Temer, servir y morir
Enviado por JuanCLozano • 2 de Octubre de 2015 • Ensayo • 1.368 Palabras (6 Páginas) • 112 Visitas
Temer, servir y morir
“Nada es más despreciable que el respeto basado en el miedo”
(Camus, Albert.)
Muy dentro de nosotros, y con frecuencia, se despiertan sensaciones que nos obligan a mirar a los ojos a lo que consideramos lo más hórrido y perverso, pasando más allá de lo que conocemos comúnmente de nuestro lugar, de nuestro tiempo, y de nuestra existencia, eso que nos impulsa y nos obliga a dejar de lado toda racionalidad y la percepción de lo naturalmente verdadero, hace que actuemos a su voluntad, sabiéndonos transmitir lo que conocemos como temor, como espanto, como miedo. A lo largo del tiempo, pasando por diferentes lugares y contextos históricos han aparecido entidades y personas; líderes, gobiernos y hasta la religión misma, que se han hecho expertas en manipular a las personas, no por su ignorancia que ciertamente sería un problema más lívido al que aquí respecta, sino por su miedo, que manipula lo más intrínseco de las entrañas mentales de todo ser, y la verdad sea dicha; la imposición de miedo, más aún que la recompensa, el beneficio y la promesa de algo mejor, ha sido, es y será el perfecto mecanismo de control de individuos y de masas. Más potente que una bomba nuclear; en Hiroshima se perdieron 140 mil vidas, en cambio el miedo tiene a 6 mil millones de personas bajo la religión.
Sea racional o no el miedo que se percibe, hay un tipo de imposición del temor que ha perdurado desde los comienzos de la historia misma, siendo transmitido a las masas de una manera tan sutil y netamente subyacente, que ciertamente no permite que se vislumbren los verdaderos intereses de quienes lo imponen. La religión, que es parte de la vida de un individuo desde que comienza su existencia, tiene un factor muy determinante que le ha permitido y le permite aún ser amo y señor del mundo, al ser acogida por el 86 % de la población mundial. Tomando como referente a aquella que acoge a más fieles en sus filas, el Catolicismo profesa una enseñanza fundamental; la creencia en el Infierno, lugar y situación que representa el mayor temor para los seguidores de susodicha religión; sentencia de sufrimiento eterno e infinito. ¿Cuántas veces se ha actuado de la manera que desea un párroco?, ¿Cuántas veces se ha dado la caridad?, ¿Cuántas veces hemos abandonado la racionalidad por dar rienda suelta al sentimiento?, todo por temor en la suposición fervorosa de ir a quemar un largo rato en el infierno, sin pensar siquiera alguna vez en la posibilidad de la no existencia de tal lugar, ya que también se impone miedo para no permitir que se piensen tales cosas, justificando que es otra razón para ser condenado.
El poderío resultante de imponer temor también se muestra en otra de las razones para la masiva acogida de la religión Católica en el globo terráqueo: la sangrienta época de la Inquisición, que de la manera más oscura y sombría posible intentó y logró convertir a toda la población a su religión, y así centralizar todo el poder bajo una cruz. Casi todas las personas debieron abandonar sus ideologías por miedo a ser quemados en la hoguera, o por el temor a padecer las más duras torturas que les causarían un sufrimiento inimaginable. Astrónomos, físicos y científicos en general abandonaron sus trabajos, conocimientos y deberes con la humanidad para convertirse a la merced de los clérigos y así continuar con su vida, si es que así se le puede llamar a tal aberración de la libertad humana. Luego de 650 años y más de 5 millones de muertos, la Inquisición logró tener a casi la totalidad de las personas bajo su yugo de una manera brutal que hoy es invisible, pero evidente, y al día no de manera sangrienta, pero sí ideológica y emocional. En cualquiera de los dos contrastes mediante la religión se le obliga a toda persona a orar a un Dios impuesto, rendir cuentas ante un humano, y resistir todo por temor a que lo peor se convierta en realidad; en una cruda y horrible realidad.
Los colosales y perversos usos de la imposición del miedo por parte de poderosas entidades son los recursos históricos de los que mejor se puede hacer uso para evidenciar cuál es el método de tener el mundo a merced de quien lo impone, pero el miedo no siempre es transmitido por las figuras despóticas como las de antaño, ni se impone evidenciadamente como es el caso del terrorismo, sino que por el contrario, gobiernos, cadenas televisivas, radiales y demás, transmiten y dispersan el miedo de una manera tan discreta y subliminal que con un análisis superficial o ausente, no se podrán evidenciar las corruptas causas y las fatales consecuencias que estas acarrean. Tal es el caso de la masacre en la escuela Sandy Hook, Estados Unidos, de la cual se tienen bastantes evidencias de una manipulación del gobierno estadounidense al ser responsable de la muerte de 26 personas, en la mayoría niños y niñas, todo esto realizado “por debajo de la mesa” para revindicar la postura de la prohibición del uso y porte de armas en su país. De esta manera, infundiendo miedo en su comunidad de una manera que raya con lo irreal, lograrían legislar el decreto que tanto buscaban y tanto les convenía; control de protestas, silenciar al pueblo, mantener el poder armamentístico en todo momento y en todo lugar; los beneficios para los altos dirigentes serían bastantes. Con análisis de la situación, las coincidencias se restringen y se evidencia más y más que una gota de poder vuelve corrupto al hombre, el poder de una potencia mundial lo vuelve inhumano.
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