Tesis a favor

TESIS A FAVOR:

El derecho a recibir una vacuna debe ser una obligación en nuestro entorno, porque contribuye a que exista una sociedad mas comprometida con el bienestar propio y de los demás; y más empática.

ARGUMENTO N° 2 A FAVOR (R. ELIZABETH CCORAHUA CURI):

“SI LA TOTALIDAD DE LA POBLACIÓN, PARA LO CUAL SE APRUEBA UNA VACUNA, ESTUVIERA VACUNADA, NO HABRIA TANTAS MUERTES Y ENFERMOS GRAVES EN LAS UNIDADES DE TERAPIA INTENSIVA”

Para los científicos está claro: vacunarse protege, eso está fuera de cuestión, y no recién desde la pandemia del COVID-19. A lo lago de la historia, los seres humanos han desarrollado con éxito vacunas para toda una serie de enfermedades potencialmente mortales. Sin embargo, diferentes movimientos en el mundo buscan desprestigiar la vacunación, estos son conocidos como los movimientos anticiencia.

En los últimos 5 años, se pudo ver un regreso significativo de las enfermedades infecciosas, que culminaron con el COVID-19. Desde su aparición en Asia y sus primeros casos, el coronavirus sacudió fuerte al mundo, dejando una gran cantidad de casos y fallecidos en el mundo entero; en el caso de nuestro país Perú desde su inicio hasta la actualidad se registran las siguientes cantidades:

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Las bacterias, los virus y los gérmenes están presentes en nuestro día a día, tanto en nuestro entorno como en nuestro organismo.

La vacunación para cualquier enfermedad, tiene principalmente dos objetivos: proteger a la persona que la toma para no enfermar, y proteger a la sociedad con la inmunidad colectiva, es decir, que, si un amplio porcentaje de población está inmunizada, el patógeno ya no tiene por donde circular y acaba desapareciendo. Para ello, el porcentaje necesario depende de dos factores: la efectividad de las vacunas para evitar el contagio y la capacidad de infección del virus.

Cuando una persona es delicada y se encuentra con un organismo dañino, este mismo puede provocarle enfermedades y en unos caos la muerte. De acuerdo a la Organización Mundial de Salud (OMS), si un patógeno infecta el cuerpo, el sistema inmunológico activa las defensas para atacar y destruirlo.

Para la doctora en virología Laura Palermo, “las vacunas lo que hacen es mentirle al sistema inmunológico, ya que se parecen al virus, pero no lo son, entonces cuando recibimos una vacuna, el sistema inmune produce la misma respuesta específica, con lo cual se activan los linfocitos T. El cuerpo va a producir anticuerpos específicos, guarda las células de memoria y está preparado para cuando se exponga al virus real por primera vez. El proceso de vacunación deja el cuerpo preparado para que cuando la persona se exponga a ese mismo virus, la respuesta inmune sea rápida y efectiva. Lo que hace es prevenir la infección en su totalidad o reduce la reproducción del virus en el cuerpo, reduciendo así los síntomas, la cantidad de días en que el paciente se siente mal y los días en los que la persona puede transmitir el virus a otros”. *

Entonces, este es el punto de partida, y una vez que se producen los anticuerpos específicos del antígeno, trabajan con el resto del sistema inmunológico para destruir el patógeno y detener la enfermedad.

En el caso del COVID-19, estás producen efectos como el dolor de la inyección, fiebre, dolores musculares o malestares que pondrían en alerta a una persona; pero la realidad se explica ya que es el sistema inmunológico adaptándose para combatir los agentes del coronavirus y poder producir anticuerpos.

La obligación de las vacunas tendrá que llegar si o sí en un futuro no muy lejano, porque en caso contrario, el cuerpo no resistiría los efectos secundarios y estaría muy propenso a las enfermedades. Por lo tanto, una obligación a vacunarse contra las enfermedades, en especial contra el COVID-19 sería un instrumento eficaz como protección ante un transcurso grave de la enfermedad; y para aliviar los hospitales. Y por supuesto, la vacunación obligatoria debe ir de la mano con medidas de acompañamiento para aumentar la aceptación de la población que se niega a vacunarse, puesto que la obligación de vacunar no absuelve de la necesidad de informar.

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