Hume y Descartes
Enviado por Andrea Barzetti • 26 de Septiembre de 2019 • Tarea • 1.407 Palabras (6 Páginas) • 233 Visitas
Universidad Nacional de San Martín
Escuela de Política y Gobierno
Carrera: Ciencias Políticas
Trabajo Práctico N° 1 DESCARTES Y HUME
Alumna: Andrea Barzetti
Email: anbarcarlos@gmail.com
Fecha de entrega del trabajo: 04/09/2019
Universidad Nacional de San Martín
Barzetti Andrea
- El criterio de la verdad para Descartes es la certeza, el convencimiento subjetivo, de tal modo que, si hay algo de lo que pueda tener la más mínima duda, es mejor rechazarlo y tenerlo como falso. Descartes para llegar a una verdad absoluta se dispone a crear un Método; para esto se basa en seis Meditaciones Metafísicas; en la primera se propone dudar de todas sus opiniones antiguas y empezar de cero hasta encontrar una verdad indudable, sobre la que funde el conocimiento; con este objetivo lo que hace es apartarse del mundo y recluirse en una habitación confiándose solo a su pensamiento. Descartes no encuentra ninguna verdad indudable; duda del conocimiento de los sentidos y se da cuenta que no puede fiarse de ellos. No hay un criterio para distinguir cuando sueña de cuando está despierto, hay sueños que parecen muy reales, no puede estar seguro de que el mundo que le muestran los sentidos sea real. Tampoco puede estar seguro de las matemáticas porque podría existir un genio maligno que lo engañara y le hiciera creer que “dos más dos es cuatro cuando en realidad son cinco”, o sea que tampoco puede estar absolutamente seguro de las verdades matemáticas; En la segunda meditación se topa con una verdad indudable, por más que exista un genio maligno no me puede engañar respecto de mi duda, si yo dudo estoy seguro de que dudo y si dudo es porque pienso y si pienso existo. Soy una cosa que piensa; pero todavía no está seguro de que exista algo fuera de él, está sólo. En la tercera meditación encuentra dentro de él, tres tipos de idea; las innatas, las que están fuera de él y las que construye el mismo. Encuentra en él la idea de un Dios infinito y perfecto, considera a Dios como un ser sumamente perfecto, Dios no es un pensamiento; Dios es naturaleza perfecta, Él puede dudar de todo, pero de lo que duda es que duda y si dudo pienso y si pienso existo. El que precede ontológicamente es Dios y precede a la afirmación del pienso, soy. Lo que nos hace humanos es nuestra capacidad de pensamiento, es una característica que nos separa del resto de los seres vivos.
- Para David Hume su concepción filosófica parte de lo empíricamente observable; él quiere vivenciarnos sus costumbres, darnos la visión de un conocimiento basado en la experiencia en lo que para él es la vida del hombre y sus preocupaciones morales, y desde allí tratar de conocer la naturaleza humana como si se tratara de la construcción de esa naturaleza a través de la experiencia del hombre.
Cuando Hume se refiere a los hábitos de la mente que se producen por la repetición de un acto, habla de hábito como la fuerza esencial del conocimiento humano; repetición que produce una disposición para renovar el mismo acto. Hume utiliza el conocimiento de la repetición de esas experiencias, por ejemplo, para explicar la creencia en la existencia de relaciones causales, o la creencia en la existencia de un mundo exterior.
El autor da el ejemplo de la bola de billar; tenemos una fuerza en el sujeto del conocimiento que es el hábito, base fundamental de la creencia, aunque nunca hubiéramos visto una bola de billar que se mueve para bloquear a otra vamos a inferir que eso es así, porque tenemos el hábito de haber visto algo parecido en el curso de la naturaleza. Para las cuestiones de hecho en el curso de la naturaleza en la que vivimos, son los hombres los seres naturales que viven en ella y los que ven cómo actúa el tiempo, o sea que el hábito es como una fuerza que ayuda a la razón a inferir efectos.
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