ETICAS DE LA FILOSOFIA
Enviado por michel2919176 • 25 de Mayo de 2011 • 10.932 Palabras (44 Páginas) • 2.481 Visitas
INTRODUCCION A LA TEOLOGIA
DE RENE LATOURELLE
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CAPITULO I: DE LA REVELACION A LA TEOLOGIA
1.- Doble acepción de la palabra Teología.
Por Teología se entiende la ciencia de Dios, pero al mismo tiempo esta palabra puede tener dos sentidos, uno objetivo y otro subjetivo. En sentido objetivo significa la ciencia que tiene a Dios por objeto, y en sentido subjetivo es la ciencia que Dios mismo posee y que comunica a los hombres por su gracia. Precisemos un poco más estos dos sentidos.
1.- En sentido subjetivo, la Teología es la ciencia que tiene Dios de sí mismo y del mundo creado. Dios tiene como objeto propio de su ciencia a sí mismo; se conoce intuitivamente y conoce a los demás objetos como participaciones suyas, y este conocimiento lo comunica de una forma gratuita a los hombres, de una manera perfecta en la visión beatífica de los santos, de manera imperfecta, pero no por eso menos maravillosa, en la revelación y en la fe.
La revelación es a la vez manifestación y comunicación de Dios; es realidad que lleva a cabo los designios de Dios en la historia humana, y es mensaje que se traduce a términos humanos en labios de los profetas, o de Cristo, para iluminar el mundo misterioso de los acontecimientos salvíficos; porque la Palabra de Dios no se contenta con decir e informar, obra además lo que significa, cambia la situación de la humanidad, procura la vida que anuncia.
La fe realiza el encuentro entre Dios revelador y el hombre. Por medio de la revelación, Dios se abre al hombre en una confidencia amorosa y lo invita a un trato amistoso; y por medio de la fe el hombre responde a la llamada de Dios, se entrega a él y se deja dirigir por su Palabra. Pero cuando Dios se revela al hombre lo hace de una manera proporcionada a su condición, por consiguiente, la revelación debe tener unos rasgos específicos:
a).- Tiene un destino universal, pues se dirige a todo el género humano: "Id y haced discípulos a todas las gentes", dice Jesús en Mt 28,19.
b).- La revelación es pública y es social. No es un secreto que les confía a cada uno para que lo guarde en el fondo de su corazón, sino una buena nueva destinada a ser transmitida y proclamada en la plaza pública. Pedro, el día de Pentecostés, grita en alta voz delante de la multitud la buena nueva de la salvación, a fin de hacerla pública, notoria, oficial (He 2,14)
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c).- La revelación es jerárquica. No se le comunica inmediatamente a cada uno, sino por medio de testigos privilegiados escogidos por Dios, que son los profetas y los apóstoles (He 10,41).
d).- La revelación es progresiva, el hombre no posee en bloque toda su perfección. Dios se comunica con el hombre por los caminos de la carne y de la historia, pues tras haber comenzado en el origen del mundo, la revelación se fue desarrollando en cualidad y en cantidad a través de los siglos, madurando poco a poco y haciendo madurar al hombre para prepararlo a la plenitud de los tiempos en Jesucristo: "De una manera fragmentaria y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros padres por medio de los profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo a quien instituyó heredero de todo" (Heb 1,1.2).
e).- Finalmente, por ir destinada a ser recibida por una inteligencia humana, la revelación tiene que acomodarse a las condiciones del conocimiento humano. Nuestro cerebro percibe su objeto por medio de los sentidos, por eso la revelación se nos comunica por medio de imágenes, de símbolos, parábolas, de alegorías, etc.
Este es el primer sentido que tiene la palabra "Teología": Es el conocimiento que Dios tiene de sí mismo en su Verbo, en quien lo conoce todo, y que comunica a los hombres por medio de la revelación; así, mientras que por la creación la sabiduría de Dios se ve como aprisionada en las cosas creadas, por la revelación esa sabiduría se humaniza en la palabra de los profetas, y después se encarna en Cristo Jesús.
2.- En sentido objetivo, Teología es la ciencia que tiene como objeto a Dios, y esta ciencia a su vez puede considerarse como la suma de los conocimientos humanos sobre Dios.
La Teología es ciencia sobre Dios en ambos sentidos, pero sobre Dios existe una triple ciencia: la que se obtiene por reflexión sobre el mundo creado, la que procede de la palabra de Dios a los hombres, y finalmente la que se deriva de la visión misma de Dios; por tanto habrá también una triple Teología: la Teología natural o Teodicea, la Teología del homo viator o Teología propiamente dicha, y la Teología de la patria, o el conocimiento de los elegidos. Cada una de ellas es ciencia de Dios, pero difiere de las otras dos por su manera de alcanzar a Dios: La Teología natural alcanza a Dios por medio de las obras de la creación y por la luz natural de la razón. La Teología propiamente dicha alcanza a Dios por la palabra y el testimonio de Dios sobre sí mismo, y por la luz de la razón iluminada por la fe. La Teología de la patria conoce a Dios en su esencia y por la luz de la gloria.
A cada una de estas formas de Teología le corresponde un conocimiento de Dios cada vez más profundo: Por la Teología natural conocemos a Dios como principio y fin del universo; por la Teología propiamente dicha conocemos los misterios de su vida íntima a través de su Palabra; y por la Teología de la patria veremos finalmente el Misterio al descubierto, en una visión cara a cara.
Santo Tomás describió así este proceso: "Existe un triple conocimiento de las cosas divinas. En el primero, el hombre, gracias a la luz natural de la razón, se eleva al conocimiento de Dios por las criaturas; en el segundo, la verdad divina, que desborda los límites de nuestra inteligencia, baja hasta nosotros por medio de la revelación, no ya como una demostración que tengamos que comprender, sino como una Palabra que hemos de creer; en el tercero, el espíritu será elevado a ver perfectamente lo que Dios le reveló" (Suma contra los gentiles, 1.4, c).
2.- Teología en sentido estricto.
La Teología propiamente dicha es la ciencia de Dios, pero de Dios tal como se nos ha dado conocer por la revelación, y en la medida en que esta revelación puede introducirnos en un conocimiento más profundo de su misterio íntimo. El punto de partida de la Teología es, por consiguiente, el Dios en su libre testimonio sobre sí mismo. Por otra parte, se puede decir también que la Teología es la ciencia del objeto de fe, o sea la ciencia de lo que es revelado por Dios y creído por el hombre; y en esto difiere
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