ANALISIS SAN AGUSTIN

ANALISIS SAN AGUSTIN

Cuando San Agustín nació estuvo al borde de la muerte junto a su madre, pero la madre rezó antes del parto lo hizo con tanta fe que los dos lograron salvarse, aunque San Agustín no fue bautizado de niño, Mónica, su madre le enseñó los rudimentos de la religión cristiana y, al ver cómo el hijo se separaba de ellos a medida que crecía, se entregó a la oración constante, dolorida y confiada. Años más tarde Agustín se llamará a sí mismo el "hijo de las lágrimas de su madre". Católica ferviente, dedicó toda su vida a la conversión de su hijo al cristianismo. Pese a los consejos de su madre, Agustín emprende “los torcidos caminos por los que caminan los que le vuelven a Dios la espalda y no el rostro”. Se siente “feliz” en aquellas vacaciones inesperadas y experimenta los primeros atractivos de la amistad y del amor, donde disfrutaba del pecado ya que en una ocasión le robó a un cojo con sus amigos, no sabía lo que en realidad hacía pero disfrutaba hacerlo. El sueño de San Agustín era el de ser una gran abogado pero lamentablemente por ser de escasos recursos sus padres no pudieron pagarles los estudios así que su madre intercedió por él con Romaniano él era una de las personas más ricas de ese lugar, gracias a él fue así como San Agustín emprendió su viaje hacia Cartago, Las palabras de su madre cuando se fue fueron: “Que Dios vaya contigo” a lo que él respondió: No necesito de Dios sólo de mí mismo, desde muy pequeño se creía una persona autosuficiente, al llegar a Cartago Valerio, un joven rico, la mujer que atendería a San Agustín era llamada Cálida, a continuación se dirigió con Macrobio para convencerlo que fuera su maestro ya que San Agustín anhelaba ser un gran orador pero Macrobio se negó, pero San Agustín nos es de gran ejemplo de perseverancia ya que al segundo día fue nuevamente con Macrobio y pudo convencerlo de que fuera su maestro, San Agustín dio todo de sí para poder llegar a ser un gran orador, al pasar el tiempo era imparable, era uno de los abogados más exitosos en los tribuales ya que siempre ganaba los casos, pero lo hacía suciamente ya que envolvía a las personas para defender al acusado ya hubiera sido culpable o inocente, San Agustín siempre andaba en busca de la verdad y no desmayaba por encontrarla, tenía hipótesis pero era inútil encontrarla. Las palabras no cambian, son los hechos, al pasar el tiempo se convirtió e maniqueista por Mani quien era profeta de la verdad, quería que representara a Mani pero eso implicaba rechazar a su esposa quien era Cálida y él no lo quiso, al poco tiempo su padre muere creyendo en Dios y San Agustín solo decía que era un hipócrita, vivió un tiempo con él en la casa de su madre con su esposa e hijo, decidió irse a Cartago nuevamente pero no dijo nada a ninguno de sus familiares así que se fue sin saber lo que Dios tenía preparado para él.

En Cartago gracias a Valerio, la persona que lo hospedó durante toda su estancia en Cartago, San Agustín sería el portavoz del Emperador ya que iría en contra del Obispo Ambrosio ya que estaba cansados de sus sermones hacia Dios, Las palabras del Obispo acerca de la verdad fueron que El hombre no debe encontrar la verdad sino que el hombre debe dejar que la verdad sea encontrada, la verdad es Jesucristo, la lucha continuó y quería quitarle la basílica así que se hizo una pelea entre los hombres armados del emperador y las personas de fe de la iglesia, sin saber que la madre de San Agustín estaba entre las personas de la iglesia, hubo muchos muertos injustamente, ese mismo día la esposa de San Agustín lo había abandonado dejando al único hijo al que había engendrado entonces fue ahí cuando San Agustín ya no sabía que hacer con su vida ya que se sentía una persona infeliz y sola, la mamá lo deja triste y se fue con su hijo pero antes le deja de regalo una Biblia, comenzó a leerla en las cartas de San Pablo, recordó todos los momentos que pasaron en su vida desde que era joven hasta su presente y el mucho daño que había causado, desde ese momento todo comienza a caminar fue de inmediato con el Obispo a hablar, reflexionando y todo el pueblo estaba muy contento ya que al fin era hijo de Dios, lo primero que hizo al reconocer a Dios fue el dirigirse con la madre emperatriz y el emperador a informar que ya no sería el portavoz del Emperador, se enfurecieron mucho, ordenaron que nadie escuchara sus palabras despreciándolo pero eso no le importó, porque al fin había encontrado

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