Ana Frank

Realmente necesitamos compañía humana?

“El diario de Ana Frank” es un libro escrito por una niña judía llamada como el título lo dice Ana Frank en los años de la segunda guerra mundial, en este diario nos relata cómo es la vida de un escondido durante la guerra, además de hablar de sus inquietudes sentimientos y convivencia con su familia y la familia Van Daan, podemos decir que este libro es bastante emotivo. Sin embargo podemos preguntarnos que hubiese pasado si Ana Frank hubiese sido la única en ocultarse sin compañía ¿habría sido más fácil o más difícil? Cualquier persona condenada a estar dos años privada de tener un contacto humano más cercano del que tenían los refugiados con sus protectores definitivamente a lo largo su sensibilidad emocional se vería bastante afectada, pero también podemos ver que en situaciones extremas tal como lo vivieron ambas familias la supervivencia es el único objetivo, y de vez en cuando tratar de mantener la calma ante este hecho puede resultar más difícil de lo que parece. En el diario podemos ver que hay algunos días donde Ana describe que los conflictos son constantes y incluso se puede notar que la mayoría de las veces son por cosas que en la vida cotidiana podrían no ser tan relevantes sin embargo la situación de refugiada en la que viven agrava todo aunque parezca pequeño e insignificante, entonces nos preguntaríamos ¿Hubiera sido mejor que Ana no hubiese vivido durante dos años con esos conflictos? La escritora claramente siempre mantiene una postura de fortaleza y sobre todo con la esperanza de que el futuro sería mucho mejor de lo que estaba viviendo, y en sus escritos podemos que ver que en algunos de sus pensamientos incluye en su vida a su familia, y podemos decir que muy probablemente la esperanza que tenia con respecto al futuro se pudo haber desvanecido más pronto si ella no hubiese tenido algún incentivo que la convenciera de que el futuro podría ser mejor, sin embargo también son varios los días en los que la joven nos describe con tristeza y enojo que su estancia en el escondite no es del todo agradable, ya que la convivencia puede tornarse lo bastante difícil y complicado, puede ser entendible esta situación ya que vivir con las restricciones, encerrados y con un temor encima de ser capturados por los nazis pone a estas familias más tensas de lo que podrían estar en sus vidas cotidianas normales, a pesar de todos estos conflictos Ana nunca pierde el control de manera grave y podríamos decir que a su corta edad maneja de una forma bastante madura la situación, quizás porque sabía que todo lo que tenía en su vida antes de refugiada muy probablemente jamás volvería y ahora lo único que le quedaba era su familia, su punto de inicio y su punto de partida era solo ese y aunque ella nunca lo dice como tal en su diario si ponemos atención en sus escritos podemos notar que de cierto modo es así. Si no hubiese compañía

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