Texto argumentativo

Enciclopedia de clasificaciones. (2017). Tipos de argumentos [Entrada de blog]. Recuperado dehttp://www.tiposde.org/general/1038-tipos-de-argumentos/

Un argumento es la expresión de un razonamiento, que se emite de forma oral o escrita, y tiene como fin persuadir o convencer a otro u otros individuos de lo que se está planteando. Se basa en una prueba, evidencia, motivo o razón que ayuda a probar o respaldar algo.

Para que un argumento exista y sea válido, debe ser conciso, consistente, verdadero y coherente. En lógica, una de las ramas de la filosofía, un argumento es un conjunto de premisas de las que se desprende una conclusión.

Los argumentos pueden ser:

• Argumentos deductivos. Son aquellos que parten de premisas que se asumen como verdaderas para sacar una conclusión, van de lo general a lo particular. Por ejemplo: Premisa 1: Los niños de primer grado están aprendiendo a leer. Premisa 2: Juan va a primer grado. Conclusión: Juan está aprendiendo a leer.
• Argumentos inductivos. Son aquellos que parten de una situación específica y luego generalizan. Por ejemplo: Todos los perros con los que me cruce hoy eran blancos, por lo que todos los perros de este barrio son blancos.
• Argumentos basados en datos. Son aquellos que se respaldan con información estadística y probabilística, datos numéricos que pueden demostrarse con facilidad. Por ejemplo: El 98 % de los jóvenes de 18 a 25 años usa redes sociales.
• Argumentos basados en autoridad. Son aquellos que tienen validez porque hay una persona experta en el tema debatido. Por ejemplo: El ministro opina lo mismo acerca de la economía.
• Argumentos de cantidad. Son aquellos que resultan válidos porque la mayoría de la gente piensa o no de esa forma. Por ejemplo: La mayoría de los televidentes mostraron rechazo hacia la nueva telenovela.
• Argumentos de causa / efecto. Son aquellos que vinculan un hecho con otro. Por ejemplo: Sé que aprobaré mañana el examen, pues estudié mucho.
• Argumentos estéticos. Son aquellos en los que se valora lo bello sobre lo desagradable. Por ejemplo: Me conviene ir a esta playa, que no tiene basura en el mar.
• Argumentos basados en la experiencia personal. Son aquellos usados cuando alguien ha atravesado una situación y puede atestiguar qué o cómo sucedió tal cosa. Por ejemplo: No te lo recomiendo, yo lo viví y es una situación desagradable.
• Argumentos de justicia. Son aquellos que se basan en la idea de que debe siempre prevalecer lo justo sobre lo injusto. Por ejemplo: Lo correcto es que pagues ese impuesto.
• Argumentos basados en valores. Son aquellos que se basan en valores universales. Por ejemplo: Esta compañía es más responsable, pues cuida el medio ambiente.
• Argumentos que se basan en generalizaciones. Son aquellos que no están probados, pero aun así se replican porque son parte de la creencia popular. Por ejemplo: Todas las casas antiguas guardan fantasmas en su interior.
• Argumentos de progreso. Son aquellos en los que se valora lo nuevo, tecnológico, moderno, con respecto a lo tradicional o antiguo. Por ejemplo: Debes cambiar ese automóvil por uno más novedoso.
• Argumentos de tradición. Son aquellos que buscan cuidar la tradición de una determinada cultura. Por ejemplo: Deberías escuchar la música de tu país.
• Argumentos Ad Hominem. Son aquellos que se rechazan por el desagrado, desprecio o una mala predisposición hacia la persona que lo emite.

¿Qué es una argumentación?

• Xunta de Galicia, Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria. (s.f.). El texto argumentativo. Recuperado de https://www.edu.xunta.gal/centros/cafi/aulavirtual2/pluginfile.php/26651/mod_resource/content/0/Unidad_6/Web_txt_arg_I/index.html

Una argumentación es un texto que tiene como fin o bien persuadir al destinatario del punto de vista que se tiene sobre un asunto, o bien convencerlo de la falsedad o veracidad de una teoría, para lo cual debe aportar determinadas razones.  Aparte de esta intención comunicativa, el texto argumentativo se caracteriza por una organización del contenido que lo define como tal: se presentan unas opiniones, que deben ser defendidas o rechazadas con argumentos, y que derivan de forma lógica en una determinada conclusión o tesis.

¿Cuáles son sus propiedades textuales?

Al igual que todos los textos, cuando elaboramos una argumentación tenemos que tener en cuenta las propiedades textuales de adecuación, coherencia y cohesión:

Adecuación: es muy importante conocer el contexto comunicativo y el tipo de argumentación, pues no es lo mismo diseñar un anuncio publicitario para la televisión que redactar un texto escrito de opinión sobre un tema determinado, como una tarea de clase. Aunque el objetivo en ambos casos es el mismo, convencer, los destinatarios y la situación comunicativa son completamente diferentes.

Coherencia: como hemos visto en los textos analizados en unidades anteriores, las ideas planteadas y los argumentos para defenderlas o rechazarlas deben estar de acuerdo con un orden lógico, sin que existan contradicciones que puedan dar lugar a ambigüedades o confusión.

Cohesión: en el texto argumentativo es donde  se hace más necesario el empleo de conectores y organizadores textuales, debido a que se plantean y defienden ideas, en muchas ocasiones contrapuestas, o bien se emplean distintos tipos de argumentos, necesarios para cumplir el  objetivo comunicativo de convencer.

Estructura del texto argumentativo

Son tres los elementos o partes en las que se divide generalmente una argumentación: la tesis, el cuerpo argumentativo y la conclusión. A pesar de que la mayoría de los textos argumentativos suele presentar estos tres elementos, puede ocurrir que esté ausente alguno de ellos: la tesis, en muchos casos, es sustituida por una exposición inicial sobre el tema que se va a tratar. Es muy importante, por esta razón, señalar que el texto expositivo y argumentativo funcionan conjuntamente en el caso de la argumentación: no podemos defender ideas o situaciones sin haberlas puesto, previamente, en conocimiento de nuestro receptor.

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