Apologia De Socrates

UNIVERSIDAD DE LOS ANDES

FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN

EDUCACIÓN MENCIÓN CIENCIAS FÍSICO NATURALES

FILOSOFIA DE LA EDUCACIÓN

Apología de Sócrates

1. ¿Qué significa para Sócrates la muerte?

Sócrates en ningún momento muestra miedo a la muerte, pues dice que se desconoce si es algo bueno o malo, y afirma la posibilidad de que sea un bien y por tanto no hay que temerle: “Quizá la muerte sea la mayor bendición del ser humano, nadie lo sabe, y sin embargo todo el mundo le teme como si supiera con absoluta certeza que es el peor de los males”.

Del mismo modo expone dos maneras de que la muerte sea un bien, diciendo: “si es una ausencia de sensación y un sueño, como cuando se duerme sin soñar, la muerte sería una ganancia maravillosa” ó “la muerte es precisamente una transformación, un cambio de morrada para el alma de este lugar de aquí a otro lugar”.

Además Sócrates afirma que estaría dispuesto a morir muchas veces si en el hades se encontrara con los verdaderos jueces y que pasaría el tiempo examinando e investigando a los allí

También cree que lo sucedido no ha sido casual, sino que aquello podría ser lo mejor para él, pues se liberaría de las tribulaciones de la vida.

2. Reproduzca los argumentos de Sócrates contra los acusadores de antes.

Primero trata de desmentir la acusación legal de los primeros acusadores que decían: “Sócrates comete delito y se mete en lo que no debe al investigar las cosas subterráneas y celestes, al hacer más fuerte el argumento más débil y al enseñar estas mismas cosas a otros”. Una de sus maneras de desmentir es presentando como testigos a la mayor parte de la gente que estaba en el juicio, pidiéndoles que se preguntaran unos a otros sí alguno de ellos habían oído hablar acerca de esos temas, por parte de Sócrates. Y también desmiente que él cobraba dinero para educar a las personas, ya que él no era un sofista y que según él no sabía formar a una persona.

Seguidamente le preguntan: “¿Cuál es tu situación, de dónde han nacido esas tergiversaciones?” Ya que de alguna manera tenían que haber salido las acusaciones y la indignación de sus acusadores, a lo que Sócrates respondió: “yo no he adquirido este renombre por otra razón que por cierta sabiduría… la que, tal vez, es sabiduría propia del hombre”.

Comenta que un viejo amigo suyo que ya se había muerto, llamado Querefonte preguntó al oráculo si existía alguien más sabio que Sócrates, y que el oráculo le había respondido que no existía nadie más sabio, y que después de pensar mucho acerca de esto, se puso a investigar. Pensaba que si encontraba a alguien más sabio que él, el oráculo tendría que estar equivocado.

Entonces fue con un político que se decía ser muy sabio pero que al examinarlo descubrió que no lo era. Afirmo que: “Parece, pues, que al menos soy más sabio que él en esta misma pequeñez, en que lo que no sé tampoco creo saberlo” Como se dio cuenta de eso, intentó hacerle entender que no era un sabio, y se lo demostró, por lo que se ganó su enemistad.

Lo mismo hizo con otros hombres que creían ser más sabios que el primero al que desmintió, fue con poetas, que no hacían poesía por sabiduría sino porque tenían una habilidad especial en un momento de inspiración, y también fue con artesanos

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