FILOSOFÍA Y HUMANIDADES SEMINARIO DE DESCARTES
Enviado por yangcely • 10 de Septiembre de 2018 • Ensayo • 1.767 Palabras (8 Páginas) • 232 Visitas
UNIVERSIDAD SERGIO ARBOLEDA
FILOSOFÍA Y HUMANIDADES
SEMINARIO DE DESCARTES
YECID ALCIDES CELY GONZÁLEZ
Descartes, uno de los más grandes pensadores de la historia, al cual se ha considerado como el padre de la filosofía moderna por plantear una nueva reestructuración de las ciencias, las cuales, durante años se basaban en el modelo realista de la filosofía aristotélica; plantea un método para evitar el error y preferir alcanzar una verdad “cierta” a muchas de carácter dudoso (García, Método del Discurso, pág. 6). A partir de lo anterior, se mostrara los pasos que sigue Descartes para alcanzar dicha verdad o verdades indiscutibles y los problemas que le encuentro en su proceder.
Para empezar, este filósofo propone que un conjunto de cuatro reglas[1] para alcanzar unas verdaderas y descartar aquellas que se tomen como verdad pero que solo tienen apariencia de esta; dichas reglas son: la evidencia, el análisis, la síntesis y la enumeración y prueba. Aplicando estas reglas las cuales toma de la matemática y geometría, que son los conocimientos que él considera como verdaderos y estables, pues promueven al avance de nuevas verdades y no se contradicen entre sí como lo hacía la filosofía de su época, Descartes pone en práctica su duda metódica con todos los conocimientos que hasta ese momento había recibido, ya que dice:
…desde mis primeros años había recibido por verdaderas una cantidad de falsas opiniones, y que aquello que después he fundamentado sobre principios tan mal asegurados no podía ser sino muy dudoso e incierto; de manera que me hacía falta intentar seriamente una vez en mi vida deshacerme de todas las opiniones a las que hasta entonces había dado crédito, y comenzar todo de nuevo desde sus fundamentos, si quería establecer algo firme y constante en las ciencias. (Meditaciones Metafísicas, pág. 165)
Mediante esto, se inicia el recorrido de Descartes por encontrar aquellas verdades que puedan ser la base estable para las ciencias. Con ello, Descartes parece emplear la duda metódica de manera radical, pues cae en un punto de incertidumbre donde todo lo que le rodea parece ser falso y nada claro, lo que percibe de sus sentidos es engañoso, el sueño y la vigilia parecen no tener distinción alguna e incluso va más allá al poner en tela de juicio los conocimientos matemáticos que él creía que eran verdades estables con la hipótesis de un genio maligno que usa toda su destreza para engañarlo. Es en esta parte, en la que parece que Descartes cae en el escepticismo[2], pues dice que todas las cosas exteriores que se le presentan, los sonidos, figuras e incluso la composición de cuerpo son ilusiones y engaños, pero va a creer falsamente que las tiene para seguir con labor propuesta de hallar una verdad (Meditaciones Metafísicas, pág. 169).
Al seguir sus meditaciones, Descartes llega a la primera verdad con la cual va saliendo de ese aparente escepticismo en que estaba, aquella verdad es la de “yo soy, yo existo”, a la cual llega por medio del genio maligno, pues si este lo engaña es porque él (Descartes) es algo, es decir que el genio maligno lo puede tratar de engañar cuantas veces quiera pero aun así no va a lograr que Descartes deje de ser en cuanto piense en ser algo. Ya teniendo su existencia como algo verdadero, el siguiente paso al que se dirige este filosofo es el de encontrar cual es naturaleza, a la cual llega examinando las distintas formas en las que se concebía antes y se da cuenta de que el pensamiento es lo único que le pertenece, por tanto eso lo hace una cosa pensante. De esta manera, el pensamiento le da la existencia pues en cuanto deje de pensar dejara de existir[3].
Ya teniendo claro de que él es una cosa pensante, Descartes va a demostrar la existencia de Dios, pues, demostrando la existencia de Dios, se puede comprobar las ideas de los cuerpos exteriores y de las matemáticas, por tanto la existencia de un mundo objetivo fuera del yo. Desde lo anterior, Descartes hace uso de tres argumentos para demostrar la existencia de Dios, el primero de ellos hace referencia a los grados de perfección objetiva de las ideas, pues estas deben de tener su causa en una realidad de no menor perfección y a esa idea de ser perfectísimo se le debe de asignar una causa de igual perfección, esto es, Dios. La segunda prueba sobre la existencia de Dios se basa en que la existencia del hombre no puede depender de sí mismo porque el hombre es un ser finito e imperfecto, sino que su existencia depende de la misma causa perfectísima que ha puesto en su pensamiento (como marca de su creación) la idea de las infinitas perfecciones que le faltan al hombre. Con lo dicho, la idea de Dios es innata y no podríamos tener la idea de la suma perfección si Dios no existiese verdaderamente. Y la tercera prueba es que la esencia de Dios, el ser que tiene todas las perfecciones, no puede faltarle la existencia, que es una perfección, por tanto, Dios necesariamente existe.
Con lo ya expresado anteriormente y lo leído hasta el momento, que ha sido el Discurso del Método y las tres primeras Meditaciones Metafísicas, se ha evidenciado que las dos ideas que sustentan la filosofía cartesiana son la de Pienso, luego existo y la idea Dios como ser totalmente perfecto. A partir de esto me surgen algunas inquietudes con respecto al cogito ergo sum, pues en esta primera idea clara y distinta, Descartes supone que el pensamiento, aquello que le pertenece a mi ser, es el que le da la existencia al hombre que es, según Descartes una res cogitans. Sin embargo, el pensamiento no se puede dar sin el sujeto que realiza el acto de pensar, por ende, es necesario que exista el un pensador primero para que haya pensamiento y no al contrario. Pero si se considera que Descartes primero concibe la existencia en vez del pensamiento, su fundamento filosófico debería ser “sum ergo cogito”, pues en ese orden, no habría un cuestionamiento en cuanto al origen de la existencia de esa cosa pensante, ya que esta es dada por Dios.
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