EPICURO
tritritri222Trabajo5 de Abril de 2019
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EPICURO
ÍNDICE
1. Introducción........................................................................................................... 2
2. Resumen del texto..................................................................................................3
3. Contexto histórico....................................................................................................7
4. Idea a desarrollar…………………………………………..........……………………...11
5. Bibliografía………………………………………...............................................…….18
1. Introducción
El trabajo que vamos a realizar consta de tres partes principales. La primera parte es el resumen del texto escrito por Carlos García Gual cuyo título es “Vidas y opiniones de los filósofos ilustres”. El libro del que posteriormente realizaremos el resumen, consta de dos partes; la primera habla sobre Epicuro y la segunda sobre la carta que escribió Epicuro a Meneceo.
En la segunda parte, expondremos una contextualización, en el que teniendo en cuenta la primera parte del texto profundizaremos en la época en la que se desarrolla, profundizando en diferentes aspectos.
Para finalizar el trabajo, sin dejar de tener en cuenta lo anterior, elegiremos una de las ideas que menciona Epicuro para analizar y hacer una reflexión.
2. Resumen del texto
A continuación realizaremos el resumen del libro Diógenes Laercio titulado “Vidas y opiniones de los filósofos ilustres” que es una traducción, introducción y notas de Carlos García Gual en el que nosotros nos centraremos en Libro X, es decir, en el apartado de Epicuro.
Empezaremos hablando de la vida de Epicuro. Tal y como nos indica al comienzo, el Ateniense y filósofo hijo de Neocles y Querestrata creció en Samos y posteriormente marchó a Colofón. Tras la muerte de Alejandro de Macedonia y la expulsión de los ateniensen de Perdicas, Epicuro marchó a Colofón a reunirse con su padre. Después de haber estado allí unos años, regresó otra vez a Atenas. Durante ese tiempo estuvo filosofando con otros y luego regresó a Atenas para crear la escuela que lleva su nombre junto a otros filósofos. Además, junto a él, se dedicaron a filosofar sus tres hermanos Neocles, Queredemo y Aristóbulo.
En uno de los momentos de su vida, Epicuro se encontraba atravesando Grecia por algunas circunstancias que el autor considera penosas, Diocles dice en el tercer libro de su Brevario que estaba llevando un régimen de vida muy sencillo en el que se conformaban con un poco de vino y agua.
En cuanto a su punto de vista de ver la amistad, decía que tal acción implica desconfianza,y si hay desconfianza no hay amistad. Él mismo afirma en sus cartas que se contentaba sólo con agua y un pan sencillo.
Antes de centrarnos en la carta que escribió Epicuro a Meneceo, podemos decir que en su tratado “Acerca del fin” escribe que no sabe cómo imaginar el bien si suprime el placer de los sabores del sexo, sonidos y forma bella. En la carta a Pítocles, hace un estudio sobre el origen y la estructura del universo y los fenómenos del cielo. También podemos decir que distingue los métodos de conocimiento y determina el método en causa y el campo de sus intereses.
En cuanto a la carta que escribió Epicuro a su hijo Meneceo, en primer lugar le da una gran importancia a filosofar ya que según él, explica que los jóvenes y los viejos deben filosofar, unos para que se rejuvenezcan de bienes por el recuerdo agradecido de los pasados y el otro para ser un tiempo joven y maduro. Todo ello debido a que meditar, produce la felicidad.
Considera, en primer lugar, a la divinidad como un ser vivo incorruptible y feliz y que a pesar de él tener una opinión realista en cuanto a los dioses, dice que existen porque el conocimiento que tenemos de ellos es evidente pero no son como los que cree el vulgo; y la manifestación de los vulgos sobre los dioses, no son prenociones y por eso los dioses se desprenden de los mayores daños y beneficios.
Por otro lado, considera que es necio quien dice que teme la muerte no porque le angustia al presentarse sino porque le angustia esperarla, ya que, la muerte no está presente y cuando se presenta, entonces no existimos. Algunos huyen de la muerte como el mayor de los males y otros la acogen como el descanso de los males de la vida.
