Textos argumentativos

Trabajo individual

Discurso narrativo Taller 2

Presentado por:

Heberto Ordoñez Núñez

Tutor:

Christian Andrey castaño

Competencias comunicativas

Universidad Nacional Abierta y a Distancia – UNAD

Bogotá D.C septiembre de 2019

Introducción

El discurso narrativo ce centra en dar información de sucesos o acontecimientos de la vida cotidiana, las variaciones de textos narrativos son tan numerosas que cualquier definición parece limitar el proceso creativo. No obstante, en nuestra aproximación a la narrativa vamos a concentrarnos en aquellas características que determinan el género. En este sentido para nuestro estudio hablaremos de los tres de los elementos que contiene una parte del discurso narrativo estos son: el factico, el cotidiano y el ficticio.

En este informe encontramos escritos y recopilaciones personales que son gratos para mí, presentar y narrarlos de forma que estén encasillados dentro de los tres aspectos del discurso narrativo que estamos estudiando

1. Textos recopilados

Fáctico

Historias de Cronopios y de Famas

Viajes

Cuando las famas salen de viaje, sus costumbres al pernoctar en una ciudad son las siguientes:

Una fama va al hotel y averigua cautelosamente los precios, la calidad de las sábanas y el color de las alfombras. El segundo se traslada a la comisaría y labra un acta declarando los muebles e inmuebles de los tres, así como el inventario del contenido de sus valijas. La tercera fama va al hospital y copia las listas de los médicos de guardia y sus especialidades. Terminadas estas diligencias, los viajeros se reúnen en la plaza mayor de la ciudad, se comunican sus observaciones, y entran en el café a beber un aperitivo. Pero antes se toman de las manos y danzan en ronda. Esta danza recibe el nombre de "Alegría de las famas". Cuando los cronopios van de viaje, encuentran los hoteles llenos, los trenes ya se han marchado, llueve a gritos, y los taxis no quieren llevarlos o les cobran precios altísimos. Los cronopios no se desaniman porque creen firmemente que estas cosas les ocurren a todos, y a la hora de dormir se dicen unos a otros: "La hermosa ciudad, la hermosísima ciudad". Y sueñan toda la noche que en la ciudad hay grandes fiestas y que ellos están invitados. Al otro día se levantan contentísimos, y así es como viajan los cronopios.  Las esperanzas, sedentarias, se dejan viajar por las cosas y los hombres, y son como las estatuas que hay que ir a ver porque ellas no se molestan.

Librodot Historias de cronopios y de famas Julio Cortázar

Cotidiano

Anécdota propia.

Siendo muy joven y estando cursando octavo de bachillerato, me encontraba reunido con los compañeros de curso riéndonos de una de las profesoras que nos dictaban clase en ese entonces (profesora Margarita), más exactamente español y literatura.  ella  tenía un defecto en su labio superior y hablaba diferente, algo así, como el “podicia chévede” de sábados felices de la televisión de la época, pues yo la imitaba y les recitaba  a los compañeros frases que ella nos solía decirnos, como “estos muchachos son muy alocados”, “haber papacitos haced la tadea o que quiere que yo se da haga” y estos se reían a carcajadas,  de pronto yo seguía en mi imitación de la profesora pero ya no era chistoso y nadie se reía a pesar de que  sabía que esto nos causaba mucha pero mucha  risa, pues la razón era que la profesora se encontraba detrás mío  y  no me había dado cuenta, pero yo seguía adelante,  empoderado de mi papel de imitador haciendo caso omiso de las advertencias que con señas hacían mis compañeros, hasta que finalmente ella me toco el hombro y me dijo “muy bonito señor Oddoñez, muy bonito”, por supuesto quede verde del susto y de la vergüenza, sin poder decir nada, ya que no había que explicar;  Esto me causo la enemistad por un tiempo de la maestra y un llamado de atención en el disciplinario del colegio y matricula condicional por indisciplina e irrespeto hacia los docentes.

Ficticio

Como lo indique en el primer taller una de las narraciones que más recuerdo de mi infancia era la historia del Mohán, un personaje ficticio de la cultura tolimense.

La leyenda suponía un personaje de larga cabellera, enorme de tamaño y que vivía en lo profundo de los ríos, que se llevaba a las personas que se portaban mal y nunca más se sabía de ellas. La leyenda la distorsionaba un poco mi abuelo, mis tíos y mis padres, aunque en esencia era la misma y con el mismo fin infringir temor.

Solíamos salir de pesca con la familia,  tíos, primos, abuelos y padres a los ríos Magdalena, Gualí y Guarino, para ello hacíamos rancherías a las orillas de aquellos ríos, para guarnecernos de las lluvias y del sol, cuando llegaba la hora de pescar los más grandes se iban de ronda toda la noche,  era allí cuando el abuelo nos reunía a los más chicos y nos decía “ hijos llego la hora de dejarlos a cargo de las pertenecías de  todos nosotros,  sean muy juiciosos y educados ya que si se portan mal ya sabe lo que les sucederá,  de ese rio sale el mohán y se los lleva  a las profundidades y no vuelven a salir de allí” quedábamos aterrados y muertos del susto. De la misma manera un primo que era el más malicioso de la familia para no dejar que nos quedáramos dormidos y tranquilos nos decía “chinos mantengan la fogata encendida ya que si se apaga y sale el Mohán y les pide candela además de sal y ustedes no tienen ninguna de estas, él se los va a llevar a lo profundo del rio” por supuesto quedábamos muertos del susto y despiertos toda la noche atizando como locos la fogata y cada uno con un poco de sal en la mano.

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