Signos Ortográficos
Enviado por jsloeza • 27 de Abril de 2012 • 10.011 Palabras (41 Páginas) • 978 Visitas
Signos Ortográficos
Antes de estudiar los signos que sirven para puntuar, es necesario hacer referencia a que en el idioma español existen signos ortográficos que “son todas aquellas marcas gráficas que, no siendo números ni letras, aparecen en los textos escritos con el fin de contribuir a su correcta lectura e interpretación.”. Cada uno de ellos tiene una función propia y unos usos establecidos por convención. Hay signos de puntuación y signos auxiliares.
Los signos de puntuación tienen como funciones: marcar las pausas y la entonación con que deben leerse los enunciados; organizar el discurso y sus diferentes elementos para facilitar su comprensión; evitar posibles ambigüedades en textos que, sin su empleo, podrían tener interpretaciones diferentes; y, señalar el carácter especial de determinados fragmentos de texto —citas, incisos, intervenciones de distintos interlocutores en un diálogo, etc.—.
Los signos auxiliares tienen funciones muy variadas.
En el cuadro que se inserta enseguida se detalla cuáles son los signos de puntuación y los signos auxiliares de acuerdo con la clasificación del Diccionario Panhispánico de Dudas de la Real Academia Española.
1.- Coma.
2.- Comillas
3.- Corchete
4.- Dos puntos
Signos de puntuación 5.- Signos de interrogación y exclamación
6.- Paréntesis
7.- Punto
9.- Puntos suspensivos
10.- Punto y coma
11.- Raya
1.- Apóstrofo
2.- Asterisco
3.- Barra
4.- Diéresis
Signos Auxiliares 5.- Guión
6.- Llave
7.- Párrafo
8.- Tilde
Asentado lo anterior, es preciso apuntar que el Diccionario de la Lengua Española señala que la puntuación “es el conjunto de los signos que sirven para puntuar”. Dentro de las acepciones que tiene la palabra puntuar el diccionario mencionado establece que, tratándose de la escritura, debe entenderse que son los “signos ortográficos necesarios para distinguir el valor prosódico de las palabras y el sentido de las oraciones y de cada uno de sus miembros”.
El uso de los signos de puntuación proporciona al texto una estructura que facilita la lectura y comprensión del mismo; así, éstos se utilizan para: a) estructurar un texto; b) delimitar las frases y los párrafos; c) hacer énfasis en las ideas principales; d) ordenar las ideas secundarias; y, e) eliminar ambigüedades.
El correcto uso de los signos de puntuación asegura la adecuada articulación de las unidades de significado que integran una frase o un párrafo. Por eso los signos de puntuación requieren un empleo muy preciso; si se ponen en el lugar equivocado, las palabras y las frases dejan de decir lo que el autor quería decir. Cuanto más resalten los signos la estructuración del contenido (tema central, subtema, idea, detalle), será más coherente y preciso el texto.
La puntuación varía según el estilo de escritura; sin embargo, las diferencias de estilo que se puedan presentar no eximen a nadie de cumplir con ciertas normas mínimas y de evitar errores generalmente considerados como inaceptables. De ahí la importancia de conocer y aplicar las normas básicas de la puntuación.
1.- Enumeración: dos puntos, coma y punto y coma.
1.1. Dos puntos
Los dos puntos es el signo de puntuación (:) que representa una pausa mayor que la de la coma y menor que la del punto. Detienen el discurso para llamar la atención sobre lo que sigue, que siempre está en estrecha relación con el texto precedente. Se escriben pegados a la palabra o el signo que los antecede, y separados por un espacio de la palabra o el signo que los sigue.
Sus usos lingüísticos son los siguientes:
a) Preceden a una enumeración de carácter explicativo: Ayer me compré dos libros: uno de Carlos Fuentes y otro de Cortázar.
b) Cuando, por interés, se anticipan los elementos de la enumeración, los dos puntos sirven para cerrarla y dar paso al concepto que los engloba: Natural, sana y equilibrada: así debe ser una buena alimentación.
c) Preceden a la reproducción de citas o palabras textuales, que deben escribirse entre comillas e iniciarse con mayúscula: Ya lo dijo Ortega y Gasset: «La claridad es la cortesía del filósofo».
d) Se emplean tras las fórmulas de saludo en el encabezamiento de cartas y documentos. En este caso, la palabra que sigue a los dos puntos, y que inicia el cuerpo de la carta, se escribe con inicial mayúscula y en renglón aparte: Muy señor mío: / Le agradeceré que en el plazo más breve posible... Es costumbre anglosajona, que debe evitarse en español, utilizar la coma en lugar de los dos puntos: Querido amigo, / Te escribo esta carta para comunicarte...
e) Sirven para separar una ejemplificación del resto de la oración: De vez en cuando tiene algunos comportamientos inexplicables: hoy ha venido a la oficina en zapatillas.
f) En textos jurídicos y administrativos, como decretos, sentencias, bandos, edictos, certificados o instancias, se colocan después del verbo que presenta el objetivo fundamental del documento y que va escrito con todas sus letras en mayúscula. La primera palabra que sigue a dicho verbo se escribe con inicial mayúscula y en párrafo aparte: CERTIFICA: / Que D. José Álvarez García ha seguido con aprovechamiento el Curso... Solamente en este caso los dos puntos son compatibles con la conjunción subordinante que.
g) Sirven para marcar una pausa enfática tras locuciones de carácter introductorio como a saber, ahora bien, pues bien, esto es, dicho de otro modo, en otras palabras, más aún..., y no precisan que la oración que los sigue se inicie con mayúscula: Nunca me ha molestado colaborar. Dicho de otro modo: me gusta ayudar a los demás; ¿Recuerdas lo que te conté de Ramiro? Pues bien: ha vuelto a hacerlo. En la mayoría de estos casos los dos puntos son sustituibles por la coma. La diferencia entre el uso de uno u otro signo está en que con la coma el énfasis desaparece y la expectación creada en el lector con respecto a lo que se va a decir es menor.
h) Se usan también para conectar oraciones relacionadas entre sí sin necesidad de emplear otro nexo. Son varias las relaciones que pueden expresar:
Causa-efecto: Se ha quedado sin trabajo: no podrá ir de vacaciones este verano.
Conclusión, consecuencia o resumen de la oración anterior: El arbitraje fue injusto y se cometieron demasiados errores: al final se perdió el partido. En este caso se usa también el punto y coma.
Verificación o explicación de la oración anterior, que suele tener un sentido más general: La paella
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