La tía Julia y el Escribidor.
Enviado por Gatalina Herrera • 13 de Agosto de 2016 • Ensayo • 1.957 Palabras (8 Páginas) • 389 Visitas
COLEGIO EMPRENDER LARAPINTA
Departamento de Lenguaje y Comunicación
El individuo representado y su importancia para el desarrollo humano
Alumna: Catalina Herrera
Curso: 4º medio A
Profesora: Irene Dávila M.
27 de mayo de 2016
Posterior a la lectura de la obra literaria La tía Julia y el escribidor del reconocido autor peruano Mario Vargas Llosa, es que se desprende un tema sumamente relevante, pues, este se ve plasmado a lo largo de la historia e inclusive en su creación, sin embargo se ve tocado con ligereza debido al centralismo del relato mismo.
Es sabido que como seres humanos, tenemos ya desde siglos atrás, especialmente cuando la lectura estalló presentándose así libremente alrededor del mundo, la necesidad continua de poner fuera de nosotros, nuestra experiencia y postura de lo vivido, intentando plasmarla, transmitirla y a su vez ser entendidos. Es aquí entonces cuando cualquier tipo de representación humana se vuelve primordial para el desarrollo y análisis de éste, en el mundo y contexto presente.
A pesar de parecer sólo el arte de la escritura protagonista de la caracterización constante del humano, existen múltiples aspectos que han tomado forma a medida que nos desarrollamos apegados al avance del tiempo.
El año 1492, fue marcado por un hito significativo, en primer lugar, la creación de la pólvora, y en segundo lugar, la invención de la imprenta. La imprenta y uso de ella trajo consigo el nacimiento de la lingüística y con esto, una ola cultural que se expandió ferozmente. Si bien esta arrasó por varios países, otros quedaron privados de ello, naciendo así otras maneras en que el conocimiento invada la humanidad entera, pero no sólo con el objetivo del conocimiento concreto, si no que, para reflejar la realidad vivida en algo físico
Esta muestra de realidad que se concretiza en forma de arte, está presente en el libro ya mencionado con anterioridad, siendo los radioteatros forma explícita para comprenderlo. Las radionovelas nacieron como manera de culturalización que lograron, además de su objetivo principal, ser entendidos y comprendidos con respecto a lo emocional por la población, que a su vez se sintió entendida por las historias, llevándolas a un punto culmine de emocionalidad.
Como humanidad, solemos aún en la actualidad negar que nuestra realidad pueda ser entendida, pues, esta se ve como algo complejo de sintetizar y proyectar en un simple personaje, historia, obra de arte o canción. Sin embargo, estamos de manera persistente buscando aquello que nos entienda; el personaje del libro que sea similar a nosotros, la canción que interprete nuestra vida. ¿Es entonces la representación de la interioridad entera como individuos, un objetivo indirecto de diversas maneras de arte?, o mejor, ¿son las representaciones humanas plan fundamental en libros, cuadros, música u otros? O ¿es simplemente una coincidencia de mundo debido a la pluralidad que se pueda presentar entre hombres de un mismo mundo?
Si se tratase de una simple simultaneidad, no podríamos admitir en ningún momento que buscamos consuelo o comprensión cuando transmitimos nuestro vivir, pues, el objetivo se denota de manera clara y absoluta, dejando de ser una simple “coincidencia”.
Por tanto, como humanidad buscamos representar y ser representados frente al mundo, aunque muchas veces no sea de manera directa. Como hombres desarrollados, indudablemente podemos asegurar que nos vemos reflejados en las diversas formas de arte.
Se suele relacionar el término arte con un cuadro de Picasso o Dalí, sin embargo, se define como aquella actividad o facultad en que el hombre se expresa con una visión sensible del mundo, mediante diversos recursos (plásticos, lingüísticos o sonoros), expresando así ideas, emociones o percepciones. Existen por lo tanto múltiples formas de arte, todas entrelazadas con un objetivo inicial y base, representar una visión personal.
En el relato melodramático presentado en el libro de Mario Vargas Llosa, nos vemos enfrentados a una realidad que inicia de manera concreta; un amor que rompe esquemas y un protagonista desconforme con su realidad, pero que gracias a él, podemos relacionar aquel tema pilar de la novela (que la caracteriza) con la idea del humano en su representación: las radios y los radioteatros. Podemos decir que la radio actúa como canal de transmisión de información de diversos ámbitos para el oyente, que por su parte, espera abiertamente el comunicado esperado. Cuando iniciaron los radioteatros, comenzó un nuevo proceso en que el espectador, además de cumplir con la finalidad principal de las radios, desenvuelve su lado emotivo, porque, las historias presentes en el arte del radioteatro, capturan al oyente, que se siente parte de ella; comienza a reflejar su mundo interior en los relatos, de manera casi involuntaria.
Mediante la historia avanza, la realidad se vuelve difusa, mezclándose con relatos inventados para radioteatros. Es entonces como podemos interpretar y contrastar la vida real con la novela. Muchas veces cuando buscamos ser entendidos mediante representaciones, estas toman un papel protagónico en nuestras vidas, dejando de lado el mundo verídico para entregarnos a esta visión que nos interpreta, muchas veces, absolutamente.
En el libro La tía Julia y el Escribidor, Pedro Camacho dice “Debo saber si Lima es como lo he marcado en el plano. Por ejemplo, ¿corresponden San Isidro a las dos Aes?, ¿Es un barrio de Alto Abolengo, de Aristocracia Afortunada?”(129)
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