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CAPÍTULO 6 Sensualismo y positivismo: la tradición francesa


Enviado por   •  27 de Febrero de 2016  •  Resumen  •  1.655 Palabras (7 Páginas)  •  2.279 Visitas

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CAPÍTULO 6

Sensualismo y positivismo: la tradición francesa

La investigación científica se desenvolvió durante los siglos XVII y XVIII, los adelantos fueron importantes para la historia de la psicología porque contribuyeron a su modelación. En Francia el dualismo cartesiano entre mente y cuerpo se redujo a un materialismo centrado en los mecanismos de procesos sensoriales para explicar la actividad psicológica. Las críticas de los filósofos a la Iglesia tuvieron un efecto en la psicología, trataron de librarla de la escolástica.

El sensualismo en Francia estaba basado en las sensaciones y percepciones para el estudio de la naturaleza humana, pone el origen de las ideas exclusivamente en los sentidos.

La primera figura notable del sensualismo es Étienne Bonnot de Condillac (1715  1780), dio una interpretación de la actividad psicológica basada solo en la experiencia sensorial, sostiene que todos los conocimientos y todas las facultades humanas provienen de las sensaciones, por lo cual no hay ideas innatas. Las conductas de acercamiento y evitación son el recuerdo activo de sensaciones placenteras o desagradables, y la voluntad es el deseo de acercarse a un objeto alcanzable. Entonces, los aspectos psicológicos, como el “yo”, se desenvuelven con la acumulación de experiencias y deseos. También, introdujo la noción de materialismo al pensamiento psicológico moderno. La psicología materialista de Condillac instituyó la Revolución.

Charles Bonnet (1720  1793) afirmaba que el sistema de fibras nerviosas explicaría no solo los procesos sensoriales, sino también las funciones psicológicas de la atención, la memoria y el reconocimiento. Veía los procesos mentales superiores en términos de asociaciones de sensaciones o recuerdos y expandió la postura de Condillac al establecer una base más razonable para el materialismo psicológico en el sistema nervioso, a la vez que disminuyó la necesidad de un agente mental especial.

Julien Offroy de La Mettrie (1709  1751) publicó varios trabajos que destacaban la función del cerebro en las patologías humanas. Sostenía que la materia tiene un elemento activo, el movimiento. Propuso una jerarquía evolutiva del movimiento de la materia. Afirmó que la psicología es a fin de cuentas fisiología, y suprimió por completo el dualismo cartesiano. La Mettrie enriqueció su psicología con un principio motivador de la actividad humana, este principio era hedonista en cuanto que la búsqueda del placer era la última fuerza que impulsaba al individuo. Se opuso a las doctrinas cristianas y estableció una ética que juzgaba las acciones de la gente como determinadas por su deseo de gratificación sensual. Colocó a la psicología francesa en la dirección de las leyes mecánicas de la fisiología, persuadió a sus contemporáneos de lo innecesario de considerar a la psicología como una disciplina aparte.

Claude Adrien Helvétius, Helvecio (1715  1771) se concentró en los aspectos del medio que determinan al individuo. Relacionó el principio motivador de La Mettrie con las influencias del entorno. Según Helvecio, todos los hombres nacen con las mismas capacidades, pero el medio actúa de diferente manera en cada individuo; fortalece la atención y expande la percepción de algunos pero no de otros. A esta diferencia de capacidades para enfrentar el entorno la definió como inteligencia. Helvecio decía que la fisiología podía explicar los mecanismos de las funciones psicológicas, si bien los propios mecanismos siguen dependiendo del contexto interno.

La última figura del sensualismo fue Pierre Cabanis (1757  1808) sus ideas equiparaban las operaciones mentales con la entrada de datos de los sentidos y postuló un ego central del cerebro que integra y sintetiza los datos sensoriales; sus opiniones preservaban la necesidad del concepto de mente. Cabanis distinguía niveles de consciencia, que incluían los procesos: inconsciente y semiconsciente. Para él las sensaciones no existen como formas puras, sino que son parte de un sistema mediado por el ego central, el “yo”, que las integra y solo entonces podemos conocerlas.

Las principales figuras del sensualismo francés sostenían posiciones diferentes, pero limitaron los procesos psicológicos al nivel de la entrada de datos de los sentidos. Tendieron a una parte de la psicología cartesiana y descuidaron el sujeto definido por Descartes, la mente.

Maine de Biran (1766  1824) comenzó su obra dentro del sensualismo, pero rebasó sus restricciones en favor de una psicología más dinámica y completa. Biran estaba de acuerdo en que el entendimiento humano comprendía la suma de las asociaciones del cerebro, causadas por la estimulación de las fibras nerviosas del movimiento exterior. Creía en una psicología fisiológica explicada por los procesos sensoriales. Se concentró en la voluntad como una actividad deliberada que determina el carácter esencial del “yo”. La voluntad hace que el individuo sea más que el recipiente de las sensaciones y define una fuerza espiritual que explica la propia vida. Concluyó que la psicología es la ciencia de los datos de la conciencia. A lo que Descartes decía de “pienso, luego existo”, Biran respondió “tengo voluntad, luego existo”. Insistió siempre en la observación objetiva del “yo” a través de la experiencia individual. El ego o “yo” activo es el hecho central de la psicología; por lo que somos inteligentes en la medida que somos libres. Biran también trató de integrar en el concepto general de psicología las aspiraciones religiosas en la vida.

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