Vacio existencial

Ensayo: Vacío existencial

Se me hace triste ver cómo nos ha ido atrapando el hoyo de la desesperación, de la falta de voluntad para seguir viviendo y la recurrente necesidad nihilista de negar nuestra realidad, nuestra tradición. Por el exceso de satisfacción, la búsqueda de aplacar necesidades y deseos vánales, superfluos y transeúntes que no van más allá de placeres instantáneos que nos agobian de manera tal que se pierde la emoción por vivir, se pierde también el hambre, ese deseo inherente al ser humano de conocer la verdad que uno obtiene dirigiéndose a su raíces.

Introduciéndonos un poco más en que es lo que nos causa este estancamiento, a la negación de nuestro origen que desencadena en el vacío existencial, terminando en el suicido como tragedia máxima. Cabe resaltar la situación en la que vivimos hoy, una realidad nihilista, de fácil satisfacción, cientificista, simplificada y de simple conformidad. En la actualidad nos encontramos con el auge de la espiritualidad que nos aleja de la religión, de nuestro fundamento, confunde nuestro sentido reduciendo nuestras aspiraciones a los placeres más carnales de la adicción, construye una burbuja de naturaleza mediocre para cada uno de nosotros. Se vive como si Dios no existiera, con un sentimiento de autosuficiencia que se cree correcto, mas sin embargo esto solo destruye nuestra posibilidad de hallar el sentido de por qué existimos. Podemos mencionar de igual manera el idealismo por el que optan los cientificistas más obstinados adecuando la realidad al límite de sus conocimientos, conformando así una realidad alterna cada vez más grande en la que el hombre ha perdido las ganas de dar respuesta a su origen. La mala educación, orientada a producir, dominar y destruir nos hace perder la voluntad, esa emoción de vivir, de conocer nuestra naturaleza, esto nos lleva crecer inseguros, creando una sociedad llena de débiles emocionales que nos desmoronamos ante cualquier adversidad, aferrándonos a deidades creada por nosotros mismos, no tenemos certeza de lo fundamental y esto acarrea la pérdida de autoridad, escases de mentores, lo cual nos hace más difícil la posibilidad de recuperar nuestra capacidad de verdad y de goce. Por otro lado la educación moral que se ha desvanecido con el paso del tiempo también juega en contra, no saber cómo usar nuestra libertad, perder nuestra escala de valores y dejarnos atrapar por el mal. Todo esto de manera conjunta ha creado en los últimos tiempos patologías psicológicas que denigran nuestra naturaleza humana, por dar unos ejemplos mencionaremos la depresión, ansiedad, trastornos de personalidad y distanciamiento social, patologías que podemos englobar dentro la mayor enfermedad del hombre en cuanto a su naturaleza, el vacío existencial.

Quisiera terminar con ánimo positivo que parte de una experiencia cercana, a creer que se puede vencer, esta es una enfermedad a la cual le tenemos ventaja, porque sabemos cuál es la cura, solo necesitamos reconocerla, proceso que no será fácil, claramente, pero no es imposible. Y para iniciar debemos aceptar nuestra naturaleza, nuestra tradición y así reconocer a Cristo, puede sonar trillado, como nuestro salvador; el remedio para salir del abismo existencial. Esto no se va a lograr solos, debemos buscar apoyo familiar, en el dialogo con otros, que saben más sobre esto, que amplían nuestra cognición con verdad. Debemos abrirnos como nuestros antepasados al misterio que es la vida.

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