ENSAYO CUARTO LIBRO DE PLATÓN
Enviado por Sahel97 • 17 de Febrero de 2016 • Ensayo • 1.267 Palabras (6 Páginas) • 340 Visitas
Ensayo del Cuarto Libro de la República de Platón
Zaid Sahel San Román Ortega
14/12/2015
El tema principal que hace mucho hincapié en este cuarto libro es la división que hace Platón de las partes del alma, cada una de ellas explicadas según los ideales de éste. Además, recordemos que en el segundo libro Sócrates establecía ciertas reglas para los habitantes, teniendo así una visión de una ciudad ideal, por lo que las termina de proponer.
A todo esto vuelve a hacerse mención de los personajes: Adimanto, Sócrates y Glaucón.
La narración del libro comienza con una observación que hace Adimanto, diciendo que debería ser obligatorio que a los gobernantes de las respectivas ciudades prescindieran de cualquier tipo de propiedad u objeto de su pertenencia para hacer de ellos más felices. Pero por otro lado Sócrates le responde diciendo que no sólo una clase debe ser feliz, y mucho menos si se trata de un gobernante, el trabajo u objetivo principal de éste es hacer feliz a todas las diferentes clases de sociedad regidas por él. Por eso es importante según él que a los gobernantes se les aleje de toda riqueza, para no cometer más actos de injusticia.
Qué irónico pensar la idea grandiosa de Sócrates en un mundo como en el que vivimos actualmente, en donde la mayoría de la clase política o más bien toda, vive de riquezas, gran parte de ellas conseguidas gracias a los impuestos que pagamos los habitantes de nuestro país, haciendo nuestra labor diariamente. Esto sí que es una completa injusticia.
Haciendo mención de la riqueza y la pobreza, Sócrates nos dice también que no debe de haber en el Estado ni ciudadanos muy ricos, pues estos, aglomerados de tantos beneficios dejarán de trabajar, pero tampoco ciudadanos muy pobres, porque no podrán producir o elaborar sus propios medios o recursos para poder sobrevivir. Considerando así que la riqueza y pobreza deben de estar fuera del Estado, teniendo los habitantes una vida estable e igualitaria para todos.
Podemos decir que en esta parte del libro se establece, o más bien desde un principio hay un debate con estos dos personajes (Adimanto y Sócrates). Seguido el comentario de Sócrates, Adimanto le responde preguntando que si ¿Un pueblo donde no hay riquezas sería capaz de defenderse de los ataques de otras ciudades? Sócrates le dice que no necesariamente debe existir riqueza para que un Estado pueda defenderse, que por eso a sus guardianes se les prepara y se les da buena formación para la guerra. Y además a los otros estados no se les puede juzgar de esa manera (atacantes) pues les falta unidad y se dividen por el Estado de los ricos y el Estado de los pobres.
Además Sócrates como que le recalca cuáles son las funciones de los guardianes, dice que éstos siempre deben procurar que el Estado sano no crezca más allá de sus límites para que sea siempre uno y autosuficiente. Si uno de los hijos de estos guardianes no resulta capaz para la clase a la que pertenece, es decir no es apto para desarrollar dichas habilidades tendrá que ser regalado a una clase inferior. Y si de otras clases nace un hijo que es superior, tendrá que ser entregado a los guardianes. Dice que a pesar de que todo sea una tarea dura no será del todo difícil, pues se les brindará buena educación, inculcándoles principalmente lo que es la gimnasia y la música. Si estas son del todo aprovechadas por ellos, habrá un orden en su vida y la llevarán a la práctica, y por ende a la sociedad en la que vivan. Las cosas pequeñas que ellos tendrán que hacer o tareas serán cumplidas: callar frente a los ancianos, cederles el asiento, el cuidado de su cuerpo, etc.
Es así como Sócrates divide al Estado en dos aspectos, el sano y el enfermo. En el Estado sano: la gente bien formada descubrirá con naturalidad la solución a sus propios problemas que se originen en este. Sin embargo, en el Estado enfermo: posiblemente creen que podrán alcanzar la perfección legislándolo todo. Dice que les pasará como a esos enfermos que toman y toman más medicamentos pero momentáneamente, es decir, sólo las quieren tomar mientras la padecen, pero no son capaces de renunciar a los vicios que la provocan y que dan origen a esa enfermedad. Y el último punto a tratar es el de la Religión que simplemente Sócrates asume el criterio del “exégeta de Atenas” que es lo mismo que admitir a Apolo como divinidad suprema según él.
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