Transformando mi práctica docente

TRANSFORMANDO MI PRACTICA DOCENTE

La incorporación de la educación ambiental en el proceso de aprendizaje en los niños, jóvenes y adultos, más que un complemento al plan de estudios, responde a una necesidad ambiental debido al deterioro que está sufriendo nuestro planeta, por lo que es necesario que desde mi práctica docente y con la preparación que recibo de la Fundación Universitaria Los Libertadores, sea posible aportar las métodos y practicas necesarios para llevar a mis estudiantes y a la comunidad educativa en general, a reflexionar acerca de la situación y tener en cuenta los valores ambientales.

La misión y visión de la universidad me proyecta a hacer algo más que solo hablar de la situación actual en decadencia que sufre nuestro ambiente, más que dar a conocer los fenómenos ambientales, me conlleva a desarrollar conciencia, a comprender la importancia del cuidado de los recursos naturales; a generar en mi estudiantes y al entorno educativo el compromiso que debemos tener para que trabajemos por un cambio de hábitos y procedimientos que lleve a la comunidad educativa a tener un criterio propio y personal que nos lleve a la acción, no solo a pensar en qué hacer, sino a saber qué hacer y cómo hacerlo.

Este proceso que nos involucra a todos debe ser constante, toda vez que en muchas ocasiones se ve en dificultades por el mecanismo de consumo que nos gobierna. Nuestro propósito educativo ambiental debe ir más allá, debe ser participativo, desarrollando competencias que incentiven a la comunidad a ser responsable con el cuidado ambiental, debe generar un análisis social y económico que determine prácticas ambientales sostenibles trabajando con todas nuestra capacidades para lograr una transformación.

Desde mi práctica docente no veo a mis estudiantes como receptores de un programa escolar, sino como personas implicadas en la generación de cambio que asumen una responsabilidad que va a tener importantes repercusiones en nuestro entorno. Siendo éste de tipo campestre, podemos aprovechar mejor las técnicas, porque tenemos los recursos naturales en frente, podemos realizar actividades de tipo ambiental y forestal de una manera más directa, siguiendo las competencias que promueve la universidad en pro de la defensa del patrimonio natural, social y cultural.

Ciertamente como educadores y en proceso de formación en la especialización, debemos ser partícipes de la influencia y la transformación para generar en nuestros estudiantes un desempeño relevante que los lleve a la protección y mejoramiento del ambiente.

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