El sabio no rehúsa la vida ni le tiene miedo al no vivir. No considera que sea algo malo el no vivir. En su alimento elige lo más agradable y en su tiempo no elige lo más largo sino lo más placentero. El sabio dice que hay que tener el mismo cuidado de vivir bien que de morir bien y el que no cree así es un tonto.
Es por ello que algunos deseos son naturales y otros vanos. De los naturales unos son necesarios y otros sólo naturales y de los naturales unos son para la felicidad, otros para el bienestar del cuerpo y otros para la vida misma. Un conocimiento que aplica en cuanto a los deseos se refiere a una elección o rechazo a la salud del cuerpo y a la serenidad del alma ya que eso es la conclusión que Epicuro tiene de vivir feliz.
Además, señala que tenemos la necesidad del placer del momento en que por no estar presente el parecer, sentimos dolor. Por eso si no sentimos dolor, ya no tenemos necesidad de placer y que muchos de esos dolores los consideramos preferibles a los placeres y siempre puedan ser acompañados a un placer mayor para que a la larga podamos soportarlo.
También Epicuro da importancia a la alimentación comparándola con la felicidad y señala que los alimentos sencillos procuran igual placer que una comida costosa y que para él los alimentos que más placer le causan son el pan y el agua y que sería imposible vivir placenteramente sin vivir sensata, honesta y justamente.
Como hemos mencionado antes a los mitos y a lo dioses, Epicuro dice que sería mejor prestar oídos a los mitos sobre los dioses que caer esclavos de la fatalidad de los físicos. La fortuna no la considera divinidad porque no hace nada en desorden.
Por otro lado, piensa que es mejor ser sensatamente desafortunados que gozar de buena fortuna con insensatez, y afirma que el futuro es imprevisible, pero incluso si fuera predecible, habría que considerar que no es nada para nosotros.
Para finalizar, Epicuro difiere de los cirenaicos en cuanto al placer. Pues ellos no admiten el placer en reposo, sino sólo en el movimiento, mientras que él los acepta ambos, del alma y del cuerpo, como dice en su “Acerca de la elección y el rechazo y en cerca del fin último”, y en el primer libro de sobre los géneros de vida y en su carta a los amigos de Mitilene.
En cuanto al listado que nos ofrece Epicuro sobre los principios de la felicidad podemos destacar algunos de ellos.
En primer lugar, destaca que el ser feliz e imperecedero ni tiene preocupación del otro. Por lo que no está sujeto a movimientos de indignación ni de agradecimiento.
En segundo lugar, señala que ningún placer es por sí mismo un mal. Pero las causas de algunos placeres acarrean muchas más molestias que placeres.
En tercer lugar, nos ha llamado la atención la idea de que lo justo según la naturaleza es un acuerdo de lo conveniente para no hacerse daño unos a otros, ni sufrirlo.
En cuarto y último lugar, nos ofrece la idea de que la injusticia no es en sí misma un mal, sino por el temor ante la sospecha de que no pasará inadvertida a los establecidos como castigadores de tales actos.
Teniendo en cuenta lo anterior, podemos decir que la filosofía de Epicuro era más práctica que teórica. Ya que trata sobre todo en encontrar lo necesario para una vida feliz y placentera en la que las preocupaciones o miedos al destino, a los dioses o a la muerte sean eliminados.
No había motivo para temer a los dioses, pues si existen no pueden relacionarse con nosotros ni para ayudarnos ni para castigarnos. Al igual que la muerte; decía que no hay que temerla, pues mientras vivimos no está presente y cuando llega nosotros ya no estamos.
Como conclusión final, podemos decir que este filósofo recalca la importancia de filosofar en todo momento y que se debe tener como tema principal la felicidad y enlaza esta felicidad con el placer que es el bien supremo y el dolor como mal supremo.
Podemos añadir que Epicuro hace una clasificación de los placeres, teniendo en primer lugar los placeres naturales y necesarios, en segundo lugar los naturales pero no necesarios y por último los no naturales ni necesarios. De los placeres mencionados, podemos hacer una elección de ellos para alcanzar el equilibrio y que la felicidad sólo pueda alcanzarse teniendo un juicio certero que nos permita examinar las causas de cada elección o aversión.
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