TODO POR AMOR

TODO POR AMOR

Estudiante:

Eduardo Vicente Mallama Cadena

Mayerli Deroso

Universidad de Nariño

Diciembre, 2019

TODO POR AMOR

El cuento “El extraño” fue escrito por María Guadalupe Gaitán Cortés, quien fue Fundadora de una Congregación religiosa las Siervas de Santa Margarita María y de los Pobres; tenía fama de ser muy bonita y simpática, sin dejar de ser amable sencilla, transparente y servicial con todos; fue novia de  Gustavo Arreola, y  prometida en matrimonio a los 23 años de edad. El cuadro político-económico en México fue grave con la caída del presidente Porfirio Díaz y fue uno de los periodos más sangrientos entre  1926 a 1929.

El cuento trata sobre una familia integrada por una  madre, un padre y  sus tres hijas fruto de su relación, la historia  desde el principio refleja sentimientos de tristeza,  cuenta que el padre  decidió viajar al extranjero en busca de nuevas oportunidades de trabajo y así poder generar dinero  para poder sustentar a su familia, su mujer estaba de acuerdo con eso ya que el dinero les hacía mucha falta, pero no pensaba que las cosas iban a cambiar tanto. Una vez el padre comenzó a trabajar, perdió toda comunicación con su esposa, el padre descuido totalmente a su familia, no pudo asistir al nacimiento de ninguna de sus tres hijas y rara vez las iba a visitar, pasaron los años y el padre ni siquiera les enviaba dinero para sustentar sus necesidades básicas, la madre tenía que trabajar en costura para mantener  a sus hijas, no ganaba mucho dinero, pero ella no dejaría que murieran de hambre.

Una vez al año, se convirtió en la fecha en que el padre las iba a visitar, les traía un poco de dinero, pero, el mismo se encargaba de gastárselo en la cantina del pueblo. En una de sus “tantas” visitas,  para sorpresa de todos, el padre iba acompañado de otra mujer, con la que había empezado relaciones amorosas en el extranjero, y fruto de esta relación nació una niña, que también estaba con ellos en aquel momento. La economía del padre había  mejorado notablemente, tenía carro, vestía bien y siempre se daba sus lujos, pero se olvidó  totalmente de la familia que había formado inicialmente. Todo esto  provocó que la madre generara un odio y un resentimiento bastante fuerte por su esposo, odio que infundio a sus hijas llegando al punto de considerarlo totalmente  como un simple Extraño; llegando a este punto la madre tuvo que cargar con todo el peso para sobrellevar las dificultades ante el abandono de su conyugue. Este trabajo tiene como propósito demostrar que: una mujer tiene las mismas capacidades que el hombre, para ser la cabeza de un hogar.

Para desarrollar el anterior objetivo, se lo hará teniendo en cuenta las siguientes ideas: el trabajo duro e insaciable de una madre; los hijos como razón de ser y vida para una mujer;  la pujanza y empeño de una madre para sacar adelante a sus niños y las condiciones de pobreza extrema en las que algunas familias viven.

Para empezar, es importante decir que cuando una madre afronta adversidades como por ejemplo el abandono o muerte del padre de sus hijos, no tendrá otra alternativa sino trabajar y hacer todo lo necesario para lograr que no les falte nada, al menos hasta que sean unas personas independientes, tal como podemos mirar en el cuento, donde dice que:

Pronto me di cuenta de que venía la Mela y que no teníamos ni para comer. Fue entonces cuando me decidí y trabajé como sirvienta un año, lavando ropa con mis manos, de las que primero brotó sangre, y luego se me hicieron rudas como las de un campesino y ya se acostumbraron (Gaitán, 2001, s.p).

Todo el trabajo duro realizado por una madre,  después de unos años trae consigo unas secuelas, ya sean físicas o mentales, pero son secuelas de las cuales una madre no se va a arrepentir nunca porque lo hizo por amor a sus hijos;  tal como lo aparece en el cuento  donde dice  “y así fue cuando tenías tres años nació Teresita, frágil y debilucha porque ya mis pulmones empezaban a resentir tanta lavadera. Desde entonces me duele mucho la espalda, y luego esa tos que nunca se me quita” (Gaitán, 2001, s.p).

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