con un fin, olvidamos que ese pasado que en ocasionesresulta aburrido es lo que ha dado pie a nuestra actualidad, es lo que ahora nos permite vivir comovivimos y estar donde estamos.Actualmente y de generación en generación se ha transmitido la idea de ese aburrimiento quetrae consigo esta asignatura, como docentes en ocasiones no solo nos conformamos con noaceptar esta asignatura sino que teniendo la oportunidad y a veces sin pensarlo, con nuestrasactitudes también aprovechamos para transmitir ese descontento al abordarla, vemos a la historiacomo algo que se tiene que ver porque lo estipula el Plan y programas y ante esto solo se hace conel fin de obtener una calificación para poder llenar una boleta que espera un puntaje, por esto,cuando se llega a bordar la asignatura como tal la información que se proporciona al alumno setorna muy hueca ya que, ante explicaciones superficiales no hay sentido en ese conocimiento quese quiere transmitir y por consiguiente solo se hace con el afán de cumplir. Estas actitudes quemuchas veces toma el docente llevan al niño a detestar todo ese pasado que no tiene sentido paraellos, si realizáramos una encuesta de sus gustos en cuanto a las materias, lo primero queescucharíamos es que no les gusta historia, que les hace dormir, que es aburrido, que no esinteresante y que no sirve para nada, etc., con nuestros actos y gestos contagiamos, ya sea deánimo o de aburrimiento, al grupo y limitamos todas aquellas aportaciones que de ellos podemosaprovechar y que pueden ser útiles al grupo en general cundo al menos uno, quiere aprender deesa historia que no es tan ajena.Como docentes, nos enfrentamos al gran reto de cambiar esa mentalidad de apatía por la historiaen los niños, que en lugar de que la evadan puedan encontrarla entretenida, pero sobre todo, quele encuentren sentido.De acuerdo a nuestras prácticas y gracias al hecho de compartir nuestras experiencias y vivenciasentre compañeros, al regresar de esas jornadas de trabajo, conocemos un poco más de aquellosniños, su forma de ser y de recibir los conocimientos. A través de estas experiencias hemos podidomejorar, aunque en una mínima parte, la labor que como docentes tenemos que realizar. Cuandohacemos un comparativo entre lo que los diversos autores plantean en sus textos (que revisamosen el aula como fundamento teórico de lo que nuestra labor) y lo que nosotros observamos en lasaulas (durante las prácticas), notamos que la diferencia de estos dos puntos de vista no es tangrande, hay tantas similitudes en actitudes y experiencias que los autores dan a conocer y que son
aportaciones que recibimos para nuestra formación docente que nos permiten entender mejor deporque las actitudes de nuestros alumnos. Autores como Jean Meyer, Ignacio Pozo, Enrique C.Rebsamen,
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