Resumen San Agustín En contra de los académicos

Contra los académicos
San Agustín

Resumen:

Capítulo I - II

San Agustín, está hablando con Romaniano, en el cual trata de convencerlo. Le menciona que la virtud es la única forma de ayudarlo a sufrir de las carencias de la fortuna, porque si el individuo está pegado a las cosas mortales no logrará encontrar el camino de la sabiduría y el objetivo de Dios no es en vano, sino que las cosas que se están haciendo tiene un objetivo y le invita a la filosofía para demostrar esa verdad. En contraste, con los seres humanos, estamos siempre rodeados de los placeres y tenemos una idea equivocada de lo que es felicidad, mientras más bienes tenemos más creemos que estamos siendo felices; San Agustín, dice a Romaniano que estamos equivocados y quiere que nos cuidemos de estos placeres y que nos cuidemos de estos.  

Romaniano, es advertido por San Agustín que no se deje arrastrar por los bienes que solo sorprenden a los incautos y, que él también es seducido, pero que él se refugia en la filosofía. La filosofía ha sido la diciplina que lo ha liberado de estos placeres; porque nos permite conocer a Dios. San Agustín, invita a que Romaniano se entregue a la filosofía ya que está los puede librar de las tentaciones y placeres, para eso le ha mandado el transcrito de un debate de Trigencio y Licencio en lo cual Romaniano, verá algunas opiniones, discrepancia entre ellos.          

Capítulo III

San Agustín, formula una pregunta a sus discípulos, en lo cual pregunta de la siguiente manera: ¿Dudan de que nos puedan convenir conocer la verdad? Por una parte, Trigecio dijo que de ninguna manera; San Agustín siguió preguntando, incluso sin conocer la verdad podemos ser feliz, ¿Sería necesario el conocimiento de la verdad? A lo que Trigecio respondió, si podemos ser felices sin buscar la verdad, entonces no sería necesario buscarla. San Agustín volvió a preguntar en si podríamos ser felices sin hallar la verdad, Licencio, respondió que si podemos ser felices si nos encontramos buscándola. Licencio, argumenta su respuesta, diciendo que filósofos anteriores lo fueron felices solo buscando la verdad.

Capítulo IV

La disputa siguió entre Trigecio y Licencio, San Agustín preguntó ¿por qué no puede ser feliz el que busca la verdad, aunque no llegue a encontrarla nunca?
Trigecio, respondió, que el hombre feliz será cuando sean un perfecto sabio, y si el perfecto sabio sigue buscando entonces no es perfecto. Por otra parte, Licencio le pregunto si tenía alguna autoridad los filósofos que destacaron antes que ellos; Licencio, le menciona a Cicerón que creyó que el individuo es feliz quien busca la verdad. Alipio, luego de asuntarse, Alipio y Trigecio, continúan con su disputa.

Capítulo V

Trigecio, cuestiona a Licencio diciéndole cómo puede ser feliz el que yerra. Este le responde, el hombre feliz no puede caer en el error, ya que siempre está buscando de no caer en ese error. Trigecio, discrepa de Licencio, diciéndole, es cierto que el hombre busca la verdad para no errar, pero cuando no la encuentra, entonces cae en el error.
Se les pide a ambos que definan lo que es el termino error para tener una mejor claridad en la disputa. Por una parte, para Trigecio caer en el error es andar en constante búsqueda, pero sin encontrarla. Por otra parte, para Licencio el error es consiste en afirmar el error por lo verdadero, podemos ser felices en la medida que el hombre está sometido al ejercicio de la razón. Licencio refuta a su compañero de disputa, diciéndole, si el hombre puede ser feliz sin buscar la verdad, y para no caer en el error mejor es abstenerse a buscar nunca esa verdad sin llegar a una reflexión por consecuencia esa definición que propuso Trigecio sería absurdo. En conclusión, sobre la explicación que sobre error para Licencio, es no cae en el error quien busca siempre la verdad, aunque no llegue a encontrarla, es feliz porque siempre vive en la razón.

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