Anillo De Giges Cap III Resumen.

“El anillo de Giges”

Joaquín García Huidobro, Capítulo III

Resumen

¿Qué hay detrás de cada una de nuestras acciones? En el anillo de Gines observamos que existe una diferenciación clara en este aspecto.

Si clasificamos de forma general cada uno de nuestros actos podemos encontrar el primer punto de comparación en los que son de carácter voluntarios y en los que no.

En los involuntarios se encuentran todas aquellas reacciones biológicas como por ejemplo: pestañar; el crecimiento del pelo, de las uñas o la sensación de escalofríos ante un cambio de temperatura. Y en los voluntarios, somos nosotros los que decidimos; ya sea, levantarnos en las mañanas, salir a correr ir a bailar, ver una película o leer un libro, entre muchas cosas más en donde nosotros somos los responsables de cada una de ella.

Ahora bien, cada uno de nuestros movimientos nacen de un estimulo, y en el caso tanto de los voluntarios como de los involuntarios, son acciones que nacen por un fin. Y es aquí donde comienza todo; en el fin.

¿Cuál es la finalidad del hombre? ¿Cuál es el fin de nuestros actos? ¿Existe una generalidad, donde el fin sea el mismo para todos?, en este caso nos enfocaremos directamente, en los “actos Humanos” (Huidobro) .

Lo primero es aclarar que no existe acto humano que no este dirigido a un fin ni necesariamente un solo fin, ya que cada cosa que buscamos la buscamos en función de otra. Pero, debe existir un objetivo ultimo el cual mueve cada uno de los otros fines intermedios, y es ahí, donde encontramos la felicidad.

¿Qué es la felicidad?

La felicidad es algo que todos queremos, y a pesar de que es el responsable de mover cada uno de nuestros actos, nadie sabe claramente en que consiste el hecho de ser realmente feliz.

Luego de analizar los distintos tipos de medios en los cuales nos sentimos felices,ya sea; el dinero, el poder, la fama, entre otras; es dificil creer que alguna de ellas sea el ultimo fin; ya que estas no se buscan por si mismos, sino, por conseguir otras cosas. Pero aquí tambien,

¿Puede ser el placer el ultimo fin?

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